En un lugar desconocido.

CAPÍTULO 4.

(Una puerta de imaginación)

Voy otro día, despierto y nada a sucedido, todo sigue igual, nada de nada, ninguna pista, salida o algo similar. Hoy empecé a sentir en mí una especie de escalofríos y de nuevo sentia mis organos internos pero los sentia centimetro a centimetro uniformemente como si una corriente los recorriera, esto pasaba en cuestion de segundos, es como si me quisiera avisar algo, pero ahora no es momento de ponerle cuidado a estas cosas.

Mientras busco alguna salida me pongo a pensar que siempre supuse que mi miedo más grande era estar completamente solo... al menos eso pensaba, -rio angustiadamente- pero siempre imagine un secuestro o una situación que era muy ridícula como el fin del mundo o una epidemia en donde yo fuera el único sobreviviente, pero nunca imagine algo como por lo que estoy pasando ahora, este estar solo no solo es estarlo sino que la soledad trae tristeza, dolor de cabeza, fastidio y confusión entre muchos otros sentimientos que no logro describir y los cuales creo que traerán desesperación y me enloquecerán, aun espero ese momento, donde la compostura se perderá y mi mente desordenada reinará.

Sigo dibujando en las paredes de este lugar cada vez que me canso de buscar una salida; aburrido, sentado en frente de un muro en el que no había plasmado nada de todo lo que pasaba por en mi mente y en el instante me llego a la mente la idea de dibujar una puerta; comencé con los trazos suaves desde el suelo, en las esquinas las rosas talladas por mi abuelo, sobre ella un par de alas con unas finas, afiladas y puntudas plumas, no sé, siempre me atrajo la estructura majestuosa de las alas y siempre admire el poder que concedian... el de volar; a los costados y alrededor de la puerta ojos, y planetas junto con estrellas y sus demás cosas del espacio,dentro de ella un mundo de fantasía, con todo lo que alguna vez leí en libros olvidados de la biblioteca de mi antigua casa.

Ahora solo me paso el tiempo mirándola, imaginando como será el lugar allí afuera, me lo imagino lleno de luz, plantas, flores, animales y espero que alguien con quien hablar así al menos terminaría acompañado y feliz, eso sería genial, pero mientras no me esfuerce por salir de aquí no lograre nada.

En este momento no ha sucedido nada de nada, ni he encontrado ni un solo agujero espero no enloquecerme pronto, porque no creo aguantar más esta soledad.

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Hace poco desperté, hoy es un nuevo día -al menos en esta vida-, desperté y me encontraba en otro cuarto, hace mucho que no sucedía el cambio de habitación, ya es muy poco común estos cambios, tanto que no recordaba que sucediera esto, que mas da; hace poco oí la voz de mis padres, hace mucho que no las oía creo que ellos están superando mi muerte y están apoyándose más y más mutuamente, esto me alegra y me entristece a la vez porque su voz no las oiré tan seguido y la soledad y el silencio permanecerán en estos oscuros cuartos.

No ha sucedido nada y sentado frente a la puerta que dibuje ayer mi cabeza no parecía soportar más esta situación y sentí como el cuerpo se me llenaba de adrenalina, mi rostro se tensaba cada momento y en el momento de furor recordé el mueble de mi abuelo, lo busque, lo lleve frente a la puerta dibujada y con una fuerza que parecía venia de la desesperación lo levante y lo estrelle contra la pared, éste se rompió en mil pedazos.

Corrí hacía la pared pegándole puños, era estúpido, estaba indefenso, débil, inútil ante esta situación que me oprimía más y más; mi mente no soporta más, mi cuerpo menos, estoy cansado en todas las maneras posibles, mis ojos se envolvían en lágrimas y escuchaba una sonrisa en mi mente, mientras mis puños paraban de golpear, una carcajada inconsciente rebotaba en mi cabeza... Ya mi siniestra e inestable mente esta tomando su reinado, mi cuerpo debastado se rindio de forzar y cae contra el muro, reboto levemente contra él, mis lagrimas ruedan por mi rostro y pasan a resvalar por los trazos destiñiendolos, borrandolos, como lluvia que se lleva el maquillaje de una mujer solitaria a la deriva de la ciudad.

comencé a darme cuenta de lo que sucedía, apoyo mis manos contra el muro con mis ultimas fuerzas para alejarme de él, doy pasos atrás para ver mejor la puerta y asegúrame de no haberla arruinado, voy secando las lagrimas de mis inundados ojos con mi pulgar derecho y cuando logro ver claro me fijo en que mis lagrimas han hecho que los trazos se estén destiñendo hacia el centro del dibujo lentamente como si fuera un remolino o un agujero negro y cada vez que se acercan al el centro se iluminan más y más.

Mientas eso pasa empiezo a sentir de nuevo los escalofríos y corrientes que revelan mi corazón, ahora estos pulsos de corrientes frías se centran en mi corazón.

- aaaahhhhggg...- grito, duele demasiado.

Puedo sentir cada arteria, cada vena que brota de mi corazón y el pulso retumba en mi cabeza, pongo mis manos sobre mi pecho tratando inútilmente que se detenga, mis ojos se cierran a causa del dolor, mis párpados duelen por la presión entre ellos, caigo de espalda al suelo, en mi mente solo veo mi corazón, su palpitar duele, lo veo en pulsos eléctricos que lo revelan como lo hace un radar, duele, aahh, siento cada gota de sangre salir de él, se retuerce mi cuerpo y mi manos se clavan en la piel tratando de detener el dolor.

-¡Bam!- todo se detiene en menos de un segundo, en un impacto todo pará... Despaparece.

Todo paró, no hay ni siquiera rastro de dolor, me levanto Apoyándome en las manos y cuando me fijo en frente mio veo que hay una puerta, una puerta que dirige al exterior, los trazos desteñidos han hecho que parte del muro se desvanezca por completo y por fin logro ver el aspecto de el exterior.

No es como lo imagine, es oscuro hay hierba seca es un bosque seco, blanco, con nieve en el suelo con arboles que brotan de él y parecen no tener fin a lo alto, son gigantes y una capa de niebla los abraza y no permite ver que hay mas allá de estos arboles. He estado esperando salir hace mucho tiempo pero ahora no se que hacer tengo miedo de salir, el aspecto de ese panorama es muy sombrío.

De momento una sobra pasa justo frente a mis ojos, cuando la ví, un pulso en mi corazón, solo uno por todo el corazón, pero mis ojos se nublaron, perdí el equilibrio para al fin caer al frio suelo de la casa y que mis ojos se cerraran, me desmallé desde entonces no recuerdo nada más.