MUSA DE MEDIANOCHE

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Acalorada y solitaria una noche
fui tu musa inspiradora del dolor.
Verso mudo y cargado de reproche
el ente silente de tu fuerte clamor.

Entre las sombras de tu amor frío
me vi obligada a pagar tormentos
y entre tus besos crueles al desafío,
pagué con creces esos, tus silencios.

Fuerte y oblicuo del amor perdido,
fue el corazón que por ti desollado
perdió el poder para soñar contigo,
perdió la magia por estar a tu lado.

Y entre mis versos a ti susurrados
con la tristeza te compartí el dolor
y entre mi brazos hoy tan cansados
te di la magia en todo su esplendor.

Musa callada por ti fui yo aquel día
en que las flores no brillaron más.
Dama deteriorada, triste, sombría.
Musa inspiradora de tu fiel cantar.

VERSOS PARA UN ENTE QUE NO EXISTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora