CAPÍTULO 26

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Mi madre tiene abrazado a mi padrastro y Seth tiene en brazos a mi hermano que está llorando de miedo, como podía agarrar así a un bebé, y las demás chicas lo permitían, mi corazón late muy rápido, volteo a ver a los chicos quienes están listos, y decidimos entrar espectacular, como si fuéramos personajes de algún libro de acción.

Entra Samuel primero y nosotros detrás de él, como el líder innato que es y Albert va emocionado por fin se ha convertido en un súper héroe de esos animes que le gustan, y con las luces en su mano dejaban ver el magnífico control que tenía, pues es lo que él quería ser y nosotros luchamos por convertirnos en eso.

El fuego va moviéndose entre mis dedos, lo que antes era extraño para mí, ahora es cómodo, mi madre me mira asustada, pues claro es normal, ahora pensara que soy un fenómeno, esa mirada jamás se me olvidara el miedo puro en sus ojos.

—¡DEVUÉLVENOS EL COLLAR DE ANUBIS! — Grita Owen, creo que si este fuera el momento james diría algo sarcástico y me da risa el hecho de lo que pienso en estas situaciones, era el hecho que ya estaba acostumbrada a sus expresiones.

—Que no él estaba muerto — Dice Malak, apuntado a Dylan —. Mira también está el traidor, desde cuando se escoge a la novia antes que la familia

Tengo mucho coraje, pues esta rodeaba a mi madre y la terminaba de aterrar y a lo que a mí me ponía ansiosa era sus nervios, ella padecía de los nervios a tal punto de ponerla mal, hasta podría ser hospitalizada.

—Baja a que hablemos cuñada — Al decir la frase logre mi cometido, ella esta abajo y está hecha una furia, arroja un pedazo de metal que a no ser Noah lo cubrió, me hubiera dado, ahora temo por morir rebanada como jamón.

—Hermana, no hagas esto — Trata de dialogar Malek con ella.

—Tú no eres mi hermano, escogiste a ella — Le recrimina.

—Yo escogí lo correcto, nada se obtiene fácilmente, todo tiene un sacrificio, y si para ello tengo que dejarte con mucha pena lo hare, pero aun sigues a tiempo, haz lo correcto, te lo pido — Le extiende la mano para que se una.

—No lo escuches hermana, que importa lo correcto primero es la familia — La persuade Leslie.

Veo a Dylan y a él le duele, la chica que tanto amo lo lastimo, y él está siendo fuerte tratando de controlar sus poderes, un sacrificio, recuerdo que alguien debe de tomar ese riesgo, y es hora de mi plan.

—¡SETH, TE PROPONGO UN TRATO! — Salgo de donde estaba y me pongo al frente, saliéndome del plan que habíamos trazado en conjunto, estaba nerviosa pero no quería ver a mi madre llorar, a mis amigos mentalizarse una muerte que tal vez le llegue a uno de ellos, ya no quería verlos a ellos de esa manera.

—¿Qué haces Adeline? — Me detiene Samuel, pero me quito de cómo me sujeta, pero solo me limito a sonreírle.

—TE DARE MIS RECUERDOS, A CAMBIO LIBERA MI FAMILIA — Mi madre me mira asustada, no quiere que lo haga, pero se trata de hacer lo que es mejor.

—NIÑA TONTA, NO ME SIRVEN TUS RECUERDOS — Me dice riéndose y moviendo su mano para voltearse y darle mi hermano a mi madre, que abraza y lo besa, tratando de calmar el llanto, pues el pobre niño había llorado tanto hasta que se había quedado sin lágrimas, y un bebé de ese estado podría ponerse mal, y era lo que menos quería ver a mis seres queridos sentirse mal.

—Y MI LUZ— Él se voltea y me mira, Dylan me dijo que el buscaba mis poderes, así que sería una buena manera de darle tiempo a mis amigos —. ERES DEBIL, PERO SI TE DOY MI LUZ SERAS MÁS FUERTE.

Mis amigos me gritan para que no lo haga, pero soy Sejmet, diosa madre he cumplir mi misión debo de sacrificarme por los demás no importa que, es mi deber, les sonrió mostrando que estoy de acuerdo con lo que está por pasar, ellos claramente no.

—ACERCATE PEQUEÑA — Mis amigos me miran y están enojados, lo que hare será una traición, pero no hacen nada para detenerme, allí me doy cuenta, Leslie los sujeta a la tierra para que no me detengan, estos por eso no se podían mover.

Me acerco lentamente y noto como en su cuello tiene el collar de Anubis, al aproximarme noto todo lo que no pude notar antes, me estoy resignando a morir si es necesario, hacer lo que debo hacer, pero tengo que preguntar.

—Algo más antes, ¿Por qué lo haces Leslie? — Le digo, mientras manteniéndome la mirada me contesta.

—Poder, si tengo eso no necesito nada más — Se ríe —. Y además yo he sido una fiel servidora de él por los años, mi lealtad está con él.

—Si tu lealtad fuera tan grande como dices, porque no lo reviviste tú, si mal no tengo entendido fue Amira — El coraje se hace notar al terminar de pronunciar estas últimas palabras —. ¿Por qué lo haces Amira?

—El me da todo lo que necesito y me dará a mi padre — Su padre, ese es su motivo, ambas teníamos el mismo motivo pero la diferencia radica en como empleábamos ese dolor para cosas distintas.

—Nada de lo que hagas traerá a tu padre de vuelta — Le pongo la realidad.

—¿Tú qué sabes? — Se molesta por lo que le dije, mientras me agarra por la camisa, sentía que en cualquier momento podría darme un golpe en la cara.

—Tu deseo es egoísta, mira a tu alrededor, traer a tu padre de vuelta ¿En verdad vale la pena? — Ella me mira buscando que siga —. Mataste a Dylan, destruirte media cuidad e hiciste llorar a un bebé que casi puede enfermarse, ¿Vale la pena? ¿Esto es lo que tu padre quisiera?

Lo último hace que agache la mirada, mientras me empuja más cerca de Seth en eso noto sus caras ella y Malak están iguales, ambas sufren del mismo dolor el abandono, paso hacia Seth, veo tan cerca la muerte que no le tengo miedo a lo que pasará, sé que cual sea la decisión está bien, mi familia y los que quiero puede que estén a salvo.

Estoy frente a Seth, no quisiera que todo esto acabara así pero ya no depende de mí, ya no es mi decisión, hago que el fuego de mis manos se apague, él me toma gentilmente del cuello, miro a mi madre, parece que me he quedado sorda porque no escucho los gritos de que no lo haga, su llanto, no escucho nada, más que el sonido de los pájaros que una vez observe con mi padre, para después catalogarlo en un libro, antes de morir, se dice que miras las cosas que te hacen feliz...

Me eleva del cuello, aspirando toda la luz, duele, se siente un ardor en todo mi ser por lo que el fuego se activa involuntariamente, mi cuerpo está cubierto, de llamas que hacen que abra los ojos, siento como me estoy quedando sin aire, lenta y dolorosa muerte, dioses apiádense de mí, hagan esto rápido, hagan de mi tortura una pronta salvación del camino, guíenme hacia su cobijo, hacia el eterno cobijo en el más allá, donde puedan tener piedad de mis actos, de mis labores...

Comienzo a mover los pies, estaba siendo tan lento, que ya no podía más... Todo lo que podía ver ahora es negro y el fuego en mi queda consumido... No veo nada... ya no siento nada... solo caer en el grande abismo donde puedo descansar, donde más bien esperaba descansar sin ser juzgada... 

DIOSES: Los nuevos héroes de Egipto © [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora