Prólogo

927 51 4
                                    

La nieve comenzaba a caer poco a poco cubriendo con mantos blancos el alma de la tierra, dejándose llevar por la melancolía de diciembre.

Tanto tiempo a pasado ya que incluso el clíma hace protesta por el repentino rechazo.

Aquellos oscuros ojos observaron por última vez al castaño quien lo miraba adolorido. El corazón de Xiao Zhan dolía realmente, el solo pensar que ahora el hombre que mas amaba lo odiaba dolía mucho.

—Xiao Zhan —extiende su mano hacia el mayor, con la mínima fé de que este se arrepintiera y la tomase, pero al ver el tercer rechazo... —dijiste que me amabas, ¿pero ahora tú quieres dejarme? ven conmigo, puedo estar a tú lado y protegerte.

—¿Aún si la muerte es lo que nos espera después de cruzar esa puerta?—nego con claro enojo y retrocedió aún más.

Sus latidos eran tan fuertes que solo aquellos que se entendían era lo único que se escuchaba en la enorme bodega, más el agridulce sonido no tardo mucho pues la voz de Yibo retumbó en toda la estancia.

—¡Lo haré! —Grito mientras lo toma fuertemente por sus delgados hombros recibiendo a cambio un quejido del pelinegro —¡La muerte es lo último que me importa si estoy contigo! —termino por desplomarse mientras sus ojos llorosos miraba al mayor.

–No —dijo mientras lo apartaba de él mostrando una mirada poco empatica apezar de ver el dolor del contrario– aún si me dices eso tú no tienes lo que yo necesito, además eres tan débil que solo das pena Wang —se acomodo el saco elejando cada vez más al menor.

—¿Qué? —miro con incredulidad al menor.

—Puedes rogar por amor tanto como quieras, pero eso no te dará nada, el tú y yo ya no existe para nosotros, así que olvídate de mi de una maldita vez.

Y sin más palabras que decir, salió de aquella bodega oscura y lastimosa dejando en una vaga soledad al ser miserable que perdio todo en una sola noche, dando por hecho que sus demonios lo estaban consumiendo.

Podemos culpar a la vida tanto como queramos pero eso solo te hace más lastimoso, podemos culpar a alguien más pero eso solo nos hace más cobarde así que lo único que queda para alguien  tan desdichado son dos caminos tan estrechos y cerrados, morir o continuar con lo que queda de nosotros.



Emisión desde-25 de septiembre 2020 .

Lamento los errores de ortografía , me comprometo a corregirlo al final de la historia .

¡Gracias por llegar hasta aquí!

¿Y...tú eres? [CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora