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"¡KAT!" Me quejé. "¡Otra vez no!"
"Me lo debes, querido hermano," contestó ella tranquilamente. "Tú eres el que evitó la cita a ciegas que te organicé."
"¡Te dije que no hicieras eso!" Grité. "¡Baja la voz!" Me pidió.
Suspiré y ella puso una mano en mi hombro.
"Theo, sólo estoy intentando ayudarte. Para eso estás las hermanas mayores." "¿No me ayudas suficiente comprando y eligiendo mi ropa?" Bromeé.
"Alguien tiene que asegurarse de que estás presentable," Kat soltó una risita. "Mira, Theo. No es gran cosa. Emmett invitó a Rosalie a que conociese a su hermana pequeña. Rose está nerviosa así que nos invitó a Ben y a mí para hacer que parezca menos formal.
¡Yo te estoy invitando porque es viernes por la noche y no necesitas estar abatido en casa!" "No estoy abatido," me quejé.
"¡Sí, lo estás!" replicó Kat . "Mamá y papá estarían enfadados si supieran que has estado enfurruñado desde que se fueron de viaje."
"Pero tú no vas a contárselo, gran hermana mía," Dije, sonriéndole. Sabía que ella no podía resistir si sonreía y enseñaba mis hoyuelos.
"Puede ser que tengas razón," Kat se rió por lo bajo, presionando un dedo contra uno de mis hoyuelos. "Pero si vienes armando un escándalo, puede que averigües que estás muy equivocado, hermanito."
"¿Qué quieres que lleve?" Pregunté. Yo había perdido y no había necesidad de seguir discutiendo.
Kat gritó y se lanzó sobre mí. Ella era la única persona del mundo que yo dejaba acercarse lo suficientemente cerca para tocarme. A veces dejaba que mi madre me abrazase, pero sólo si no podía evitarlo sin herir sus sentimientos. Era una mala idea dejar que la gente se acercase. Podrían herirte y romperte el corazón si los dejases entrar en él. Aprendí eso de la peor forma. No repito mis errores.
Besé el corto pelo de mi hermana y le devolví el abrazo. No era una mala hermana. Simplemente era, a veces, demasiado pesada. "Kat , necesitas soltarme ahora," suspiré. "No puedes elegir mi ropa si no lo haces."
"Theo, es raro que actualmente me hayas dejado romper tu regla de no tocar durante más de diez segundos. Por favor, déjame disfrutar mi abrazo," me contestó.
Me incliné y empecé a hacerle cosquillas. Ella rápidamente saltó, riendo alegremente. Mi hermana siempre me recordaba a un duende cuando reía.
"¡No es justo!"
"¡La vida no es justa, Kat ! ¿Nadie te ha contado eso alguna vez?" Bromeé.
"Sólo tú, hermanito," cantó Kat mientras se metía en mi armario. "Ponte esto y esto y estos," dijo mientras me tiraba unos vaqueros oscuros, un polo negro y unos zapatos. "Debes estar preparado para que nos vayamos en veinte minutos."
"¡Sí, señora!" Contesté, haciéndole un pequeño saludo.
Se giró hacia mí y puso sus manitas en mis hombros. Ella era mayor que yo, pero apenas llegaba a los cinco pies . Yo me levantaba sobre ella con mi altura de 6' 2'' pies . "Theo, te prometo que te lo pasarás bien esta noche."
"Haré que cumplas tu promesa," bromeé, empujándola fuera de mi habitación.
Veinte minutos más tarde y tres intentos frustrados de poner mi pelo bajo control, el timbre sonó. Seguido de la risa emocionada de mi hermana. Esos sonidos sólo podían significar que Ben había llegado. Sonreí con malicia, pensando en lo enamoradísima que estaba mi hermana de su novio. Él lleva con ella sobre un año y nunca le he visto tratarla con algo que no sea respeto. Me gusta por eso.