CAPÍTULO 17

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Al salir de la tienda me quedo en blanco seguía con el mismo sentimiento de no saber qué hacer, comienzo a llorar y la risa de Owen, hace que le sonría, me daba calma, me limpio la cara varias veces, pero no podía dejar de llorar.

—¿Cómo puedes llorar tanto si eres tan pequeña? — Me abraza y nos vamos caminando, estaba más calmada, pero sentía la ansiedad de ver a mi padre, debí haber hecho más, ¿Pude haber hecho más?

—Vamos por una nieve — Me dice mientras me toma de la mano, el camino se llenó de risas, él se había vuelto en mi cómplice, en mi mejor amigo, llegamos al local, estaba ambientado en la segunda película de volver al futuro, pido una nieve con soda de Dr. pepper, mientras que él una malteada de cacahuate, la malteada parecía vomito...

—Pruébala Adeline — Me dice, pero me rio, se mira asqueroso, parecía que en cualquier momento se podría mover, estaba claro que no lo hare.

—¿Les puedo ofrecer algo más? — La veo y es Leslie... ella me sonríe, y trato de no verme tan hipócrita.

—Si, 2 hamburguesas con papas — Ella le sonríe —. Perdona Adeline, ordene por ti, ¿Te parece bien?

—Sí, está bien... — Le digo mientras vuelvo a tomar de mi soda, evitando hablar con ella.

—Ade, le puedes dar su suéter a Dylan es que se le quedo conmigo — Me dice mientras señala el suéter de su cintura, asiento con la cabeza y lo deja en la mesa —. En un momento le traigo lo que pidieron.

Apoyo mi codo en la mesa mientras mi cara en mi mano, eso me había puesto mal, sabía que mentía, y ahora tenía la carta maestra para desbaratar su mentira.

—¿Desde cuándo te gusta Dylan? — Me dice Owen, a lo que mi cara cae de mi mano.

—Pero ¿cómo? — Me había tomado de sorpresa.

—Eres demasiado obvia — me dice sonriendo, sabía que no podía engañarlo.

—Desde secundaria.... —Admito finalmente, me llevo una mano a la boca para ocultar mi sonrisa.

—¿Y por qué no están juntos? —me pregunta poniendo ambos codos en la mesa prestándome total atención.

—Él tiene a Leslie... sí le doy mi amor... es como darle pan a la persona que se muere de sed — Le digo sonriendo, la frase había sido profunda y creo que entendió a que hice referencia —. Pero creo que es hora de que me rinda...

Llega nuestro pedido y cambiamos de tema, para pasar el tiempo, para tratar de olvidar por un rato el mal rato que pasamos, estaba con él, así que no sería difícil, pero llega ella y se acerca conmigo trayéndome unas fresas.

—¿Puedo hablar contigo cuando termine esto? — Me sonríe, a lo que asiento.

—¿En dónde? — Así me mentalizaba para verla.

—Dame tu celular, por llamada me es más fácil, quiero ser la amiga de la mejor amiga de mi novio —. Damn... eso me dolió...

En un lugar muy lejano con Seth.

Miles de personas asustadas, con ropa desgastadas esclavos de Seth, que todos buscan una cosa en común, un nuevo cuerpo para Seth, entre ellos van niños, que serán nuevos fieles para Seth...

—No estoy de acuerdo con esto — Dice Malek

—Hermano todo está bien...— Le sonríe la castaña —. Eres muy débil.

—¡Mira allí, esos somos nosotros! — Se ve a un par de hermanos cargando cosas pesadas mientras tratan de ganarse el pan para seguir viviendo, porque sus almas puras les impedían robar, pero era cuestión de tiempo para lograr romper su ética, su moral y la inocencia de niños, lo que les quedaba de ser niños...

—Ellos están así por qué quieren — Cruza sus brazos, el hermano la mira con cara de incrédula —. Pueden robar tú lo habías por mí, no veo la razón por la que no lo hace.

—¡Pero no significa que sea lo correcto! — Las paredes retumban por el poder del chico.

—Vas a hablar de moralidad, cuando robabas, ¿¡Cuando dejaras de ser tan niño!? — Grita la chica atrapando las miradas de varios —. Son esclavos, nosotros no somos como ellos, somos mejores.

—Malak tiene razón — Contonea la antes rubia, para acariciarle el cabello a la que ahora es su hermana —. No somos como ellos.

—Hermana, tenemos que buscar ropa para el baile — La castaña se emocionaba, por usar un vestido por primera vez en mucho tiempo.

—No tan rápido hermana — Dice la chica —. Nuestro padre quiere verlos.

—Él no es mi padre — Habla el chico con enfado.

—Eres un malagradecido — Recibe una bofetada de su hermana —. Malek, ¡él nos dio todo! Y te sigues comportando así, deberías haber muerto tú y no nuestra madre, así no nos hubieran abandonado, todo esto es por tu culpa. Grábatelo.

Se queda callado y va tras ella, era su hermana y no podía dejarla sola, tenía que cuidarla y protegerla, aunque claro era que no fue su culpa la muerte de su madre, su padre los abandonó por qué está mal visto que un hombre cuide solo de su familia, y también por la ofensa cometida de él, querer proteger a su hermana de un matrimonio arreglado, era incorrecto ir en contra de la decisión de Alá, eso lo atormentaba, pero sabía que no era lo correcto, esperaba que descubrieran el código que dejó para hacer lo correcto, su madre estaba orgullosa de él, y eso lo mantenía con fuerza.

Seth se encontraba sentado, la piel estaba cada vez más rejuvenecida, y se encontraba más fuerte, pero para mantenerse fuerte debía absorber la luz de los chicos.

—Tu — Señala al chico —. Tráeme a más esclavos, déjame con mis hijas.

Voltea a ver a su hermana, que se encuentra feliz al tener por fin lo que tanto deseaba una familia, asiente y se va de allí, pasa por varias vigas a buscar sus próximas víctimas, no le gustaba ese trabajo, pero tenía que asegurar la felicidad de su hermana antes que la suya, y allí la ve.

Mira a esa chica de cabello castaño, a la chica que desea que sea su salvación, la vigila desde lejos, tiene miedo que note su presencia, tenía la culpa de haber sido él quien jugó con su mente, mira su bolsillo y sigue teniendo esa pulsera, el que el hizo especialmente para ella, se traslada hacia su cuarto, y mira lo cómodo y grande que es, y allí lo ve en su mueble de al lado de su cama, una foto de ella con su papá, donde tiene una sonrisa, que nunca ha visto, y algo en él dice que él está muerto, él podía saberlo, se maravilla por todo lo que ve, mientras se recuesta en la cama, era como acostarse en algodón.

Se acerca a la foto, y con sus pensamientos le crea una rosa blanca para dejarla cerca de la foto, con una nota e irse, dando un último vistazo a la habitación de la chica, que es su esperanza del infierno que ahora llama realidad.

DIOSES: Los nuevos héroes de Egipto © [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora