¿𝗧𝗥𝗜𝗟𝗟𝗜𝗭𝗢𝗦? ¡𝗧𝗥𝗜𝗟𝗟𝗜𝗭𝗢𝗦! | 𝗒𝗎𝗀𝗄𝗈𝗈𝗄

[Cumpleaños de Papá p.t 2]

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Como había predicho, parecía como si los trillizos hubieran bañado a JungKook; dejándolos cambiaditos con sueteres de colores distintos con el mismo diseño de dibujitos de la franquicia Peanuts y un pantaloncito grueso azulmarino y calcetitas blancas; fue a darse un baño después de terminar más mojado que las toallas con las que había secado a los niños.

En lo que su mamá se bañaba, los hermanitos estaban recostaditos entre las almohadas de la gran cama. Abrazaditos a las fundas de color chocolate, empezaron a sentirse adormilados, con su poco aguante, terminaron cerrando sus ojitos y quedándose dormiditos.

JungKook salió del baño con una toalla amarrada a su cintura y una más pequeña sobre sus hombros. Se acercó a la cama y le tranquilizó ver que los niños se habían dormido mientras se bañaba; tomó una manta azul con estrellitas que tenía sobre la cama, un regalo por parte de WonWoo, y tapó los trillizos. Se veían tiernos acurrucaditos en la almohada que le pertenecía a YuGyeom y abrazaditos entre ellos. Les acarició la cabecita a cada uno, para después vestirse de una buena vez.

Un jersey verde olivo y unos jeans gruesos y ajustados fueron suficientes para verse bien y estár tibio. No supo si llevarse a los trillizos hasta el corralito en la sala o dejarlos descansando ahí; pero su inseguridad le mandó a llevarse a sus bebés al corralito y la manta gruesa de estrellitas.

Con los trillizos durmiendo en la sala y la calefacción encendida; se concentró totalmente en rellenar y enbetunar el bizcocho de chocolate. Teniendo que batir la crema y el betún, le agradeció a su suegra la batidora tan silenciosa que le había dado de regalo de bodas.

Teniendo el bizcocho partido por el costado a la mitad e hidratado, con una espátula de silicona esparció el betún que había batido, colocó fresas fileteadas y tapó con otra capa de la mezcla cremosa. La otra mitad del bizcocho fue la tapa del pastel, con cuidado la puso sobre el betún; cuidando de que no quedara tan inclinada o dispareja.

Quedó satisfecho después de embetunar completamente el pastel. Suspiró con algo de cansancio, pero contento de haber terminado antes de lo que había previsto; metió el pastel en el refrigerador para que se enfriara y de igual forna endureciera el betún para terminar de decorarlo junto a los trillizos en un par de horas. Revisando la hora en la pantalla de su celular, cayó en cuenta de las horas que faltaban para la llegada de YuGyeom; contando el par de horas que estaría junto a sus amigos después del trabajo, ya que le habían avisado eso antes.

Le dio algo de flojera lavar los pocos utensilios que utilizó para hacer el betún y demás, los dejó en la pila del lavaplatos para lavarlos más tarde.

A pasos arrastrados llegó al sofá de la sala de estar, se dejó caer como peso muerto sobre los cojines y cerró sus ojos; no sin antes darle un vistazo al corralito donde dormían sus hijos. Una siesta no le venía mal, tranquilo se dejó llevar por Morfeo, acompañando a los trillizos en su sueño.

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El horario de Chris y YuGyeom había culminado, lo que significó que ambos fueron a encontrarse con Yibo y BamBam al restaurante que habían acordado. Ambos especialistas se fueron en la camioneta del cardiólogo, ya que la de Bang estaba en un mecánico y Lalisa lo había dejado en el trabajo; con un pequeño Félix dormidito en su asiento de bebé en la parte trasera.

En el camino, YuGyeom iba jodiendo a su amigo, resongando sobre si le había comprado un regalo o no. Chris se aguantaba las ganas de darle un golpe, ya que el alto era quién manejaba, y todavía tenía un hijo que ver crecer como para morir por callar a YuGyeom. Al final, Kim dejó el tema y se dedicaron a hablar sobre su día, y quejándose sobre la cafetera en el cuarto de descanso, que estaba averiada y no habían avisado.