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La primera vez que Iwaizumi Hajime salió de su país fue para realizar su sueño y lo hizo posible en Estados Unidos, la segunda vez que viajó fue para ir a Argentina para visitar a su mujer amigo.

Que en ese momento era su novio de ya bastantes años.

El vuelo fue largo, extremadamente largo.

Le dolió la cabeza, el vuelo tuvo retraso, no encontraba sus maletas, tenía problemas con pasar a inmigración.

Prácticamente todo lo que lo rodeaba o lo que hacía lo ponía se mal humor.

Fue una paz llegar a tierra firme.

Aunque ver a Oikawa con un papel que tenía su nombre en una mano y en la otra un ramo de rosas sintió mucha vergüenza, pero también una gran alegría.

Su novio apenas estuvieron cerca se lanzó sobre él y cayeron al suelo. Iwaizumi no se quejó de nada ya que tenía alrededor de tres años y medio sin verse en persona.

¿Saben lo que es eso? Estar tan cerca y tan lejos de la persona que amas.

Que a pesar de que escuchabas su voz todos los días o lo veías en fotos o en vídeo llamada jamás sería lo mismo.

Iwaizumi realmente quería ver a Oikawa, por más que odiaba viajar en avión ya no aguantaba tanto tiempo estar tan lejos de él.

Lo abrazó con fuerza y colocó su mentón sobre el hombro de su novio.

No le importaba nadie en ese momento, se sentía realmente bien volver a ver a Oikawa.

Tocarlo, abrazarlo y sentirlo.

Escuchar su voz y su risa.

Ver sus ojos color chocolate.

Realmente lo extrañaba.

Cuando estaban de camino al hotel algunas personas empezaron a acercarse a su novio, principalmente con curiosidad debido a que es un jugador de la zona.

Duraron media hora más debido a las personas que pidieron fotos y comentarios por parte de Oikawa.

Después de eso en el trayecto para llegar al hotel Oikawa no paraba de hablar de los maravillosos dulces de y las bellísimas playas de país.

También sobre lo amigable y cálida que eran las personas de Aregntina.

Iwaizumi en esos momentos quería quedarse en el hotel y simplemente descansar. Se iba a quedar por quince días, tenía días de sobra para hacer lo que sea que Tooru quiera.

Por los momentos necesitaba poner su espalda en una cama, además de que ahora podía acompañarlo su novio.

Y eso estaba realmente bien. Sin embargo su queridísimo novio apenas él dejó el bolso en la habitación ya Oikawa lo estaba arrastrando para salir del lugar.

Al principio se quejó de manera abundante, pero después se dejó llevar por su novio.

No había caso pelear con alguien tan terco como Oikawa Tooru.

No se arrepintió en lo absoluto.

Ya que Oikawa lo llevó a la playa. 

Iwaizumi siempre fue más de ir a la montaña o lugares fríos, la playa no le gustaba del todo. Sin embargo esa vez estaba de noche y las estrellas iluminaban el cielo de tal manera que cualquiera se podría sorprender.

Cuando empezó a vivir en Estados Unidos olvidó lo bonito que eran las estrellas debido a la contaminación lumínica.

Y que decir de Tokio, prácticamente eran unos extraños puntos en el cielo.

Love like that // Iwaizumi HajimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora