NO TE VAYAS

18 7 7
                                    

Se que han pasado ya cuatro años.
Pero yo no te olvido ni de broma,
hoy que mi alma trae tantos daños
provocados con dolor por un coma.

Son estas mis lágrimas saladas
las que hoy muestran mi soledad.
Son el dolor mis rimas desgastadas
esas que hoy me hieren sin piedad.

¿Por qué guardo yo en mi mente
tus tan fuertes últimas palabras?
Si ellas me hieren constantemente.
¿Por qué hoy no logro desecharlas?

Me voy a morir otras veinte veces
antes de olvidar como me llamaste.
Porque si, lo recuerdo con creces,
recuerdo cuando un “hija” gritaste.

Desde entonces te rogué desde casa
que no me dejaras con mi soledad,
que sólo tú eres quien me abraza,
¡no te vayas! fue mi oración, papá.

VERSOS PARA UN ENTE QUE NO EXISTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora