Sleeptalk → Yoontae.

Sleep.

Viajaba en un mundo repleto de gente, pasaban rápido junto a mí, y sus presencias me hacían sentir o abrumado o completamente solo.

Pero más que nada me asustaban.

Ninguna de aquellas personas tenía rostro.

Su cara era como un lienzo en blanco, sin ni el más mínimo o sutil indicio de cómo lucirían.

Me aterraban, y estaban en todos lados.

— Hyung ¿Ha visto a Jimin?

Aquel ser sin rostro, cabellera castaña, apareció a mí lado, las demás personas desaparecieron y el mundo quedó en blanco.

— ¿Jimin?— repetí.

No podría saber quién era por más que su nombre se me hacía familiar.

— ¡Yoongi Hyung!— una voz surgió a mis espaldas, me voltee rápidamente para encontrar otro de aquellos, su cabello era de un rojo cereza, corría hacia mí con los brazos abiertos y me moví antes de que pudiera atraparme, haciendo que este callera al suelo.— Eres un pésimo Hyung y un pésimo mejor amigo, Yoongo... Ya ni abrazos quieres.

— ¡Min Yoongi!— uno de cabellos negros apareció.— Dile a tu novio que junte sus puntos calzoncillos cuando terminan de hacer sus cochinadas.

— Como si tú juntaras tus cochinadas cuando las terminas con Namjoon— uno de cabello rosa habló.

— ¡Park Jimin!— el grito de uno más moreno hizo a los demás reír.

No sabía quienes eran esas personas, por más que toda la situación se me hacía extrañamente familiar.

— Taehyung— murmuré, aquellos no me escucharon, mí respiración se hizo agitada.— ¿Dónde está Taehyung?

Lágrimas se acumulaban en mis ojos y temblaba demasiado, los sollozos hacían a mis pulmones comprimirse y ya no podía respirar bien.

Cerré los ojos con fuerza, repitiendo su nombre.

— Yoonie— escuché su voz pero no quería ver.

¿Y si él tampoco tenía rostro? ¿Y si era como alguno de aquellos que me aterraban tanto?

Podría reconocerlo con cualquier pequeño rasgo de todo su cuerpo, ya lo conocía completamente, pero, ¿Tendría algún recuerdo de él? ¿O sólo tendría esa sensación de familiaridad y todo el amor en mi pecho?

— Yoonie, tranquilo— sentí sus dedos acariciar mis rostro, estos pasaron hacia mi cabello, luego a mi cuello.— Yoon, abre los ojos.

Negué, no quería saber la verdad.

Sus brazos rodearon mis hombros y mi cintura, la calidez de su cuerpo se pegó al mío y sus pequeños dedos dejaban caricias que me daban ligeras cosquillas.

— Estoy aquí, Yoonie, no tienes que preocuparte por nada.

Su voz sonaba tan tranquila, y hacía que lo amara cada vez más con cada sílaba que surgía de sus labios.

En serio estaba completamente enamorado.

Separé mi rostro de su cuello, allí donde había quedado acomodado por el abrazo, y con ganas enormes de llorar, abrí mis ojos.

Encontrándome con los lindos ojitos de Taehyung.

Su cabello azul se pegaba a su frente, sus mejillas estaban rojas y en sus labios una hermosa sonrisa cuadrada, su perfecta nariz con ese característico lunar que me daba ganas de besar y bajo sus ojos se marcaba otro lunar.

Besé cada parte de aquella obra maestra, escuché su suave risa.

— Te amo tanto— murmuré, las palabras habían salido solas.

— Te amo más— replicó.

Noté que ambos estabamos desnudos, sobre una cama amplia, las sábanas revueltas, y su cuerpo estaba tan bien acoplado al mío, tan bien acomodado, encajando tan perfectamente en uno con el otro tal como lo hacían nuestras manos unidas.

— Me encantaría estar así todo el día— confesé, dejando atrás todas aquellas personas sin rostro.

— Me encantaría que despertarás cinco minutos para ver que estás bien...

Lo miré, confundido, sus ojos parecían perdidos más allá de mi presencia.

— ¿Cómo...? ¿Taehyung?

— Te extraño mucho.

— Taehyungie, qué dices... Si estoy contigo...

Mi voz fue acallado, en cuanto la idea apareció en mi cabeza.

Nada de aquello era real.

Ni siquiera sabía a donde estaba.

— Si te mejoras podrás volver, inténtalo.

El tacto de Taehyung sobre mi cuerpo fue desapareciendo poco a poco, una bruma se interpuso en mis ojos y todo lo que veía se fue haciendo más borroso y oscuro.

En cuestión de segundos, el mundo era negro de nuevo, y no sentía absolutamente nada.

— Te estaré esperando.

Y quería llorar y gritar, sentía frío y comencé a temblar mientras intentaba tragarme el llanto.

Antes de comenzar a llorar, me dije a mi mismo que tenía que volver, que tenía que intentarlo, quería regresar junto a mi Taehyung.

Basta de dormir, basta de sueño.