Capítulo 1

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-¿Por qué no puedes parecerte más a Maggie? Es como la hija que nunca he tenido.

Kara Danvers reprimió un gemido y apretó el respaldo de una de las sillas para invitados del despacho de su padre.

-Tienes una hija, papá. Yo.

-Últimamente Maggie parece más hija mía que tú.

Kara odiaba aquella conversación, que tenía lugar al menos una vez al mes desde hacía dos años, desde que Jeremiah Danvers había decidido jubilarse en un futuro cercano.

La elección del sucesor se reducía a dos opciones: Maggie, la nuera, o Kara, la hija que no cumplía las expectativas paternas.

-Dime -replicó Kara -. ¿Ha sido Maggie quien ha duplicado el valor neto de la compañía en sólo cuatro años? ¿Fue ella quien consiguió el proyecto Winterbrook o el trato con West Washington? -hizo una pausa efectista-. No, espera. Fue tu otra hija quien se deja la piel por esta compañía. ¿Cómo se llama?

Kara era asesora y vicepresidenta ejecutivo de Danvers Comercial Properties, pero había subido desde abajo, donde empezó cuando estaba todavía en el instituto y donde entró con un puesto fijo cuando se licenció en Derecho.

Poseía talento y ambición para continuar lo que había empezado su padre treinta años atrás y mejorarlo.

Lo que no tenía era una esposa, que por alguna extraña razón que sólo su padre conocía parecía ser importante en aquel terreno.

La mera idea de casarse le ponía nerviosa.

Sabía que podía haber matrimonios felices, el de sus padres así lo probaba.

Pero sabía también que esa felicidad podía desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

-Maggie no está preparada para dirigir esta empresa -dijo-. Es muy conservadora, tiene que pensar tres veces cada decisión y la mitad de las veces la toma mal.

¿No la has observado pedir de comer? «Tomaré el salmón, no espere, ¿cómo está el bistec? O quizá deba pedir una ensalada. ¿Alguien ha probado el chuletón?»

Me extraña que no se haya muerto de hambre.

-No te extrañe -declaró su padre-. Tiene una esposa en casa que le prepara la cena todas las noches.

-¿Y por qué una esposa y tres hijos la cualifican para dirigir la compañía?

-Está asentada. Ha tomado decisiones en su vida y tiene responsabilidades, tu hermana y mis nietos. No tengo que temer que se fugue a las Fiji con la próxima azafata que conozca.

-Se llaman auxiliares de vuelo. ¿Y quién dice que no pueda tomarme vacaciones de vez en cuando?

Su padre hizo una mueca.

-Llamaste el martes por la tarde para decir que no vendrías a trabajar el lunes por la mañana.

-Me confundió el cambio horario.

Su padre suspiró.

-Sé que tienes que disfrutar también, hija, pero en la vida hay que tomar opciones y no puedes seguir siempre soltero.

Kara soltó un gruñido de frustración.

¿Por qué siempre tenían que volver a la misma discusión?

Kara no evitaba el matrimonio, simplemente no había encontrado a la mujer ideal.

Y ella, que no conducía el mismo coche más de un año seguido, ¿cómo iba a elegir una compañera para los siguientes cincuenta años?

Legalmente Suya (Kara G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora