VIII.

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Jungwoo hace sus compras Navideñas lo más rápido posible, porque ama la Navidad, pero odia ir de compras, y las tiendas están demasiado llenas de gente y tienen demasiadas cosas en existencia, eso lo vuelve incomodo en lugar de agradable. En el momento en que ha terminado, se da cuenta que ha escuchado cada canción de Navidad, al menos tres veces y, muy a su pesar, todavía está tarareando la melodía Santa Claus viene a la ciudad cuando llega a casa. Esconde los regalos en el fondo de su armario antes de ducharse y cambiarse, luego se dirige a un bar para cenar con Kun y Yeri.

El domingo cuando se despierta, encuentra una nota de Taeyong diciendo que él y Doyoung han ido juntos a visitar un viejo amigo de ellos, por lo que pasa el día solo sin hacer casi nada, hasta que Taeyong regresa -sin Doyoung- más tarde, y cenan juntos.

No ve a Doyoung de nuevo hasta la noche, medianoche, durante lo que Jungwoo está llegando a ver como su cita regular mientras ven las repeticiones de Ven a Cenar Conmigo.

Doyoung se sienta junto a él en el sofá, como de costumbre, y pone sus pies sobre la mesa, como de costumbre, y juntos miran fijamente el televisor, sin decir nada. Jungwoo con la espalda apoyada contra el brazo del sofá y con las piernas recogidas después de haber levantado sus pies para hacer espacio a Doyoung. — ¿A dónde vas hasta tarde todas las noches? —Le pregunta después de un minuto de silencio.

Doyoung lo observa. —Sólo intento darles privacidad.

—Pero ni siquiera estás aquí la mitad del tiempo, —dice Jungwoo—. Entonces ¿qué haces?

—Pequeño curioso, ¿verdad? —Doyoung dice sonriendo, y Jungwoo ríe también.

— ¿A quién llamas pequeño?

—A ti.

—Vete a la mierda, —dice Jungwoo, levantando un pie para pinchar a Doyoung en el muslo. Eso cambia cuando Doyoung atrapa los pies de Jungwoo al sofá, y este sigue tratando de darle una patada y en su defecto los dos están conteniendo la risa. Los ojos de Doyoung están brillando, tan relajado como no lo estuvo durante todo el fin de semana.

Después, cuando han parado de sonreír, Doyoung explica, como si no hubiera habido ninguna interrupción en la conversación. —Solía vivir cerca de aquí. Antes de mudarme a Estados Unidos.

— ¿Y?

—Y, he estado poniéndome al día con viejos amigos, jugando un poco de póquer con ellos, ese tipo de cosas.

Supone que eso tiene sentido, y trata de fingir que no siente alivio, lo cual es una sensación que no quiere examinar muy de cerca, que no puede examinar. Una parte de él esperaba escuchar a Doyoung decir que está viéndose con algún hombre.

—No hace falta que desaparezcas toda la noche, —le dice—. No me importa que estés aquí.

Doyoung levanta una ceja, sonriendo irónicamente. — ¿No?

Jungwoo siente ganas de retorcerse. —Bueno, estoy seguro de que a Tae le gustaría verte más, ¿no es así? —dice torpemente—. Antes de desaparecer de nuevo rumbo América —Doyoung asiente, y Jungwoo continúa—: ¿Quién te ha estado alimentando? No me digas que has estado desperdiciando dinero en restaurantes todas las noches.

—Una de mis mejores amigas vive en la ciudad, —aclara Doyoung después de un momento de vacilación—. La mayoría de las noches he cenado con ella.

Es un momento de honestidad, y Jungwoo se aferra a ello, a esta oportunidad para ahondar en el lado personal de Doyoung, en esos trozos de sí mismo que mantiene para solo para él mismo.

— ¿Cuál es su nombre? —pregunta, porque le interesa, y quiere saber más, no sólo acerca de esta chica, quiere saber todo, tanto como Doyoung esté dispuesto a compartir con él.

El Padrino [ DoWoo - NCT ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora