Anillo perdido!

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¡Cuarto dia de la NaruGaa Week! 


Los párpados se sienten pesados, el aire es espeso y las voces ajenas apenas y tienen la fuerza suficiente para resonar en sus oídos. Naruto quiere cerrar los ojos, sin embargo no puede hacerlo porque su trasero se vería envuelto en arena, viento y títeres si siquiera la idea cruzara por su mente. Intenta reprimir un bostezo de sus labios magullados y su concentración se va hacia la derecha, observa a la gente.

Los aprieta con frustración, de nuevo la voz es lejana como susurros de suerte. Agradece su suerte de todavía no poder dormir.

No entiende porque sabiendo su poca habilidad de retención lo ponen a escuchar tal discurso. Y en consecuencia, su concentración viaja a otro lado, a los otros presentes de la habitación. El rubio los observa con una sonrisa, Shikamaru tiene los ojos entrecerrados, Naruto sospecha que al igual que él, no quiere estar en esta ceremonia. Chouji traga papas, Sasuke tiene su cara de trasero remojado, Hinata a su lado, tan hermosa le saludo y él le devuelve la sonrisa.

Viaja por los bancos hasta encontrarse con Sakura, vestida de cóctel rojo y sonriéndole, kakashi igual, Jiraiya al fondo, Iruka le frunce el ceño y promete con la mirada regañarle por su distracción después de esto, Naruto cuenta las personas importantes acompañándolo, y

Luego mira de soslayo a la persona a su lado, cabellos rojos, mirada serena, traje negro que se amolda muy bien a la figura, Naruto sonrie nuevamente. Se recuerda que es el día de su boda.

Escucha las palabras aunque son lejanas, sellar por fin el pacto y los anillos deben mostrarse. Naruto ha practicado lo suficiente con sus clones para saber que viene a continuación. Se siente tan nervioso, con el corazón derritiéndose en su pecho, así que torpemente se limpia el sudor de sus propias manos en el traje, ignora la expresión de Gaara que indica que eso no es cortés, le da una sonrisa a Gaara, quien, le devuelve la mirada con tranquilidad.

Hay un atisbo de su sonrisa en el pelirrojo, le recuerda a la vez en Suna después de rescatarlo, se despidieron de la mano y Naruto no puede evitar que el orgullo brote de su pecho al saber que es el de los causantes de esta. Las sonrisas de Gaara son pequeñas luces que deben protegerse, y él se encargará de hacerlo. Porque Gaara merece ser amado, y él piensa que nadie puede amarlo más que no sea Naruto Uzumaki.

No lo va a arruinar, se promete.

La abuela Chiyo resuena en su mente, esa promesa que le hizo después de ayudarle a revivir al líder de Suna. Hoy, en el día de su boda lo va a cumplir.

Toma la mano de Gaara, sus dedos se crispan ante el toque suave de su piel, no puede evitarlo otra vez, siente la humedad formarse bajo las palmas y suspira, aun después de practicar con horas por sus clones, sigue estando tan nervioso como la primera vez que se comprometieron. El recuerdo florece, el desastre, la pequeña risa de Gaara y una proposición de matrimonio a gritos por uzumaki, eso será un recuerdo que ambos líderes recordarán con cariño.

La amplia sonrisa que ilumina hasta el callejón más oscuro se asoma, eleva su mano, siseando por el traje hasta el bolsillo trasero, palpando, no obstante, asustandose al no encontrar más que unos retazos de pelusa interrumpiendo.

No hay nada, oh mierda, no hay nada.

Naruto palpea sus bolsillos otra vez, esperando que por algún efecto de algún jutsu los anillos aparezcan. Sin embargo, espera, espera, y no hay resultados.

Sus hombros se tensan y aunque su sonrisa intenta resbalarse con tranquilidad es evidente que no puede evitar pensar en su propia suerte de miserable. Solo a Naruto Uzumaki se le pueden perder los anillos el día de su boda, oh mierda, si Sakura no lo mata, seguramente los hermanos de Gaara bailaran sobre su cadáver.

"¿Y bien?" alguien tose, su voz es ronca producto de la garganta seca.

Naruto le echa una mirada y no puede evitar que su terror se expanda, a su lado, Gaara lo observa, cuestionando en silencio que es lo que pasa.

No es hasta que tiene los ojos penetrantes y tranquilos de Gaara sobre él, es que Naruto comienza a planear la ruta de escape más cercana de un posible abanico y un títere. 

Las crónicas de amor del chico del desierto y el ninja cabeza hueca (GaaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora