Dancing Demons 4/10

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—No me gusta el Fútbol.—Hablo Luther.

—A mi si...

Dave abrió la puerta mirando hacia esos balones. Parpadeo un par de veces y elevó la vista para encontrarse de nuevo con esa chica Rubia de ojos amarillos.

—Oh, tu...¿Como te...?

—Lucia, me llamo Lucía.—Ella le regaló una sonrisa mientras se apoyaba en el marco de la puerta.

—Si...y...¿Como sabes dónde vivo?

—Ese amigo tuyo borracho me lo dijo.

—Oh S-si el no es mi-

—¿Como está modelo se fijaría en alguien tan lerdo como tú?—Hablo Luther dando una sarcástica risa.

Lucia entrecerró sus ojos mirando hacia Dave.

—Hmmm.

—Y...—Dave se rasco la nuca.—¿Qué es lo que quieres? ¿Necesitas ayuda o algo?

Lucia parpadeo un par de veces.

—¿Qué se supone qué debería de decir ahora?—Penso para si misma hablando con su nuevo amigo;

—Mira, Lucía, querida, te dije que ¡No te pienso ayudar mientras me tengas encerrado en un espejo de plata!—Exclamo una voz en su cabeza. Afrodita, diosa del amor.

—Me eres inservible. Te meteré en el armario con Dios el semental de espejos.

—¡Espera! N-

Lucia dio un suspiro.

—Llegue a la ciudad hace poco y necesitaba un poco de ayuda.

Dave miró a su alrededor.

—¿Es algún tipo de broma? ¿Cámara oculta?

—¡Oh! No pienses eso, no es ningún tipo de broma, pensé también en invitarte a algún sitio para tomar y así me enseñas...la ciudad. ¿O tienes una idea mejor?

Lucia arqueó una ceja y dio una sonrisa algo malévola.

—¡Oh sí lo tengo! ¡Espera aquí un momento!

Dave cerró la puerta en toda la cara a Lucía quedando está perpleja y confundida.

Escucho como Dave tiraba cosas y murmuraba respecto a algún tipo de objeto.

Entonces el exclamo con alegría y la "humana" sintió los pasos del chico dirigirse a la puerta.

—¡Oh demonios este no es!

Lucia dio un suspiro y miró hacia abajo, colocándose el escote en su lugar y peinándose un poco.

—Ser una humana es un coñazo...—Susurro así misma por lo bajo.

Dave abrió la puerta y se acercó hacia ella, entregándole un sombrero, unas gafas de sol, y un mapa de la ciudad algo viejo y obsoleto.

—¡Este es el mapa que use para guiarme por la ciudad cuando fui más joven! ¡Cuidalo bien!

Lucia le miró aún más confundida y abrió el mapa. El mapa tenía 20 años. Había un tachón en rotulador donde ponía "Casa"

Parecía un barrio, un suburbio de esos que son tan hermosos. Las típicas casas americanas. Ahí estaba un tachon de esos. Quizás cuando vivía con sus padres.

Un poco más hacia la derecha. Estaba la autopista donde estaban, y un círculo en verde con una cara sonriente que ponía "Casa"

—Siento esas boberías...las hice cuando era un niño. Cuando tenía unos 16 y me echaron de casa quizás.

Lucia observó un poco más el mapa, en el centro de la ciudad, junto los rascacielos y demás estaba la palabra "Trabajo" en negro.

—¿Cuando dijiste que llevas trabajando en-...?

—¡Oh! Esa es fácil, 16 años.

Lucia se exaltó al saber de esa cifra. Ella provenía del infierno, un lugar lleno de males y odio. Pero posiblemente para Dave, el infierno sería en cielo comparado con su día a día.

—¿Me estás diciendo que llevas trabajando en ese puñetero lugar 16 años y jamás te ascendieron?

—¿Eso no es normal?

Lucia puso su primera cara de pena en años.

—Deberias de ser merecedor de algo mejor que toda esta porquería Dave.

Dave se rasco la cabeza.

—Si...Bueno...¿Quieres tomar algún té o algo?

Lucia dio un suspiro y acepto.

Dave entró por la puerta hacia el salón. Todo estaba completamente roto y destrozado. La pintura estaba descolorida y el sillón roto y arañado. Había botellas de alcohol tiradas alrededor del sofá y el cenicero estaba a reventar de colillas. Ambos pasaron hacia el comedor, el cual le pareció extraño. Había únicamente dos sillas. Sobre una de ellas había un espejo realmente grande.

Dave se puso frente al espejo y lo limpio con su camisa. Luego se alejó de este pero su reflejo aún seguía limpiandolo. El reflejo parpadeo un par de veces y miró a Lucía, dándole un guiño y desapareciendo de su vista.

—Luther...—Susurro por lo bajo Lucia.

—Puedes sentarte en esa silla, el espejo está pegado con pegamento a la otra silla...

Dave tomo una taza de Té y la puso en la pequeña mesa donde Lucia estaba. Le puso un plato pequeño bajo el dicho e hizo el Té.

Luego lo vertió sobre la taza y dejó la tetera de cristal en la mesa.

Lucia soplo un poco la taza y sorbió un poco de esto, quedando algo sorprendida.

—¿Los haces tu? Es espléndido.

—Oh si, es de una receta que mi abuela me enseñó años atrás.

Lucia sorbió un poco más del dicho y miró hacia el espejo para encontrarse a Luther tomando de la tetera directamente a pecho. Luego la dejo donde estaba y puso sus pies sobre la mesa. Mirando a la chica y dándole una sonrisa.

Dave limpio un poco la mesa y guardo el paño en un cajón.

—Cuentame sobre ti Lu...Lucia.—Dave saco un cubo, le dio media vuelta y se sentó en este.

—Bueno...yo soy...Soy de Canadá, de...Ottawa.

—Oh si, conozco ese lugar, es muy nevado y frío. Bueno como en toda Canadá...

—Oh si...Tengo que...Tengo que irme ya.—Lucia se levantó de su asiento y se estiró un poco antes de caminar hacia la salida acompañada de Dave.

—¿Nos veremos en el trabajo supongo?—Comento Dave apoyándose en la puerta.

—Si claro.—Lucia se dio media vuelta y se dirigió hacia la esquina más cercana para desaparecer de la vista de Dave.

—Que curvas tiene la jodía.—Jadeo Luther.

Dancing Demons: Lucia [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora