07

870 137 47
                                    

Las cosas iban bien para Iwaizumi o al menos ya se habían calmado las cosas en su casa.

A pesar de que Takeru había tenido problemas con sus compañeros de equipo, nadie dijo nada ni se reportó las cosas, ya que irían peor para los atacantes con el simple testimonio de Natsu. Además los más jóvenes del equipo apoyan a Takeru y realmente se llevan bien, así que no hubo tanto desastre en esa parte.

Al final Takeru si habló con su tío, aunque con la presencia de Iwaizumi como su apoyo, tras decir todo lo que había vivido el Oikawa mayor sólo suspiró y le dijo a Takeru que no se molestara por esos comentarios, que es muy común y que debía restar importancia ante esas cosas. Sin embargo Takeru se lo tomó de mala gana, ya que desde el punto de vista del más joven quedarse como espectador no era una opción.

Nuevamente entraron en una ardua distinción e Iwaizumi sólo se quedó como espectador, no dijo ni una sola palabra.

Le molestaba no interponerse en el tema, pero era lo mejor para ellos dos. Su relación se estaba volviendo complicada con la distancia y las discusiones.

La vida siempre se burlaba de Iwaizumi y en forma de deja vu.

¿Qué había hecho para merecer ese castigo? Ni idea.

Y a pesar de que Takeru había hablado sobre ese problema con Oikawa la tristeza seguía allí.

Por eso decidió llevarlo ese día a su trabajo, en parte en contra de su voluntad e iría en la tarde, no perdería clases.

Tal vez conocer a jugadores profesionales de voleibol le anime. Aunque al buscarlo de la escuela también los acompañaría Natsu y seguían relativamente molestos entre sí.

Bueno, realmente era Takeru, ya que Natsu si trataba de buscar conversación.

Demasiado orgulloso, demasiado similar, demasiado Oikawa.

Cuando llegaron al lugar Natsu bajó del auto sumamente animada y cerró la puerta del auto de golpe.

Más que por emoción lo hizo para cerrarle la puerta en la cara de Takeru, tal vez era para demostrarle que dos podían jugar ese juego.

Cuando los dos hombres se bajaron del auto vieron que la chica se les había adelantado un montón, después de todo Natsu ya se sabía el recorrido de memoria.

Ella siempre que podía iba a donde jugaba su hermano mayor.

- ¿No es demasiado trabajo venir? Saliste y volviste del trabajo.- Habló Takeru mientras entraba al estadio.

- De igual manera alguien debía buscar a Natsu.

El muchacho sólo lo miró de reojo y se encogió de hombros, estaba cansado de luchar o de pelear cuando ya la cosa era una causa más que perdida.

Cuando entraron al lugar donde se entrenaba el equipo, Takeru abrió los ojos de par en par sorprendido e Iwaizumi pudo ver un leve brillo en los ojos del más joven.

No era mucho, pero al menos era algo.

Vio como Bokuto Koutaro juegaba junto con Miya en un dos contra dos con Ushijima y Kageyama.

En los labios del más joven se asomó una leve sonrisa, parecía que se estaba riendo de una especie de chiste.

Aunque con un toque de nostalgia.

- Ushijima-san es de las personas que mi tío menos soportaba en la vida, Kageyama está ahí también...- Suspiró aún observando el versus con ojos calculadores- No sé si era odio o celos, nunca lo entendí. Sin embargo sigue siendo impresionante.

Love like that // Iwaizumi HajimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora