Capítulo 8

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Después de cenar, el castaño junto con la pelinegra y la pequeña pelirroja se encontraban hablando en la sala de estar, mientras que Mio estaba lavando los trastes sucios, cosa que después de una pequeña discusión con el castaño, logro que este la dejara lavarlos.

Mientras que la pelinegra estaba en la cocina, Issei hablaba con Serafall, mientras que Izumi veía televisión, pero de un momento a otro Izumi le dijo a Serafall si podían ir a jugar a su habitación, cosa que se sacó una carcajada al castaño, al ver como la pelinegra era arrastrada hacia la habitación de la niña.

Cuando estas se fueron, el castaño quedo en silencio, pensando en Griselda y como la avía tratado, cosa que causo que soltara un suspiro, pero fue sacado de sus pensamientos por el sonido de la puerta, confundido, este se levantó y se dirigió a abrir la puerta, encontrándose con Sona y Tsubaki.

Cuando el castaño las vio, recordó que Sona quiera hablar con él, por lo que dándose un golpe mentalmente las dejo pasar.

Issei: disculpa Sona pero pasaron algunas cosas y olvide que tenía que enviarte mi dirección... (Decía mientras se rascaba la nuca de forma nerviosa) de echo ¿De dónde sacaste mi dirección? (Decía de forma confundida)

Sona: supuse que te avías olvidado, así que le pedí la dirección a Azasel... (Decía mientras entraba a la casa seguida de Tsubaki y caminaba hacia la sala de estar)

Issei: ya veo... (Decía de forma pensativa, mientras se sentaba en un sofá frente al par de pelinegras, las cuales se sentaron en un sofá de dos personas) ¿De qué era que lo querías hablar, Sona.? (Decía cambiando su tono de vos a uno serio)

Esto causo que la pelinegra se pusiera nerviosa, cosa que mostro al comenzar a limpiar sus lentes de forma apresurada, causando que el peliverde reprimiera una carcajada.

Pasado unos minutos, la pelinegra finalmente decidió mirar al castaño directamente de forma seria, pero Issei pudo ver en sus ojos un deje de nerviosismo.

Sona: lo que quería decir, más bien pedirte era que... (Decía mientras los nervios comenzaban a tomar control de ella, sorprendiendo al castaño al ver como la seria y fría Sona Sitri caía en los nervios) quería pedirte perdón, por no decirte sobre que Rias y las demás te estaban engañando, en verdad lo siento... (Decía mientras agachaba la cabeza y se inclinaba hacia el castaño, siendo seguida por Tsubaki, la cual se avía guardado silencio)

Esto sorprendió al castaño y también lo iso recordar el día que descubrió todo, pero a pesar del sabor amargo que le trajo ese recuerdo, igualmente le dio una sonrisa cálida a la pelinegra.

Issei: te perdono... (Decía en forma calmada, causando que ambas pelinegras lo miraran incrédulas) de hecho, nunca te guarde rencor por no decirme lo que hacía Rias, te admito que si me enoje, pero comprendí que pensaste que ella recapacitaría y volvería conmigo, así que tranquila, te perdono... (Decía de forma calmada, causando que ambas pelinegras tuvieran una expresión descolocada) pero te costara un poco recobrar en totalidad mi confianza... (Decía cambiando su tono a uno serio)

Después de esto, estuvieron platicando un rato más y en ciertas ocasiones el castaño molestaba a Tsubaki por su relacion con Kiba, causando que la pelinegra se sonrojara furiosamente.

Pero en un momento escucharon un fuerte estruendo en el segundo piso, causando que los tres se pararan de golpe, para seguidamente correr hacia donde se avía escuchado el estruendo, cuando llegaron, se sorprendieron al ver el cuarto de Izumi todo desordenado y la cama partida a la mitad por un enorme trozo de hielo.

Cuando miraron hacia el otro extremo del cuarto, pudieron ver a Serafall junto con Izumi jugando ajedrez y por lo que se podía ver, la pequeña pelirroja estaba ganando.

El emperador rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora