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Me desperte sudando frío, había tenido una pesadilla.
Antes era normal tener estas pesadillas pero habían desaparecido cuando llegué aquí, no tenía idea del porqué habían regresado.

—Sam, ¿te encuentras bien?. —preguntó Greco al otro lado de la puerta.

Quería responderle pero un nudo en la garganta me lo impedía.
La puerta de mi habitación fue abierta, mi amigo al verme se acercó a mí y me envolvió en un abrazo.

—¿Han vuelto tus pesadillas?.

Asentí.

...

Últimamente pasaba más tiempo con la mafia que en el CNP, debo decir que en ambos debía cuidar críos.
Me encontraba junto a Chino en la sede, hace unos minutos llegamos de un trato.

—Ammy, ahola que tamo' solos, quelia habla' contigo.

—¿Sucede algo?.

—Lo que pasa e' que tu, me a' estado ayudando y te considelo una glan amiga.

—Yo también te considero un buen amigo.

—Pelo hay algo ma', hay un sentimiento que yo no entendel.

—¿A qué te refieres con que "hay un sentimiento"?.

—E' que no sabel.

Le mire intentando descifrar lo que me había dicho.

—Tengo que irme.. Probablemente mañana no venga. —le avise.

Iba a dirigirme hacia mi coche pero una mano en mi muñeca me lo impidió.
Me volteé a verlo, ¿qué coño hace?.

—Peldon. —me levanto un poco la tela de mi máscara dejando mis labios a su vista.

—¿Que.. —sus labios estampandose con los míos me interrumpieron.

Estaba en shock, no podía corresponderle, me sentía mal.
Coloque mis manos en su pecho apartandolo, se separo.

—Yo.. Lo siento Chino pero no puedo corresponderte.

—¿Pol qué?.

—Porque.. Mi corazón le pertenece a alguien más, lo siento. —dije y camine hacia mi coche.

Me subí a este y me aleje de la sede.
Me estacione cerca de una tienda de ropa y me quite aquel pasamontañas rojo.
Suspire rendida, vaya día.
Un golpe en la ventana de mi coche hizo que me sobresalte en mi lugar.
Baje el vidrio y vi aquel ruso.

—¿Volkov?.

—¿Puedo subir a su coche?.

—Claro que si.

Rodeó el coche y se subió en el asiento del copiloto.

—¿Ha pasado algo?. —le pregunte.

—No, solo estaba de pasada, en fin, ¿como se encuentra?.

—Pues.. Podría estar mejor.

—¿Sucedió algo con la mafia?.

—No, de echo hoy hice un trato de armas junto a Chino.. Y eso es todo.

—¿Hoy va venir a la comisaría?.

—Siéndole sincera, hoy tengo ganas de beberme una botella de Vodka.

—Hombre, yo siempre tengo ganas de beber vodka.

—¿Quiere tomarse un vodka conmigo?.

—Claro que si pero vayamos a mi departamento.

Asentí.

—Entonces marque su departamento, así vamos.

...

El ruso y yo nos encontrábamos sentados en su sofá negro de cuero mientras bebiamos vodka.
Debía de admitir que su compañía no me molestaba para nada, es más, me sentía cómoda a su lado.

—Tengo muchas dudas sobre usted, Samantha.

—Puede preguntarme lo que quiera Volkov. —dije.

Este pareció pensárselo.
¿Podría abrirme con este? Claro que si, no es como si recién lo conociera.
Volkov también forma parte de mi pasado, sobre todo cuando el venía al departamento que compartía con Ivanov en aquellos tiempos.
A los tres nos gustaba beber vodka y hablar de las cosas que sucedían en la comisaría, si tan solo pudiese volver aquellos tiempos donde era feliz y no tenía ninguna preocupación..

—¿Le molesta si le hago algunas preguntas?.

—Tenemos toda la tarde, adelante.

—¿Cómo y cuando usted entró al CNI?.

—Solo te diré que entre después de Conway, podemos decir que un mes después.

Este asintió.

—¿Qué hará cuando sepa quién es el que asesinó a Ivanov?.

—No lo mataré o por lo menos me esperare, quiero matarlo pero a mi tiempo.

—¿Por qué cuando Horacio le dice mama usted se pone nerviosa? Lo siento por la pregunta pero es que según tengo entendido ya han pasado dos veces esto.

Suspire.
Sabía que algún día iba tener que responder esa pregunta.

—Hay algo que tu no sabes sobre mi Volkov, algo que me sucedió cuando me fui de esta ciudad.

Este me miró atento.

—Esto solo lo saben Conway, Michelle y ahora usted lo sabrá, verá, cuando estaba en el avión empecé a sentirme fatal, vomite muchas veces, me dolía la cabeza, me sentía mareada, al llegar al hotel seguía sintiéndome mal, pasaron unos días y seguía así, tuve que ir al hospital ya que no sabia que tenia y bueno.. Me dijeron que estaba embarazada de tres semanas. —sentí mis ojos humedecerse.

Sentí el brazo de este rodearme y me atrajo hacia el.

—Yo no podía.. Estaba en un mal estado, tenia depresión y con un embarazo en camino era mucho más complicado, intente cuidarme, me esforcé por estar mejor pero no lo logré Volkov, perdí a mi bebe y.. Y ahora lo único que quiero es matar a ese hijo de puta y largarme de esta puta ciudad.

El ruso levantó mi rostro y con su pulgar retiro las lágrimas que brotaban de mis ojos.

—Samantha, usted es una de las personas más fuertes que he conocido y le tengo mucho aprecio.

Pase mis brazos por sus hombros y lo abrace.
Quizá y estaba empezando a querer al ruso, aunque hay otro sentimiento que tengo hacia el pero no es bueno decirlo, por lo menos no ahora.

vendetta (Viktor Volkov) SpainRpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora