O4.

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15/07/2010.

Meses habían pasado de ese día, ¡Y RenJun aún no se dignaba a aparecer en las clases! Incluso si sólo se habían conocido ese mismo año cuando empezaron las clases, rápidamente DongHyuck se encariñó con él. Sólo tenía ganas de jugar con él de nuevo.
Recordaba el primer día de clases, cómo Huang se presentaba frente a todos, Lee apenas tenía nueve años de edad, pero aún así, logró notar algo diferente en Huang, y eso es algo extraño, ya que los niños de esa edad no suelen darse cuenta de las diferencias entre los demás, no sabía en qué sentido encontró esa diferencia, no sabía si era algo bueno o era algo malo, lo que si sabía, es que quería ser su amigo.
Desde el primer día se le acercó, tenía suerte de ser un niño que se le facilitaba hablar con los demás y ser extrovertido.

Pero esa mañana del quince de julio al parecer lo cambió todo.

Lo vió entrar por la puerta del aula, luego de tres meses, una sonrisa se formó en los labios del menor; no se tardó en acercar a Huang, pero de inmediato notó que él no estaba contento de regresar. — Te extra-… — No terminó de hablar cuando ya vió cómo en los ojos de su amigo se formaban lágrimas, no supo cómo reaccionar, sólo mirarle, no era algo normal para él esas cosas.

— Voy a morir. — Era sorprendente cómo un niño de diez años pronunciaba esas palabras, ¿No es así? Para ese momento RenJun ya sollozaba con fuerza.
Lee observaba cómo cada lágrima caían por las mejillas del mayor, definitivamente no le gustaba esa imagen, le gustaba cuando su amigo mostraba esa linda y brillante sonrisa.

— ¿Por qué..? — Preguntó sin intenciones, aunque esa pregunta sólo puso a Huang peor.
Se quedó unos segundos en silencio, antes de finalmente acercarse a él y abrazarle con fuerza, apretando un poco su ropa. Al corto tiempo después, sintió cómo su abrazo era correspondido.
Hyuck desde pequeño había aprendido a ponerse en el lugar de los demás.
— No puedes morir, Ren. — Musitó suavemente mientras se separaba de él, y tomaba sus manos con cuidado.

Estaba siendo consciente de que todos en el aula lo estaban observando, sabía que algunos niños de estaban burlando por el llanto que su amigo tenía, ¿Pero eso importa ahora? Por supuesto que no, por ahora lo importante para DongHyuck es su amigo y nadie más. — Al menos yo no dejaré que mueras, te acompañaré. — Inocentes y dulces promesas de niño pequeño, cuales no muchas veces son ciertas.

— Pero luego vas a estar solo, los doctores dijeron que un simple resfrío me ponía demasiado mal. — Lee le miró atentamente, desde un principio notó lo enfermizo y débil que era RenJun, pero eso no le importó demasiado, de hecho se preocupaba por él. El que se enferme tanto no es que sea menos humanos; incluso, era mucho más humanos que muchas personas que en su vida había conocido.

— Ya hice una promesa, no la romperé. — Volvió a abrazarle, abrazando su cabeza con cuidado.
Una escena conmovedora y que no muchas veces sucedía con niños.

Diez años después, esa promesa sigue en pie; cómo dijo, no la iba a romper.

Sensitive, -; RenHyuck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora