¿Desesperado? ¿Tienes los huevos morados? Bienvenidos a "Consejos para un matrimonio sin sexo". Katsuki e Izuku están en problemas, desde que su pequeña hija aprendió a caminar y hablar se a vuelto un problema poder iniciar el acto sexual de forma...
Abrirse a intentar cosas nuevas siempre es una buena opción. Escucha a tu pareja e indaguen en nuevas formas en la que ambos estén cómodos de explorar en el acto sexual, veras como la emoción de innovar en la habitación encenderá la chispa.
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Ver a Deku fue como revivir el instante que me noté mis sentimientos por Izuku, sentí un peso menos en mis hombros al tenerlo al fin en mis brazos. Esta salvo y en casa. Al encontrar nuestras miradas mi pecho se remeció como la primera noche que sentí su calor pegado a mi piel. Me hizo recordar el amor que siento y las razones del porque le he esperado en este eterno viaje.
Además, no observé ningún chupón o algo raro en su cuello así que imagino que su culo sigue siendo mío. Desde que se fue, no he podido dejar de pensar que debí exigir un tatuaje en su nalga derecha con mi firma o algo parecido, eso mataría las pasiones de cualquier bastardo que intentase algo con Izuku.
Después de dejar el bolso de Deku en casa y conversar un poco de lo ocurrido con el oso de felpa de Nana, nos marchamos a un restaurante para desayunar en familia. Deku y yo pedimos lo mismo un bol de arroz, sopa de miso y pescado a la parrilla, aunque yo pedí tostadas para la sopa era exactamente lo mismo, por su parte, decidimos darle el gusto a Nana y pedirle un menú infantil con panqueques recién hechos bañados en mermelada de mora.
Si bien sentía que la última vez que comimos juntos como familia fue hace una década, no tardé en querer coger el auto y dejarlos a los dos botados de inmediato.
Deku estuvo la mayor parte del desayuno murmurando, sin quitarle la mirada a nuestra hija, casi en espera que Nana incendiase la mesa de forma espontánea. Mi hija se dedicó a esparcir la mora por los asientos de cuero rojo, manchando todo con mermelada. Cuando le llamé la atención, me lanzó un poco de mermelada directo a la cara, sacándome de mis casillas, regañándole en el restaurante, asegurándole que sería la última vez que comería panqueques en su vida.
Nana no tardó en lanzarse a llorar, como era de esperarse, Papa-Izu saltó al rescate de su hija regañándome por ser tan brusco. Y la discusión de siempre comenzó: Deku nunca hace nada para regañar a Nana y tengo que ser yo el villano de nuestra familia al poner orden.
Vaya forma de empezar el maldito día.
La tensión no se desvaneció en el transcurso del desayuno. Deku se puso entre Nana y yo, evitando otro alboroto. Discutimos en reiteradas veces sobre lo mismo, necesito que me apoye cuando Nana se torne difícil y no regañarme por hacer mi trabajo, por su parte, Deku asegura que soy demasiado agresivo al momento de atrapar la atención de nuestra hija y eso solo hace que ella se asuste o termine a la defensiva, empeorando la situación.
Como siempre que el tema surge, no llegamos a nada.
De camino a los laboratorios Star&Moon, Deku comenzó a hacer algunos comentarios que captaron mi atención, cosas como: «Es extraño que un niño de tres años revele su quirk""Son pocos los casos, tal vez estamos exagerando" "quizás deberíamos ir a casa y esperar un tiempo más"» le ignoré todo el tiempo al no ser directo con lo que trataba de decir, y no fue hasta que llegamos al laboratorio que Deku pareció recobrar los huevos y mirarme a los ojos para decir: «¿No estarás equivocado? Kacchan.»
