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No era todas las noches que Iwaizumi Hajime se comunicaba con Oikawa, pero igual se alegraba de saber de él.

Sobre todo de escuchar su voz.

En su mayoría hablaban era de Takeru, prácticamente era el tema de conversación principal y de cómo sobrellevar todo esto, no decían mucho de ellos tal vez lo suficiente.

De que si volverían a intentarlo todavía estaba en zona peligrosa, ni siquiera lo había mencionado como en broma, Iwaizumi no quería arriesgar el poco contacto que tenía con Oikawa por una propuesta infantil.

Ese día había regresado del trabajo algo estresado y sólo quería descansar, veía un programa cualquiera en el televisor mientras comía alguna fritura.

Sí, espectacular idea para descansar.

Hasta que escuchó gritos y un portazo en la puerta de entrada del apartamento. Eso le sorprendió bastante, sobre todo porque Takeru era quien más alzaba la voz y se escuchaba más que alterado, también era que estaba discutiendo con Natsu la cual se podría considerar como la mejor amiga del chico.

Casi nunca peleaban y si en dado caso pasaba era Natsu quien más se molestaba.

- ¡No debiste hacer eso!- Decía Takeru entrando ya al departamento como tal.

- ¡Pues ellos no debieron decir eso!- Justificó Natsu.

- ¡No te debiste meter en donde no te llaman!- Exclamó el chico más que furioso- ¿Qué hubiese pasado si te golpean?

Cuando Iwaizumi escuchó eso último se levantó del sillón y observó a los más jóvenes, los dos chicos estaban empapados de pies a cabeza parecía que como si hubiesen estado en una piscina o que se habían dado un baño bajo la lluvia, no tenía sentido porque en la escuela donde estudiaban no había natación y en ese día no llovió, pero eso no fue lo peor, lo más delicado del tema es que Takeru tenía un golpe en el ojo.

De seguro se iba a convertir en un moreton.

¿Acaso la vida no podía dejar de golpear a Takeru en la cara?

- ¿Qué pasó?- Al ver que los dos jóvenes se quedaron paralizados supo que su voz salió más imponente que nunca.

- ¡Te dije que debimos ir a tu casa!- Le reclamó Takeru a Natsu.

La chica abrió los ojos entre sorpresa y molestia.

- ¿Qué? ¿Y escuchar a mi mamá? No gracias.- Se cruzó de brazos.

En ese momento Iwaizumi se percató de que los brazos de la chica estaban llenos de rasguños, como si de un gato hubiese tenido una pelea con un gato.

- ¿Me van a decir que pasó o qué?

Takeru desvió la mirada mientras que Natsu se debatía en que decir.

- ¿Acaso tengo que llamar a su escuela para saber que les pasa?

- ¡No!- Gritaron los chicos con pánico.

Ahora Iwaizumi estaba más preocupado, si alguno de los dos tenía problemas debían decirlo sin dudarlo tanto.

¿Por qué los adolescentes no dicen nada? ¿Acaso no creen que no tuvo su edad o qué?

- Entonces ¿Qué pasa?

Ante lo insistente que podía llegar a ser su mirada, Takeru soltó un grito al cielo con frustración y luego lo miró con rabia contenida. Sólo corrió a su habitación y se encerró allí.

- ¡Quiero volver a Miyagi! ¡Todo esto es una mierda!- Fue lo único que dijo el chico.

Si eso no había dejado anonadado a Iwaizumi la reacción de Natsu lo dejó más desconcertado que antes.

Love like that // Iwaizumi HajimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora