XII.

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Todos atienden sus respectivos dolores de cabeza al día siguiente, pero incluso el día después de Navidad Taeyong tiene que trabajar, por lo que se marcha después del almuerzo, y Doyoung desaparece durante el resto del día. No se miran a los ojos durante el breve tiempo que pasan compartiendo la cocina, bebiendo café y compartiendo aspirinas para el dolor, y cuando Taeyong regresa esa noche, Jungwoo lo sobre compensa mostrando su afecto por él, sintiendo una extraña sensación de culpa. Y cuando Taeyong lo lleva a su cama y ofrece sexo oral, Jungwoo se lo permite, a pesar de que no se siente realmente con el ánimo, se obliga llegar al orgasmo gracias a los pensamientos que tiene de unos ojos, una boca, piel y manos que no se parecen en nada a las de Taeyong, aumentando así la culpabilidad.

Se levanta de la cama más tarde, cuando Taeyong se ha dormido, se interna en la oscuridad y el frío de la sala, mira a su alrededor buscando la manta y cuando no la encuentra, se pone la sudadera con capucha que encuentra en su lugar. No es hasta que se envuelve en ella mientras mira la televisión que se da cuenta que le pertenece a Doyoung, su olor se filtra en sus sentidos provocando un hormigueo sobre su piel.

Doyoung llega un momento más tarde, como siempre, y luce curiosamente tranquilo. Jungwoo no puede leer su lenguaje corporal, ni siquiera sabe cuánto recuerda de la noche anterior, y cuando Doyoung no hace más que dejar las llaves en el mostrador y sonreír brevemente, Jungwoo pregunta—: ¿Dónde has estado?

—Pase el día con Nayoung.

Jungwoo asiente con la cabeza, y espera que sea la verdad y que Doyoung no haya estado caminando por las calles todo el día solo, evitándolo. — ¿Lo pasaste bien?

—Fue bueno, sí. —Doyoung murmura vagamente—. Voy a poner el agua a hervir.

Regresa con dos tazas de té caliente y pone una en manos de Jungwoo mientras se sienta junto a él.

—Gracias —esto se siente tan irreal y a la vez tan normal que no puede entenderlo.

Doyoung asiente señalando el televisor. — ¿Dónde estamos hoy?

—Edimburgo —dice Jungwoo después de tomar un momento para pensar. En realidad no ha estado prestando atención al programa de tv.

—Es muy bonito.

—Nunca he estado allí.

—Deberías —dice Doyoung—. Pide a Taeyong que te lleve.

La mención de Taeyong es deliberada, con eso lo ha traído aquí, poniéndolo entre ellos como una barrera. Un recordatorio de por qué anoche fue un error, y no el tipo de noche de la cual Jungwoo todavía puede recordar cada detalle, sentir cada toque.

Traga saliva. —Mira, lo que pasó anoche...

Doyoung lo mira y con tal mirada le pide que calle. — ¿De verdad quieres hablar de eso?

—Fue solo que —dice Jungwoo, pero sí, lo quiere, de verdad— bebimos mucho, las cosas se pusieron un poco raras...

—Está bien —dice Doyoung, con tono ligeramente molesto.

Jungwoo contiene la respiración, mira el costado de la cara de Doyoung. —Me voy a casar con tu mejor amigo, —pero lo está diciendo por las razones equivocadas y lo sabe. No está diciéndolo para recordarle a Doyoung por qué lo que pasó la noche anterior estuvo mal, lo dice por qué lo que está sintiendo es peligroso y masivamente inapropiado.

Lo dice porque quiere provocar una reacción en Doyoung, quiere una pista sobre cómo se siente, lo que piensa acerca de cómo en un minuto tiene momentos con Jungwoo y al siguiente discute sus deberes de padrino con Taeyong.

El Padrino [ DoWoo - NCT ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora