I.

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"Ha sido cordialmente invitado a la ceremonia de unión entre: Lee Tae Yong y Kim Jung Woo"

Jungwoo había estado ahí sentado metiendo las invitaciones en sus sobres durante una hora entera. Ya se había cortado con el papel, tiene un leve dolor de cabeza, y posiblemente se encuentre de mal humor.

Solo reconoció unos ocho nombres en dichas invitaciones. Cuando le mostró su pequeña lista de invitados a Taeyong, justo antes de ir a la imprenta, este le mostró su propia lista; cuatro páginas llenas por ambos lados.

—¿Conoces a cada persona en la lista?—Taeyong simplemente respondió—: Sí.

Y después la idea de Jungwoo, una boda pequeña e íntima, fue suprimida y convertida en el evento social de la temporada. Porque Taeyong conoce a mucha gente. La gente lo conoce. Su nombre es reconocido. Eso es lo que ser rico causa, el tener poder, el ser heredero de riquezas generacionales, pero él no es solo eso; obtuvo todo con méritos propios.

Cuando anunciaron su boda, el primo de Taeyong, un bastardo llamado Hansol, pidió un momento a solas con Jungwoo. Lo empujó dentro de un baño y le dijo—arrastrando las palabras debido a su estado de embriaguez—: "Tú no eres bueno para él, de ninguna manera, niño". Jungwoo, con todo el derecho le dijo a donde podía irse y comenzaron una pelea que—vergonzosamente— la tía de Taeyong tuvo que detener. Pero las palabras de Hansol se repiten en su mente tan a menudo que le es imposible ignorarlas cuando se ve a sí mismo como un chico cualquiera y de bajos recursos.

Su relación es la definición de un romance relámpago. Tan es así que apenas ha tenido oportunidad de procesar todo.

Conoció a Taeyong en un bar gay hace seis meses, un bar elegante y caro al cual él había evitado asistir por miedo a ser señalado, pero su amigo Kun lo había invitado. Estando ahí en el bar, este hombre se le aproximó. Era muy carismático. Le compró una bebida, lo llevó a la pista de baile y le dijo que estaba ahí de fiesta para despedir a un amigo y que ese amigo se había marchado ya, pero que él buscaba algo más de diversión.

No hubo duda para Jungwoo, él sería esa diversión.

Taeyong llevó a Jungwoo a su apartamento. Un elegante lugar como los que salen en los programas de televisión. Y follaron salvajemente y sin limitaciones, tres veces hasta el amanecer. El plan de Jungwoo era marcharse antes de que la mañana llegase, pero Lee insistió en invitarle a desayunar, después a cenar y... dos semanas después tenían una relación.

A Taeyong parecía no importarle que Jungwoo viviera en un viejo y pequeño apartamento, que trabajara como conserje en un almacén cercano y que no tuviera nada más que ofrecer que sus impresionantes habilidades sexuales. Él, aceptó a Jungwoo tal cual era y le mostró su propio mundo lleno de luces brillantes, dinero, costoso champagne y negocios.

Lee trabaja en algo relacionado con el modelaje y el entretenimiento, pero Jungwoo nunca ha entendido cómo es que tiene tanto dinero sin haber tocado la fortuna de su familia. Cuando preguntó, él le dijo que utilizó sus propios métodos y recursos para salir adelante por sí mismo, aunque nunca le explicó a qué se refería con eso.

Taeyong le propuso matrimonio cuatro meses después de conocerse, al día siguiente le entregó la llave de un local comercial y un cheque por la cantidad necesaria para convertir el lugar en una cafetería. Diez días después lo llevó a un lindo apartamento y le dijo que lo compró para ambos.

Ahora Jungwoo no solo tiene un guapo prometido, también posee su propio negocio y un hermoso hogar, cuando hasta hace unos meses todo lo que tenía era un viejo apartamento y apenas podía pagar la renta.

Continúa pensando en que su novio algún día se desvanecerá o se irá con alguien mejor.

Tanto pensar lo tiene mareado, además ya está harto de meter sus invitaciones en sus respectivos sobres.

Taeyong entra en ese momento con el teléfono pegado al oído y el ceño arrugado. Solo viste un bóxer, así fue como quedó hace una hora, rendido y tendido en la cama, pero al parecer esa satisfacción se ha desvanecido ya. Lee termina la llamada y suspira.

—¿Qué pasa?—pregunta Jungwoo, está encantado de tener un descanso de su labor con las invitaciones.

Lee suspira de nuevo, se deja caer contra el sofá y recarga la cabeza en el hombro de Jungwoo.—Intento localizar a mi amigo.

—¿Cuál amigo?—no conoce a la mayoría de los amigos de Taeyong. No han estado juntos el tiempo suficiente y no se relacionan mucho con nadie más.

La única vez que estuvieron rodeados de sus amigos fue en la fiesta de compromiso, con el adorable Hansol y sus palabras de desprecio, pero Jungwoo casi no recuerda rostros, mucho menos nombres.

—¿Recuerdas la noche que te conocí? La fiesta de despedida fue para él.

Jungwoo recuerda esa noche mientras Taeyong toma una invitación y la examina.

—Cierto. No lo conocí, dijiste que se había ido.

—Sí, a conquistar América. Es una pesadilla poder localizarlo.—deja la invitación de nuevo sobre la mesa. Luce tan abrumado que Jungwoo lo abraza por la cintura alrededor de su espalda desnuda y apoya la cabeza en su hombro.

—¿Por qué quieres localizarlo?

—Él es mi amigo más antiguo, nos conocemos desde siempre—se encoge de hombros empujando un poco la barbilla de Jungwoo—. Quiero que sea mi padrino.

—Oh...—Jungwoo ya ha elegido a su propio padrino, nunca tuvo duda alguna. Lucas ha salvado su vida de distintas maneras, desde poner un techo sobre su cabeza hasta conseguirle un trabajo estable cuando él y Yeri no tenían dinero para comer siquiera. Ha sido su confidente, su figura paterna y uno de sus mejores amigos. Le debe más de lo que podría pagarle.

Lucas estuvo feliz cuando le pidió ser su padrino, ambos compartieron una celebración dando pequeños saltos y abrazándose. Pero nunca hablarán de eso en voz alta.

—¿Continuarás intentando?

—Tengo que...—Taeyong miró a través de la habitación y Jungwoo pudo darse cuenta de que está recordando—. No imagino casarme sin tenerlo a mi lado.—es lo más sentimental que Jungwoo le ha oído decir. Su viejo amigo debe ser muy especial—. Es cierto que hemos tenido nuestros altos y bajos durante estos años. No siempre he estado de acuerdo con las cosas que él ha hecho, pero...

—¿Cómo se llama?

Lee sonrió—: Doyoung—pronuncia con calma, pero con convicción, como si el simple nombre significase mucho—. Kim Dong Young.

El Padrino [ DoWoo - NCT ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora