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"Tantas voces en el mundo y la única que alborota mi corazón es la tuya

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"Tantas voces en el mundo y la única que alborota mi corazón es la tuya."

Se escuchó un estridente y molesto timbre, aunque a muchos le encantaba, les resultaba liberador, éste anunciaba el receso. Sana salió del salón donde había estado tomando clases de Lógica y buscó a su amigo Kai con la mirada y lo encontró cerca de la cafetería, para ir hacía ésta tenía que cruzar el gran patio de la universidad, cuando se estaba empezando a dirigir hacía él vio como una castaña que conocía bien fumaba contra un rincón, estaba acompañada por un molesto e histérico chico que siempre estaba encima de ella como un pulga.

La rubia rodó los ojos al ver la imagen, estos dos iban a pasar desapercibido por la rubia hasta que la castaña tiró la colilla de su cigarrillo al suelo y lo pisó con la suela de su zapatilla. Ésta lo hizo aunque no había terminado de fumarlo porque Sana no le estaba prestando la atención que quería.

La de ojos azules se dirigió a ellos enojada. Se paró frente a Tzuyu con el ceño fruncido y los brazos cruzados, esperando que ésta al verla levantara lo que había tirado pero la castaña no lo hizo. Levantó una ceja, sonriendo de costado.

¿Qué esperas para levantarlo? — Dijo la rubia aun con el ceño fruncido y su tono de voz un poco alto. — ¿Qué lugar quieres dejarle a nuestros nietos?

Tzuyu soltó una sonora carcajada. — Yo pensando que vas a rechazar la idea de que tengamos hijos y tú ya pensando en nietos. — Notó como mejillas de Sana se tornaron extremadamente rojas y sonrió victoriosa, nunca le decía cosas como estas. La mayoría de las veces solo la molestaba y ya, siempre quiso ver como reaccionaria ante algo como eso.

— Sabes que no quise decir eso. — Lo dijo en un susurró pero de igual modo se escuchó. La de mechones claros desvió la mirada, la castaña la estaba poniendo nerviosa, cuando lo hizo vio como Soobin, el peliazul idiota, estaba incómodo, así que decidió por irse. Se giró y comenzó a caminar, casi trotar, hacía la cafetería.

Dejando a Tzuyu con una pregunta dando vueltas en la cabeza: "¿Cómo es que podía provocarle tantas sensaciones con solo hablarle?"

Esa chica es muy rara. — Murmuró el de cabello azul antes de acercarse nuevamente hacia la castaña, abrazando su cintura con sus delgados brazos.

Es rara pero también preciosa. — Susurró Tzuyu. El chico la oyó pero fingió no haberlo hecho, él esperaba que la chica sólo estuviera bromeando.

 El chico la oyó pero fingió no haberlo hecho, él esperaba que la chica sólo estuviera bromeando

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𝐂𝐨𝐥𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐂𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ➳ 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora