Capítulo Diez

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La pequeña esfera de hule transparente inflada de helio continuó su viaje en línea vertical hasta enredarse contra los conductos de ventilación en el techo, sin intenciones de abandonar su lugar al menos hasta perder el último gramo de gas dentro suyo. Desde sus respectivos espacios, otro par de globos de gran tamaño y rellenos de confeti y serpentinas eran aprehendidos por un par de costales de arena que los mantenían fijos en su lugar, cada uno en un extremo de la mesa de conferencia.

Han Ji Sung tendía casi medio cuerpo sobre el mantel blanco que enfundaba la mesa, sus carcajadas resonando con estrépito por el interior de la sala y su cuerpo sacudiéndose con cada una de ellas hasta que su sombrero, que hacía juego con su vestidura de comandante militar, salió de su cabeza y rodó hasta el piso.

DragCon.

El cuarto día de la convención había llegado finalmente, y junto con ella, la presentación de Ji Sung como parte de un trío en un panel con otras estrellas en ascenso. La temática del panel no era más que un introducción al mundo drag queen desde diferentes perspectivas, testimonios y anécdotas acompañados de incesantes chistes, y escupiendo todo el té de lo que una drag queen novicia era. La conferencia fue conjunta por diferentes juegos y dinámicas invitando a quien se ofreciera como voluntario a realizar varios de los movimientos de danza más icónicos entre la comunidad.

Y como los mimos organizadores del evento se encargaban de filmar y documentar diversos fragmentos para subirlos a sus plataformas, Lee Min Ho podía sentarse tranquilo a disfrutar de la plática sin necesidad de sacar la cámara.

Justo habían llegado a la parte final de la conferencia en la que se habría un espacio para responder preguntas de los fanáticos, una de las preguntas dirigidas hacia Ji Sung, por Matt, un chico de San Diego de dieciocho años, decía lo siguiente: ¿Cómo fue para él dejar su país natal e iniciar como drag queen profesional en uno totalmente distinto y qué consejo le daría a alguien que quiere iniciar en este mundo?

—Si soy honesta contigo, fue un trabajo para nada fácil de sobrellevar —respondía través del micrófono—. En Corea, la homosexualidad y todo lo que engloba la comunidad queer han sido temas de mucha controversia. Desde joven me sentía intimidada por lo que otras personas pudieran expresar de mí por mi forma de ser o de actuar, para ese entonces el drag era mi único escape, pero de algún modo volvía a sentirme encarcelada. No podía ser gay, ni podía ser drag. Para mí Estados Unidos era como esa tierra soñada donde podía ser quien sea y no habría quien para juzgar, pero muy en el fondo tenía miedo. Solemos temer a lo desconocido. No sabía si quería resguardarme en lo seguro quedándome en mi país o salir a enfrentar el mundo exterior, pero si de algo me di cuenta al intentarlo es... que esto es lo que quiero ser ahora. Si hay alguien allá afuera que se sienta perdido, ven conmigo y seré tu casa. No tengas miedo de enfrentarte, no es malo temer algunas veces pero no olvides afrontarte con valor. Y sé tú mismo. No te conviertas en quien no eres por buscar encajar, sólo sé tú mismo, al final del día... siempre habrá alguien ahí que vea algo especial en ti —terminaba de decir. Sus ojos, que parecían perdidos entre la multitud, daban hacia un solo lugar. Hacia un punto fijo.

Lee Min Ho.

Min Ho, desde uno de los asientos más cercanos al pasillo, detuvo el movimiento ansioso que realizaba al girar el tobillo abruptamente. Sus ojos anclados con inesperada sorpresa. La mirada fija de Han y la sonrisa cómplice que esbozaba, eran recursos de sobra que hacían referencia a él, y enseguida se sintió apartó la mirada sonrojado, sus labios siendo tironeados por el implacable deseo que querer sonreír con orgullo por aquel discurso.

Más tarde esa noche, el día había dado a su fin, y con ella, el último ensayo general realizado por el grupo que interpretaría tan ansiado y estimado número musical para la convención. Siendo un total alivio, pero al mismo tiempo un momento conmovedor, para todas esas reinas que no dejaron de trabajar arduamente todas esas semanas.

Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora