O1.

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Veía a todos los jóvenes de su edad hacer las cosas típicas; salir con sus amigos, hacer deportes, incluso sólo salir a tomar aire fresco.
¿Por qué él no podía? ¿Por qué debió de nacer de esa manera? Estaba roto, algo malo había sucedido con él, tenía los pensamientos más crueles y obscuros sobre sí mismo, nada ni nadie podría salvarlo. ¿Era eso exageración? Tal vez sí o tal vez no.
Su cuerpo, delgado y débil, cual se podría lastimar por el más mínimo golpe,, su corazón, tan sensible que con sólo agitarse un poco podría tener un ataque cual lo más probable es que le quite la vida. Tenía asma, así que estaba en oxigenoterapia, tenía suerte de mantenerse con vida.
Una vida que por más mala que sea, quería intentar vivirla cómo los demás, aunque sea un trabajo imposible.

— InJunnie. — La voz de DongHyuck lo sacó de sus pensamientos, observando así al castaño con atención, era uno de sus pocos amigos; hace diez años que lo conocía, estaba seguro de describirlo cómo la mejor persona que ha entrado en su pequeño mundo. — Salgamos, debes de tomar aire fresco... —

Huang se sentó en la cama y de inmediato negó con su cabeza, aunque quisiera aceptar, no podía;
Así es su vida, se la pasa encerrado en su habitación, observando el exterior por su ventana, sus padres le habían casi que prohibido cualquier contacto con la vida fuera de esas cuatro paredes, porque era muy peligroso, ¿Qué pasaba si se lastimaba? ¿Y si su corazón se agitaba? ¿Y si le da uno de sus ataques de asma? Nadie podía de cuidarlo, era sólo una carga.
— Ya sabes que no puedo, no insistas por favor. — Forzó una sonrisa tras pronunciar esas palabras, se le hacía tan difícil y complicado hablar de estas cosas incluso con él, quería mostrar un lado fuerte, aunque eso sólo sea al momento de hablar.

Empezó a recibir caricias en su espalda unos segundos después, llevando su vista al menor,,, oh, lo quería tanto, ¿Cómo podía soportarlo? Definitivamente es la mejor persona del mundo,, jamás le dijo algo malo o cosas similares, era tan dulce. — Gracias, Hyuck. — Tras esas inocentes palabras, recargó su cabeza sobre el hombro de Lee, quien tiernamente se dejó.

— Le preguntaré a tu madre, no puedes pasar toda tu vida acá encerrado, sólo vas a hospitales, y eso no tiene demasiada gracia. — La voz del castaño nuevamente sonó, no estaba de acuerdo, pero no podía decirle nada, ya conocía lo terco que su amigo es, así que su palabra no cambiaría su pensamiento jamás. — Tu madre no debe de preocuparse demasiado, estaré contigo y te cuidaré, ya sabes eso. —

Terminó asintiendo a esas inocentes y adorables palabras, cómo siempre, Lee DongHyuck tenía una extraña habilidad que lo hacía pensar de manera positiva, estaba tan agradecido con él por absolutamente todo.

Sensitive, -; RenHyuck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora