Capítulo 18, Extra Primero: Atardecer

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INUYASHA

"¿Recuerda cuando le pregunté si usted me recordaría,
aún después de que yo muriera?
No son tonterías.

…Le prometo que lo voy a seguir por siempre,
aún si muero…"

By: Tsuki No Youkai

Capítulo 18, Extra Primero: Atardecer

El fiero viento invernal azotaba con fuerza las murallas del orgulloso Palacio Imperial del Oeste donde Lord Sesshoumaru del Oeste y su honorable Señora residían. Cada corriente llevaba con ella un acompañamiento de danzantes copos de nieve que poco dejaban entrever, para todos era obvio que esa noche una gran tormenta azotaría esas tierras.

No obstante, el interior del Palacio resguardaba calidez para sus ocupantes quienes no dudaban en celebrar el enlace de su Lord con la doncella humana de nombre Rin; para muchos, era evidente que ése era el destino que su Amo y Señor había decidido desde hacía años atrás, cuando había llegado al Palacio Imperial del Oeste llevando a cuestas a una niña huérfana y de carácter hiperactivo… muchos se cuestionaron tal decisión, no obstante, prefirieron callar. Finalmente su Lord del Oeste era hijo de Inu no Taisho, antiguo Gran Señor y daiyoukai gobernante de tales territorios, esposo de una Alta Dama youkai y madre de su actual Lord… y también, posterior esposo de una Princesa humana y padre de su Joven Príncipe, un hanyou de nombre InuYasha.

Actualmente muchas reparaciones se llevaban acabo en el Palacio Imperial del Oeste pues una gran pelea se había desarrollado algunos días atrás y, hacía tan sólo tres días que su Joven Príncipe InuYasha había partido rumbo a algún lugar que les era desconocido a la mayoría de los habitantes del Palacio. No obstante, sus señores permanecían en el castillo y tal provocaba cierta inquietud en algunos de sus habitantes.

—Amo Sesshoumaru, —la humana se acercó con suavidad.— con permiso.— sin decir más comenzó a peinar el blanco cabello del Lord del Oeste; suaves movimientos acompañaban su mental tarareo.

El daiyoukai permaneció en silencio, podía sentir como su aun húmedo cabello cedía sin más a las caricias que su, ahora esposa, humana le proporcionaba como todos los días desde hacía ya diez años. Se cuestionaba el porqué había decidido esperar tanto para hacerla suya, habían sido años un tanto… agonizantes, por darle algún nombre.

—Sé que lo he dicho antes, pero Amo Sesshoumaru, la belleza de su cabello no deja de asombrarme nunca.— y sabiendo bien que no obtendría respuesta, continuó cantando en su mente, donde su Lord jamás escucharía su humana y no agraciada voz… o tal pensaba ella.

El silencio continuó reinando, sin embargo, el amo del castillo era consciente de lo que su humana podría pensar; Shiso había dicho tanto y le irritaba en demasía: "—Es su culpa, mi Príncipe… siempre la ha tratado… como a una humana…—" y él prontamente había acarado que su esposa era una humana. "—No me refiero a eso y lo sabes bien, cachorro impertinente… tantos años degradándolos frente a ella, no me extrañaría que se sienta menos a su lado, mi gran Lord—" (1).

De manera que ahora era él el responsable de que su humana fuera tímida y retraída… ¿Y si así fuera qué? Jamás había dicho mentira alguna; los humanos eran criaturas patéticas, egoístas, débiles y miserables cuyo único logro era, aparentemente, procrear con gran rareza algunos seres como el que ahora cepillaba su cabello.

—Amo Sesshoumaru, —la sintió alejarse.— he terminado.— iba a incorporarse cuando sintió una fuerza sobre su kimono, observó con atención: su Lord la sujetaba.

—No he dicho que puedas retirarte. —amenazó. Rin sonrió.

—Lo lamento, milord. —pensó en aclarar que sólo iría a peinarse ella misma, mas no entendía porque justificar tal ¿por qué estaba molesto su amo? —¿Necesita algo de mí?— El Lord permaneció en silencio. —¿Lord Sesshoumaru?—

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