Cómo superar un corazón roto.

Está nevando...

Desperté una mañana pensando que sería un día soleado.
Al bajar por las escaleras, escuché en las noticias que estaba nevando afuera.
Rápido corrí a mi habitación, miré por mi ventana y no era una nieve cualquiera.
Era gris oscura, apagada y triste no como la nieve que suele caer en invierno, blanca, brillante y alegre.
Es curioso, dentro de casa hacía frío, pero afuera sobrepasaba los 40°.
Así que usé abrigo, guantes y bufando para protegerme del frío helado que envolvía mi casa.
Decían que era peligroso salir o asomarse por la ventana.
Así que, me senté a un lado de mi ventana y vi el día pasar.
Vi como el césped, la acera y la calle se tornaban gris oscuro.
Un manto de nieve opaca abrazaba los techos de mi casa.
Casi no se veía el sol, pero sabía con seguridad que estaba oscureciendo.
Así que miré al horizonte, hacia donde se supone está el atardecer.
Deseando que algún día pueda tener ese día brillante y cálido en mi vida.
Aún espero que suceda, lo deseo tanto...

Tal vez, me emocioné demasiado muy pronto.
Ahora está nevando afuera de mi ventana.
Y me pregunto porque el clima cambia sin razón.
Mi corazón se rompió cuando el viento sopló.
Tal vez seré mucho más fuerte la próxima estación.