TPOV
Sabía que todo el mundo nos bombearía con preguntas tan pronto como pusiésemos un pie en mi casa. ¿Cómo podría siquiera empezar a describir lo increíble que este viaje había sido?
La Ópera había sido todo lo que alguna vez había soñado y compartirlo con Shai lo hacía mucho más especial. Ella estaba tan cautivada como yo por la experiencia entera. De alguna manera había encontrado la fuerza de voluntad para guardarse todas las preguntas para el descanso y para después de la obra. Sabía que le había sido difícil mantenerse quieta, pero su buena disposición para hacerlo hacía que mi corazón se regocijara.
Y mientras estábamos en el restaurante, viendo Times Square, tuve que pellizcarme algunas veces. Era tan surrealista estar en esa ciudad en esa época del año con esta insoportablemente bella mujer a mi lado. Se había preocupado de hacer fotos desde todos los ángulos para enseñárselas a Rosalie. Era adorable. Sus ojos marrones habían estado muy abiertos de asombro cuando vio la multitud y la esfera bajar.
Ahora estaba durmiendo a mi lado en el Volvo. Se había negado a dormir en el hotel o en el avión. Había pasado todo el tiempo haciéndome preguntas sobre todo lo que se le iba ocurriendo, o trazando mi cara con sus suaves manos. Ella no estaba más preparada que yo para que nuestro tiempo a solas acabase.
Estaba guapísima mientras dormía. Me pregunté que estaría soñando. No estaba hablando, pero estaba sonriendo. Le cogí la mano y se la besé delicadamente, sujetándola contra mi pecho como había hecho la noche que había estado tan molesta por hacerle daño a Mike.
Yo ya estaba pensando en planes para el día de San Valentín. Casi me reí en voz alta. Esta mujer me estaba volviendo loco, pero nunca me quejaría de eso. Necesitaría hablar con Kat y Emmett para asegurarme de que realmente era buena idea, pero esperaría hasta que estuviera en el mes
Correcto.
La universidad empezaba la semana que viene. El tiempo con ella estaría limitado. Odiaba la idea de no estar con ella. Y entonces tener que conducir entre nuestras casas nos llevaría mucho más tiempo. Pero al ver que me negaba a dormir sin ella a mi lado, no veía ninguna manera de evitarlo.
Aparqué en la calle. Las luces estaban encendidas y los coches de Emmett y Jaspe estaban aparcados delante del garaje. ¡Justo lo que esperaba!
¡Una emboscada familiar completa! Me reí en voz baja, imaginando las diferentes tonalidades de rojo que Shai tendría por toda la atención.
Me incliné y presioné los labios a su oído. " Shai , estamos en casa." Suspiró, pero no se movió.
" Shai , cariño, por favor despiértate."
Suspiró otra vez, esta vez moviendo un poco la cabeza. Abrió sus cálidos ojos marrones y me miró, una alegre sonrisa le invadió al instante su preciosa cara. "Theo."
"Estamos en casa. Todos están esperándonos." "¿Hora del interrogatorio, entonces?"
"Parece que sí," me reí por lo bajo. "
"No puedo esperar a que Rose vea las fotos que he hecho para ella." Shai se estiró y se incorporó en el asiento, de cara a mí.
"Conectaremos la cámara a la televisión para enseñárselas ahora mismo, si quieres."
"Me encantaría. Pero primero necesito que me beses." Sonreí y le concedí su petición. "Te amo, Shai ."
"Te amo, Theo."
"¿Por qué no entras y dices hola? Yo puedo coger las maletas." "De acuerdo, pero mandaré a Emmett para que te ayude."
"Vale." La besé otra vez y entonces la vi salir del coche y dirigirse al porche.