SECRETOS

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La noche aterrizó sobre nosotros
Dos amantes dispuestos a todo
Árboles susurrando unos a otros
Que de detenernos no había modo

Tus manos suaves tocaron mi piel
Que ardía porque deseaba saciarse
De tus caricias con sabor a miel
De tu boca que dudaba acercarse

Tu aliento huele a fresas del valle
De esas que dulces siempre están
Y tu mirada me pide que no calle
Los gemidos que brotando van

Tu piel tan blanca que parece leche
Se fundió con el chocolate en mí
Deleite puro para quien reproche
Al que interrumpa lo que pase aquí

Besos y versos de la misma boca
Caricias y letras en la misma piel
Son gemidos para quien provoca
Que lo amargo se convierta en miel

Así fundidos por el calor del deseo
Dios sabe cuánto ese día te amé
Y al sentirte tan cerca de mí veo
Que tú no olvidas lo que recordé.

VERSOS PARA UN ENTE QUE NO EXISTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora