De vuelta a casa |QUIL ATEARA|

Capítulo 19

Llego a casa después de haberme pasado el día entrenando con Mael y evito las miradas que me ofrece toda la manada, subo a mi cuarto y me ducho para quitar de mi cuerpo toda la tierra y suciedad del bosque.

Me quito la camiseta enorme de Mael y cuando voy a entrar en mi ducha, abro los ojos con sorpresa al ver el tatuaje que ha salido en mi brazo derecho. Es el mismo tatuaje que tiene la manada de Mael, y eso significa que sus palabras son ciertas, ahora mismo mi manada está al sur de la Reserva, no aquí, no en mi propia casa.

Entro en la ducha y estoy casi una hora dentro, sin ganas de salir y encontrarme a Quil, ya que está en mi cuarto, lo escucho desde aquí, suspiro y me seco rápidamente al salir, me pongo mi pijama, y cuando salgo, corro a los brazos de Quil y comienzo a llorar.

—He visto el tatuaje. —Dice Quil tras dejar que me desahogue contra él. Levanto la vista y me concentro en sus ojos, acaricio sus mejillas, Quil va bajando sus labios sobre los míos de forma lenta y cuando los roza, escucho unos aullidos en la lejanía y sé que es mi manada. —Joder, siempre interrumpiendo.

—Debo irme, Quil. —Murmuro en voz baja, y cuando intento levantarme, sus brazos se tensan alrededor de mi cintura e impide que pueda moverme. —Quil.

—No, estoy harto de esta situación. Parece que eres de Mael, y no, eres mía, nuestras almas están unidas, nosotros lo estamos. —Dice bajando la mirada, se ve bastante afectado, pero yo no he elegido manada. Simplemente apareció el tatuaje en mi brazo. —Eres mía, y te amo. Diablos, no sabes lo que te amo.

Quil mueve sus manos de mi cintura a mis mejillas y me besa de forma desesperada, haciendo que nuestras lenguas jueguen y creen una batalla por ver quien domina el beso, teniendo en claro que es Quil quien gana.