CAPÍTULO 3

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Sacudo mi ropa, quitando cada pelusa de tierra acumulada entre los patoles de la falda blanca, teniendo miedo de no manchar, arregló un poco mi cabello, una vez afuera escucho un silbido proveniente de una copa dorada, el brillo de esta me atrae, admiro el detalle de esa copa, tan bella tan especial, escuchó un silbido proveniente de la copa, me va llamado y poco a poco me acerco a ella, pero alguien me tapa los ojos.

—No lo mires fijamente— Me dice Noah.

—Pero ¿Por qué? — Le pregunto mientras me dirige a otra dirección.

—Hay todo tipo de objetos en esa tienda, desde artilugios griegos hasta restos de civilizaciones antiguas mexicanas — Me descubre mis ojos, haciendo que la luz lastime un poco la vista —. Ver esa copa, me hizo tener pesadillas por días, es muy raro las cosas que suceden.

—¿Por qué no la tiras o la vendes? — Le pregunto intrigada.

—Mi abuelo dice que cada cosa tiene su razón de ser, y simplemente no podemos deshacernos de las cosas, no es tan fácil — Me abre la puerta de lo que rápidamente es el restaurante.

Todo me resultaba bastante raro, pero sobre todo las ganas de dibujar esa copa me comían por dentro, algo había sobre ello, qué me intrigaba.

—Hola ¿En qué puedo ayudarlos? — Pregunta un chico de estatura baja y cabello lacio corto, quien nos mira alegre —. Ah hola, Noah.

—Una mesa para 4 — ¿Para 4? ¿Quiénes más se iban a unir? No tenía idea, pero prefiero quedarme callada, evitando ser grosera

—¿Esa es Adeline? —Pregunta un poco extrañado el castaño —. Wow, esto vamos a la mesa de siempre.

Ahora resulta que todos me conocían, pero yo no reconocía a nadie, solamente recordaba unos pequeños fragmentos acompañados de las siluetas de ciertas personas sin nombre, ni caras solamente pequeños flash, nos sentamos en la mesa y volteó a ver a Noah, todos se han sorprendido al verme, pero quién es él, en realidad, miles de dudas se amontonaron en mi cabeza, pero una golpeó mi cabeza...Chong, Noah Chong iba en la clase de artes conmigo.

—Chong...Te apellidas así no? — Levantó la vista para verlo a los ojos —. Vamos al para escolar de dibujo juntos.

—Elemental mi Allen — Sonríe mientras toma un vaso de agua.

No puedo evitar reír, en eso llega un cansado Owen a sentarme con nosotros mientras toma agua del vaso de Noah, el cual le hace una cara de asco, por alguna extraña razón detestaba tomar o comer donde lo hacían otras personas, simplemente río mientras ellos pelean y se acerca otra persona un chico demasiado alto, que se sienta en la silla libre.

—Ya quiero irme de este trabajo, hola, Adeline —Solo le sonrió y él regresa su mirada hacia mí, mientras me da la mano, al darme la mano me la agita.

—No asustes a la niña— Se acerca Anthony con una silla en su mano —. Y bajen la voz que asustan a los clientes

Su tono era algo molesto, pero no quitaba esa sonrisa, me generaba confianza que sonriera bastante.

—Hola... — No sabía que decirle sinceramente, sería descortés preguntarle su nombre.

—Él es James — Owen señala al chico alto, a lo que le vuelvo a sonreír —. Él es Anthony, es el que te atendió a la entrada.

Señala al castaño y este me sonríe y me hace la seña de paz.

—Si no sabes algo, pregunta —me dice en un tono tan amable.

—Gracias, no sé qué decir— Les digo apenada.

Lo cual era verdad, desde que pasó lo de mi padre, me alejé de todo mundo, la única persona que estuvo conmigo fue mi mejor amigo Dylan, fue el único que no se alejó de mí, por más que se lo pedía.

DIOSES: Los nuevos héroes de Egipto © [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora