¿𝗧𝗥𝗜𝗟𝗟𝗜𝗭𝗢𝗦? ¡𝗧𝗥𝗜𝗟𝗟𝗜𝗭𝗢𝗦! | 𝗒𝗎𝗀𝗄𝗈𝗈𝗄

[Mole]

🍒[3]🍒

"Tu puedes, tu puedes, tu puedes" se repetía YuGyeom varias veces en su mente cómo mantra.

JungKook sólo lo observaba desde el asiento de copiloto de la camioneta. Pensando seriamente en que el alto exageraba.

-YuGyeom, con esa cara paraces estreñido- le comentó al ver cómo arrugaba la frente. El pelinegro pareció no escucharle, puesto que no le reclamó o dijo algo.

-YuGyeom- "Es algo normal, YuGyeom, tu puedes" seguía pensando el alto.

-YuGyeom- "Para esto vas al gimnasio, no hay por qué preocuparse"

-¡Kim YuGyeom!- alzó la voz el castaño, al fin siendo escuchado por el alto. Cayendo en cuenta de lo que hizo, ambos miraron a los asientos traseros de la camioneta, dónde estaban dormidos sus trillizos de apenas seis meses de edad.

Suspiraron con alivio al ver a los bebés durmiendo, sin deje de haber interrumpido su sueño. JungKook miró a YuGyeom con algo de enojo.

-¿Por qué me miras a mí? Fuiste tu quién casi los despierta- reclamó el alto en un tono bajo de voz.

-Grité por estarte hablando, ya que llamarte cómo la gente no funciona contigo- le contestó.

-¿Me hablabas?- preguntó confuso el alto. JungKook suspiró cansado por eso, se relajó ya que entendía, sólo un poquito, lo que tenía en mente YuGyeom.

-Sólo te decía que exageras un poco- le dijo- No es para tanto.

-Lo sé- suspiró el alto- Pero es la primera vez que lo hago, ¿que tal si se caen? o si ¿por accidente choco con algo y se lastiman?

-Tranquilo, amor- consoló el castaño- No va a pasarles nada, confío en que están a salvo contigo.

Más tranquilo, YuGyeom le sonrió, dejó un beso suave sobre sus labios y bajaron de la camioneta. Se preguntarán ¿qué preocupa tanto a YuGyeom?

Pues era la primera vez que usaban el canguro portabebés, al menos la primera vez de YuGyeom. Se había acostumbrado a cargar con los bebés en brazos que no veía necesidad de usar el canguro, pero JungKook le insistió en probarlo una vez, puesto que llegará una ocasión en la que tendrá que usarlo. La incertidumbre y el temor por el qué pasará, le tenían haciendo un revoltillo su cerebro, imaginando los posibles escenarios, acabando todos en alguna caída o golpe. Llenandolo de inseguridad.

El castaño se encargó de ponerle ambos, ya que él tendría que llevar a dos de los bebés, porque JungKook llevaría la maleta y a uno de los trillizos. Mentía si juraba estar calmado, el peso de SungYoon en el frente no le preocupó demasiado, el terror vino a su cuerpo cuándo YeIn fue puesto en su espalda.

-Calmate ¿sí?, no pasará nada- le tranquilizó el ángel que tenía por esposo. Con respiraciones tranquilas, cobró compustura y se relajó.

Con paso cuidadoso caminaron hasta una casa modesta de color blanco. Era la casa de uno de los hyungs del castaño, estaban ahí para una pequeña tarde entre las familias de los grupos de amigos de ambos. JungKook tocó la puerta con suavidad, siendo abierta por su hyung dueño de la casa.

-¡Llegaron!- dijo alegre el mayor al verlos. Sonrió con ternura al ver a su dongsaeng cargando a su bebé. Enserio que pasaba el tiempo, apenas ayer era un adolescente mimoso y llorón, y ahora era un padre amoroso y responsable.