Capítulo 8

3.2K 235 5
                                    

Me hago un ovillo bajo mi edredón y me quedo aquí un buen rato, sin ganas de saber nada de nadie, simplemente quiero desaparecer, y todo por los cambios demasiado bruscos que he tenido en mi vida.

Mi madre me deja sola, teniéndome que ir aquí con mi hermano, el cual es un hombre lobo y el alfa de su manada. Además soy una maldita impronta de Quil Ateara, haciendo imposible el poder alejarme de él sin sentir la desesperación por la separación. Y ahora, un maldito alfa llamado Mael que encima está tremendamente bueno quiere que sea su luna.

—¿Kala? —Pregunta Quil delante de mí, y me sorprende no haber escuchado la puerta de mi cuarto abriéndose. Quil suspira y se sienta en mi cama acariciándome la espalda sobre el edredón, la aparto y agarro su camiseta para que se tumbe a mi lado.

—Abrázame. —Digo cerrando los ojos y acurrucándome contra su cálido cuerpo, Quil me abraza y deja un beso en mi frente. —Me dijiste que eras mío, ¿verdad?

—Claro que soy tuyo. —Dice Quil rápidamente, confundido por mi pregunta, me afirmo más contra él y dejo un beso en su cuello.

—Pues no dejes que Mael me lleve con él, yo quiero estar contigo, solo contigo. —Digo sin mirarlo, pero sabiendo que Quil se ha sorprendido por mis palabras. —¿Me prometes que no dejarás que ese tipo se acerque a mí?

—Claro que te lo prometo. Tanto como yo soy tuyo, tú eres mía, somos perfectos mientras estamos juntos. —Dice Quil levantando mi rostro con suavidad para mirarnos a los ojos, me pide permiso con la mirada y asiento, haciendo que nuestros labios se junten e inicien una danza.

—¡Se están besando, Sam! —Exclama Paul detrás de mi puerta, y Quil y yo nos separamos exasperados cuando escuchamos a Sam subir las escaleras corriendo, pero frena de golpe y Quil comienza a reírse.

—¿Qué? —Pregunto curiosa, Quil me arrastra a su regazo y mis piernas quedan al lado de las suyas, quedando frente a frente.

—Emily le está echando la bronca. —Comienza a reírse de nuevo, pero frena de golpe y se tensa al escuchar el timbre.

De vuelta a casa |QUIL ATEARA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora