CAPITULO 3.

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(Le creo.)

Hace poco desperté tal parece es el tercer día, estuve tratando de abrir algún agujero en las paredes de éste lugar pero nada pasa, finalmente me di por vencido y desde entonces he pasado el tiempo escribiendo mi dolor en las paredes, dibujando mariposas con sus alas rotas tiradas en un pastizal con rosas negras -dicho esto me siento estúpido-, también he dibujando los rostros de mis amigos, de mis padres y por supuesto el rostro de Sandra.

Este lápiz es genial ya que extrañamente nunca se desgasta y su esplendor permanece en él y en sus trazos blancos, pero aun así no me de algún tipo de sentimiento bueno, es solo una forma de desahogarme  ahora no se qué hacer estoy en verdad aburrido de esto, mis llantos de tristeza han hecho que  en algunos dibujos y palabras los trazos se destiñan.

mis ojos continúan derramando lagrimas mientras recuerdo tan fuerte y tan vivo cuando, después de separarme un momento de mis padres para ir a por un té helado de limón a la tienda, ellos hablaban sentados en el parque; parado en la esquina esperando cruzar la calle, recuerdo un hombre un poco más alto que yo, recuerdo su buzo azul oscuro con un estampado de la NBA, recuerdo sus vaqueros negros, recuerdo que se acercaba encapuchado e inspirando misterio y temor, ya a centímetros de mi, saco lentamente un arma de su buzo y posó el cañón en mi abdomen, ambos levantamos la vista... ¡era Dave!, tenía sus ojos, mejillas y cuello lavados en lagrimas.

-no puedo hacer esto- dijo apretando los dientes mientras sacaba el arma de mi estomago.

-!!Hey!!- grito una voz femenina que se fijo en lo que sucedía, al momento que Dave se estremeció.

Ambos volvimos a verla y lo siguiente era un chillido agudo en mis oídos, solo eso, no oía nada más, de pronto sentía un frio en mi abdomen, volví la mirada a mi torso, y una mancha de sangre crecía en mi blazer gris; se aumento la cascada que brotaba de los ojos de Dave.

-perdón, nunca quise hacerlo, perdón- dijo Dave rápidamente mirándome a los ojos antes de salir a correr; le creo, por esa mirada y esa sinceridad en su voz y lagrimas, lo pude perdonar, sin saber porque lo iba a hacer.

Recuerdo como mi vista se desplazaba al cielo y mi cuerpo terminaba en el suelo, recuerdo ver mientras estaba tirado en el suelo como mis padres se acercaban corriendo, recuerdo sus rostros de angustia, recuerdo ver los ojos de mi madre como derramaban lagrimas, recuerdo solamente que en mis oídos aun sonaba el chillido agudo causado por el estruendo del arma, todos a mi alrededor hablaban pero no oía ni una voz, ni un rumor, nada.

De pronto sin razón alguna empecé a elevarme y ver mi cuerpo tirado en el suelo recostado en un charco de sangre, veía a mis padres tratando de despertarme  al igual que los paramédicos, esto lo veía desde arriba, mientras parecía flotar y empezar a subir lentamente, me alejaba cada vez mas del suelo–como globo que escapa de manos de una niña alegre-.

Comenzó a abrirse un tipo de túnel sobre mi y comencé a entrar en él, este era oscuro y al final de él había un agujero, era la luz de la que tanto hablaba la gente que decían ¨volver de la muerte¨ por fin lo creía y estaba seguro de el lugar que me esperaba, sentía una paz muy grande, en ese momento era impresionante.

De pronto sentí que algo me golpeaba secamente por un costado y me lanzaba por otro agujero en la pared del túnel, cerré por unos segundos los ojos y cuando los abrí me encontraba sentado en este lugar donde no sé que soy y si estaré vivo o muerto si tendré un cuerpo físico o seré un simple espíritu perdido, -¨un cuerpo astral¨-. ¿Cual destino me espera? ¿Será quedarme en éste lugar por siempre o en algún momento saldré?

En un lugar desconocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora