CAPÍTULO 4

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Alguien dijo que a veces no te darás cuenta del valor de un recuerdo hasta que se convierta en una memoria, la frase anterior nunca le encontré un valor, pues nunca lo relacione con alguna experiencia o algún sentimiento, hasta que lo perdí a él, y el verdadero significado de no verlo, de que su sonrisa sea polvo de estrellas que solo veré cuando caiga la noche y, aun así, la noche no me lo garantiza, era como una daga que me provocaba más heridas.

—Adeline, cariño despierta — Me habla mi madre —. Tienes que comer

Me mira con una gran compasión, pero al mirar el plato de sopa, solo siento nauseas, pero no puedo, solo siento las ganas de vomitar, la sopa de tomate era la especialidad de mi padre.

—Mamá, mi papá...— Las lágrimas volvieron a fluir, me dolía el pecho. La esperanza que tenía se esfumó, los 6 años se fueron en 4 minutos, ¿A dónde se fueron esos años?

—Lo se cariño — Ahora ella lloraba, siempre pensaba que no le doliera, pues ella no me dejaba ver esa faceta, abre sus brazos y me tiré a estos como una niña pequeña, la cual no podía dejar de llorar, el único recuerdo de mi padre hacia mi madre, soy yo misma, en eso recuerdo a los chicos, solo tenía fragmentos de ese momento.

—Mamá, los chicos, mis amigos... — Sentía mi garganta seca... y además como estaba en casa, lo último que recuerdo es verlos desvanecerse, pues la tristeza y la noticia me había consumido, tenía que disculparme con ellos.

—Ellos me llamaron y me explicaron todo, no te quisieron dejar sola... Varios se fueron porque ya no podían quedarse y un chico llamado Owen se quedó — Acarició mi rostro limpiando un poco las lágrimas.

—Gracias... — Volteó a mi lado y sobre mi buró se encuentra una foto de él, la tomó y la abrazo el no verlo jamás es algo que me lástima, las lágrimas vuelven a fluir, y el sentimiento de vacío se queda allí —. Quiero estar sola.

—Está bien, cariño, le pediré que se vaya — Asiento y besa mi cabeza.

Cuando sale de la habitación empiezo a llorar, he perdido la cosa más importante para mí, esa persona que me apoyaba incondicionalmente ¿Ahora que me quedaría?

Me pongo de pie y subo hacia el techo, el aire pega en mi cara, y lloró en silencio, en posición fetal, la luna es el testigo de mi corazón roto, una mano, se posa en mi espalda, volteó y miró esos ojos cafés, que se sienta a mi lado.

—Puedes hablarlo, o puedes llorar yo estaré aquí contigo, en silencio — Pasa una mano por mis hombros y me acerca a él, para abrazarme, solo escuchaba a lo lejos como mi celular comenzaba a volverse loco, suponía que ya todos se habían enterado y querían conocer la noticia de primera mano.

Empiezo a llorar, y aferrarme a él, mientras que él me tranquilizaba, más bien eso trataba de hacer, me decía que todo iba a estar bien, cuando las lágrimas pararon, me encontraba sola en abismo tan grande que es la pérdida de tu padre a los 17 años, la calma apenas estaba llegando, y el silencio nos rodeó, solo nos quedamos en silencio mirando la bella luna, que hoy estaba grande, es como si solo lo estuviera esta noche donde los recuerdos de las palabras y los momentos jamás sucedidos le hicieran un tributo, eso me daba un poco de consuelo...

—Nos preocupaste — Habla por primera vez en todo el tiempo que estuvimos allí, su voz se escuchaba nasal, como si también hubiera llorado —. Simplemente caíste y James te sujeto, te mirabas tan frágil, tan pequeña, y después que le marcamos a tu mamá... todo fue más miedo, te hablamos y solo sollozabas... eres nuestra amiga, puede que no tengamos mucho hablando, pero te conocemos y por algo la vida nos puso en tu camino, por algo tu papá nos puso en tu cambio.

Lo dijo mirando la luna y limpiándose la cara pues una lagrima se había caído... y suponía que no quería que lo mirará llorar.

—Gracias...— Las palabras me conmovieron —. Él era mi mejor amigo, fue la única persona que me apoyó aunque él amaba la arqueología más que otra cosa en la vida, cuando le surgió ese trabajo acepto y luego mi madre se divorció de mi padre.

Me costaba hablar de ello, ni con Dylan podía abrirme de esta manera, como lo estaba haciendo con él.

Ella pudo hacer su vida al año de desaparecer mi padre, pero me sentía como Alicia cuando cae se por el árbol, perdida en un mundo de pesadillas... Yo me perdí y luego me aislé, subo aquí por qué antes de irse mi papá me prometió que un día él volvería y estaría esperándome aquí y el saber que él no volverá duele, es como si me hubiera quedado sola... — Oculto mi cara en mis rodillas.

—No volverás a estar sola Adeline te prometo es estar contigo, para siempre, hasta que estemos viejitos y arrugados — Toma mi mano y enlaza nuestros meñiques, a lo que sonrió.

Nos acostamos sobre el techo, no me importaba la altura, puede que me caiga, puede que no, estar con Owen, mi nuevo mejor amigo, era más importante para mí en este momento, pues él me había apoya y a pesar de que pedí estar sola él no me dejo estarlo, se quedó conmigo, dándome el apoyo que sin saber necesitaba.

Volteó a verlo y él ya tiene los ojos cerrados y dice en voz alta.

—Gracias William Allen, por tus descubrimientos y por tu más grande creación: esta chica tan fuerte como lo es su hija, gracias por ponerla en nuestras vidas — Aún con los ojos cerrados sonríe —. Adeline, perdiste a tu papá, pero cuando quieras encontrarlo, solo tienes que recordarlo

Toma mi mano y escucho como se queda dormido.

—Gracias por todo papá— Esta vez no hubo lágrimas, solo sentimientos encontrados...

Cierro los ojos, y dejó que el viento me consuelen, mientras los recuerdos se apoderan de mi ser, de mi primer baile, de mi primer te quiero, de mi primera pintura, de un millón de lecciones de vida, de cómo fuiste el primer hombre que me amó, y luego que me dejó, que me seguía queriendo a distancia, que fue mi todo y luego por capricho del destino su cuerpo material se transformó en la nada, pero sus recuerdos en mi mayor tesoro, y tendría que vivir con su pondrá triste partida, aunque eso me duela.. aunque eso me parta, el siempre será parte de mí, la parte de mí que se esfumo, y que jamás volverá, ojalá donde el este... Pueda recordarme...

Ojalá donde este, siga siendo su niña, por que donde yo estoy será mi eterno héroe...

Me volteo a la dirección de Owen, su cabello rubio se volvía plateado cenizo con la luz de la luna, este toma mi mano, sentía su apoyo, lo único que hago es dirigirme hacia adentro para apagar mi celular y tomar una sábana, me acerco un poco más a él y lo tapo, estaba haciendo un poco de frío, o bien, era yo que me sentía de esa manera, me quedo un poco allí, antes de volverme a meter por culpa de los mosquitos.

¡Hola!
Soy Valeria Pérez.
Este capítulo es algo corto, pero lo decidí así por lo emotivo que es, sinceramente es mi capitulo favorito 🌸
¡Gracias por leer mi obra!

DIOSES: Los nuevos héroes de Egipto © [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora