SPOV
Cuando llegué a la puerta de casa estaba todavía riéndome. Theo casi se echa todo el café encima cuando arranqué mi camión. Entré en la casa y tiré las llaves en la mesita que teníamos al lado de la puerta. Vi los zapatos de Rose cerca de las escaleras y sonreí.
Emmett por fin había traído a alguien a casa. Tenía mucha suerte de tenerle. Mientras la mayoría de los chicos traían chicas todo el tiempo, Emmett nunca lo hizo. Me dijo que está era también mi casa y que no haría nada que me hiciera sentir incómoda. Era un buen hermano mayor.
Subí corriendo las escaleras y golpeé su puerta. "¡Estoy en casa! ¡Gracias por olvidarme anoche!" los escuché riéndose al otro lado de la puerta. "Voy a prepararme. Rose, Kat ha dicho que estará aquí en una hora"
"¡Gracias, Shai !" dijo Rose.
Entré en mi habitación, feliz de que mi hermano hubiera encontrado a alguien. Todos sus amigos parecían ser buena gente. Era fácil hablar con Theo . Podía distanciarse si le hacías la pregunta equivocada, pero aparte de eso, parecía realmente interesante. No me hizo preguntas sólo para que hablase. Él de verdad quería saber mis respuestas.
Cogí la ropa y me dirigí a la ducha. Cuando empecé a lavarme el pelo con mi champú de fresa, pensé en lo nerviosa que estaba ayer. Había estado tan preocupada porque Emmett quisiera mudarse. En vez de eso, parecía que quizás Rosalie es la que se mudaría. Eso no me importaría. Estaría bien tener una chica cerca.
Suspiré cuando ese pensamiento me llevó hasta recuerdos de mi madre y mi padre. Todavía les echaba de menos, pero no tanto como el primer año. Intentaba con fuerza no pensar en ellos con demasiada frecuencia. Un estruendoso golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos.
"¡Aligérate, Squirt! Otras personas también necesitan el agua caliente." "¡Ahora mismo salgo, Em! ¡Aguántate!" Grité.
Rápidamente acabé de ducharme, me sequé, y me vestí. Como de costumbre mi pelo no estaba dispuesto a colaborar por lo que me lo recogí en una cola.
"¡Ya he salido!" Grité mientras bajaba las escaleras e iba a la cocina.
Me hice una tostada y me senté después de servirme zumo de naranja, preparada para disfrutar el desayuno. Fui rápidamente interrumpida por el teléfono. Gemí mientras me dirigía hacia allí. Todavía no teníamos uno inalámbrico. Descolgué el teléfono, mirando con deseo mi tostada.
"¡Hola!" dije.
"¿ Shai ?"
"¡No! Soy Jane Austen. ¿Qué puedo hacer por ti?" Se rió entre dientes y supe exactamente quien era. "¿No acabo de salir de tu casa hace un momento?"
"Sí, pero olvidaste hablar con Kat sobre tus deberes de matemáticas. Pensé que debía recordártelo," dijo Theo .
"Eso sería importante," suspiré. Extendí el cable y volví junto a mi tostada. "¿Hasta dónde pierde la cabeza tu hermana en lo referente a las compras?"
Se rió y sonreí. "Pensé que Emmett te lo había advertido," contestó.
"Em es conocido por exagerar una o dos veces," me reí por lo bajo. Le di un mordisco a la tostada, esperando que él estuviera hablando hasta que yo acabase de masticar.
"Kat se toma las compras muy seriamente. Las trata como la única verdadera forma de arte. Ten mucho cuidado, Shai . Te devolverá a tu casa con un armario entero," me previno.
Me tragué la tostada y solté una risita. "No tiene nada que hacer contra mi testarudez. Te apuesto que salgo de allí con un solo conjunto."
"Creo que aceptaré esa apuesta," se rió por lo bajo. "¿Y cuáles son los premios?" pregunté.