Capítulo 9.

27 4 0
                                    

Jin:

Al bajar de la rueda de la fortuna, T/n camina y estira los brazos.

—¿quieres un algodón de azúcar?– Pregunto y sus ojos brillan como niña emocionada.

—Esas cosas no se preguntan Jin.– Sonríe, la alcanzó y tomo de la mano para inmediatamente ir a comprar un algodón, ella elige uno de color amarillo, mientras yo compro uno rosado.

Ambos caminamos mientras robamos pedazos del algodón del otro.

—¿Y como va la Uni?

—Hoy presente una maqueta.– Come de su algodón.— Tuve 8 de calificación.

—Debieron darte un 10.– Me quejo.– Para la próxima déjame ayudarte, esto es lo que pasa cuando no dejas que mi presencia en tus horas de estudio esté. Yo soy de buena suerte

—Ahora el ridículo es otro.– Se ríe y niega mientras camina aún más rápido.

—Ehh, admite que soy de buena suerte.– La alcanzo.

Salimos de el parque de atracciones, y caminamos a un restaurante cerca de ahí.
Una vez dentro nos dan una mesa y la carta, pedimos nuestros respectivos platillos y esperamos a que los traigan.

—¿Y quién era el chico que te acompaño hoy por la mañana? – Pregunto serio.

—Ah, un amigo.– Dice tranquila.

—Creo que le interesas, siento que es así por la forma en la que te llevo.– Desvío la mirada a otro lado mientras rasco un poco mi mano.

—Es solo un amigo.– Se ríe.– Estudia conmigo, y me ayudaba a llevar algunas cosas para la presentación de hoy, además se nos hacía tarde, no pude dormir bien por la noche.

—¿Porque? ¿Fuiste de fiesta y por eso te quedaste dormida y se te hizo tarde?.–Interrogo con mucha curiosidad.

—Estaba pensando en que te volvería a ver por la mañana.–Se sonroja, obviamente pasa lo mismo conmigo.

—No digas esas cosas si no es verdad.– Cubro mi tímida sonrisa con mi mano.

—No dije que fuera mentira tonto.– Golpea mi brazo y me quejo dramáticamente.

El mesero trae consigo la comida, y después de agradecerle comenzamos a comer.

—Ya hace un tiempo no me invitabas a comer algo tan bueno como esto.– Me dice mientras toma de su vaso de jugo.

—No te lo merecías, te la vivías ignorando mis señales.– La molesto.

—Nunca me dabas señales.– Me señala con los palillos mientras entrecierra los ojos.

—¡Eres una mentirosa! Ahora por eso dame un poco.– Le robo comida de su plato.

—¡Ey! –Se queja y la molesto moviendo la cabeza mientras mastico. –Me confundes mucho Jin.

—¿Porque? Siempre he sido demasiado obvio, o eso es lo que me han dicho.– Me sonrojo de nuevo.

—Tal vez me negué a darme cuenta, pero es que eras a veces tan molesto y no olvidemos que aparte super lindo con muchas chicas.

—No, eso último solo era mi caballero interno. Si alguien está en apuros obviamente que voy a preguntar en qué puedo ayudar, boba.– Vuelvo a robarle comida.

—¡Además eso! Me llamas boba.– Frunce el ceño y roba de mi plato comida.

—Ehhh, compra tu propia comida.– Muevo mi plato para tratar de evitar que me robe más comida. – Es que a veces lo eres, como cuando olvidas desayunar por las mañanas, o te desvelas horas. Deberías cuidar más de tu salud.

Un café para llevar | Caramelo Macchiato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora