CAPÍTULO 14

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La sangre predomina mi sueño, las batallas, los demás dioses, y el día que decidieron escoger los utensilios como objetos para hacernos recordar, pero un ruido extraño me hace despertar, miro y veo que está todo oscuro y Dylan no está a mi lado si no tirado en el piso con la tabla en sus manos corro hacía el, se estaba convulsionando.

—¡¡DYLAN!!— lo tomo en mis brazos, pero no reacciona, empiezo a llorar no sé qué hacer, acaricio su cara, pero no había respuesta de mi boca brota unas palabras —. أرجوكم هللا أسألكم الحماية

Me sorprende cómo pude hablar en árabe, pero me sorprende aún más como de mis manos sale un brillo y poco a poco Dylan va recobrando el sentido y ver sus ojos castaños abrirse, me gana el sentimiento y lo besó, nuestros labios se unen, tenía miedo de perderlo, mis lágrimas caen y me separó de él y lo abrazo, él me corresponde el abrazo, estaba tan asustada de perderlo, que cuando paso no sabía que hacer, mi peor miedo convertido en realidad estaba llorando.

—Soy Thot... — Su aliento caliente pega en mi cuello.

—Lo sé... — Le digo mientras lo sigo abrazando, nos quedamos así un rato, deseando que el tiempo se congele, olvidando ese beso, me daba una calma saber que estaba "bien".

Cuando el ambiente se calmó, lo ayudó a levantarse e ir a la cama conmigo, pero algo cambió entre nosotros, él está más callado de lo habitual y solo me abraza, cierro los ojos, y escucho como solloza, y lo abrazo más fuerte, me dolía que estuviera así, que tuviera que pasar por esto, lo que menos quería era involucrarlo, que el fuera un dios, porque simplemente, podría salir mal, y podría perderlo después de esto, el huiría de esto, a lo mejor era mi ser paranoico hablando o mi sexto sentido confirmando que puedo perderlo.

—Si sabías que era Thot, por qué no me lo dijiste... — Me dice en voz baja, casi en reproche.

—No estaba segura y tenía miedo de que lo fueras...— Le contestó tomando su mano.

—Puedes contarme tus miedos, yo estaré a tu lado, siempre — Me dice mientras apoya su cabeza con la mía.

—¿Qué fue lo que miraste en tus recuerdos? — Le pregunto con miedo a su respuesta.

—Fue más o menos una revelación... — Pasa saliva y continúa —. Soy el mensajero entre el reino del inframundo y el reino de los cielos...

—Mañana iremos con los demás "dioses" y hablaremos sobre esto... — Le digo mientras cierro los ojos, estaba un poco cansada.

—¡¿Hay más?! — Se sienta en la cama haciendo que quede recargada en sus piernas, me levanto con él, pues era raro estar acostada en sus piernas.

—Somos 9 dioses contigo... — Lo miro a los ojos mientras cuento con mis manos y nombro a cada uno, tratando de no olvidar alguno —. Horus, Ptah, Anubis, Jonsu, Amón, Harsomtus, Osiris, Thot y Sejmet.

—Dios... — Se toma la cabeza y me mira sonriendo —. No creo poder dormir...

—¿Nos quedamos juntos? — Le digo mientras miro el reloj, eran cerca de las 3 am así que tal vez nos quedaríamos dormidos más tarde.

—Siempre — Nos paramos y tendemos la cama, mientras empezamos a hablar sobre los dioses y sus distintos mitos, e idear un plan para poder robar el collar de Anubis.

—Es a la gala que irás con tu mamá ¿No? — Me dice Dylan con un dulce en la boca, quién sabe de dónde lo saco, así que voy por algo de fruta para comer también, sería una noche larga, así que por lo menos tendríamos el estómago lleno.

—Pero no puedo ir con todos — Le digo mientras reviso una vez más todo lo que hemos anotado.

—Juega el mismo papel que tú mamá, piensa, a tu mamá le importa mucho las apariencias, que dirían de ella por qué lleva a 8 chicos guapos con ella, para que la ayuden con su servicio — Dice de una manera sarcástica, pero con un toque de realismo.

—Veré que puedo hacer— le digo y miro la hora 5:45 am.

—Es la cuarta vez que miras el reloj — Me dice tomándome de la mano.

—Perdona, quiero que amanezca ya... — Suspiro.

—Te ayudaré con esto Adeline — Me toma mi mano para besarla, maldita maña que tenía al besarme la mano, que solo provocaba que sintiera mi corazón latir.

—Lo sé, simplemente estoy un poco agobiada, y siento que es una trampa... — Suelto y él me mira —. ¿Por qué si está de lado de Seth me dio ese papel?...

—Sé que es extraño, pero hay cosas por las que debemos preocuparnos y es ¿Por qué quiere el collar de Anubis? — Esa era la verdadera pregunta.

—No lo había pensado... — Evito mirar el reloj.

—Vamos al techo, ya casi va a amanecer — Me dice bajándose de la cama y yendo hacia la ventana.

Ambos con cuidado subimos, y miramos como poco a poco el sol va saliendo, ninguno dice nada, pero no nos incomoda, me recuesto en su hombro, veo que mi madre abre la puerta, me saluda, pero nos deja solos, simplemente esperamos que llegue la mañana, para poder acabar con esto, para poder continuar con nuestro día, que acabe esta tortura para continuar con nuestra vida.... Donde ser dioses ya no es un plan...

—¿Te da miedo todo esto? — Me pregunta acomodándose para apartarme.

—Si, si me da miedo — Le confieso —. Pero intentar huir de esto, es como correr en círculos, ¿Sabes? Por más que intente escapar esto me seguirá.

—Si... Te entiendo — Me dice rascándose la cabeza —. Creo que debemos de cambiar, a lo mejor morimos.

—Babas — Le digo golpeando su hombro, no quería que nadie más muriera.

—Eres una gran amiga, ¿Sabes? — Me toma de la pierna —. Me alegra que estés conmigo y siempre trates de salvarme, a pesar de todo.

—Tu harías lo mismo por mi — Le esquivo la mirada.

—No, no lo haría — Me dice cínicamente, a lo que sonrió y le doy un golpe, a mí también me alegraba ser su amiga, en cierta parte, porque al corazón no le hacía tanta gracia, estaba un poco acostumbrada a ser su amiga eterna y con eso me conformaba.... Podía vivir con eso...

DIOSES: Los nuevos héroes de Egipto © [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora