Capítulo 5

42 11 0
                                    

------------------

---

.

-Simplemente no puedo creer que hayas tenido el valor de hacer tal cosa.

-Y yo simplemente no puedo creer que sigas abriendo la boca después de que te dije que la cerraras. Y te recuerdo que tu me ayudaste así que mejor hazme caso de una buena vez.

Ya habían pasado unas tres semanas después de lo que sucedió, aún me cuesta trabajo acostumbrarme a la ausencia de mi madre, sin duda las charlas con este tipo y mi trabajo ayudan bastante. Pero lo que más me fortalece saber es que sigo aquí por un buen motivo. No lo olvidé, claro que no, él lo pagará muy caro.

-Dime Deimler, ¿que tal tus citas con el psicólogo?-cuestionó el hombre con barba castaña.

-Son un total asco-me sinceré -No me cabe en la cabeza que esos idiotas me hayan obligado a ir, era mucho más preferible hacer trabajo comunitario a tener que revivir esos días de mierda.

-Eso hacen los psicólogos, te hacen revivir tus peores momentos, y te "ayudan" a superarlos, o eso sé. Además tu fuiste quien tomó en cuenta esa opción.

-Tonterías.

-Lo que digas. Pero si me dejas opinar, fue una gran decisión por parte tuya, agradece que aquellos "idiotas" no hayan considerado
encarcelarte después de que descubrieron que si habías sido tu él responsable de, eso.

Rodé los ojos y recosté mi cabeza en la fría barra de metal, al mismo tiempo que un suspiro cansado salía de mis labios. Y consigo ignorar lo anterior.

-Sabes...

-¿Si?

-Creo que... este lugar... es... cómodo- murmuré acurrucado, somnoliento y anestesiado por el alcohol.

-¿No quieres que te traiga una mantita?- sarcasmo, si, lo reconocería donde sea.

-No es necesario Nick-hablé sintiendo los párpados más pesados.

-Es mejor que te vayas ahora mismo Deimler, ya casi son las seis de la mañana y aún sigues aquí, deberías ir a casa.

-Estoy bien, sólo, dejame descansar un poco.

-Hablo enserio, tienes que irte, tu jornada acabo hace horas, necesitas de un buen baño y un merecido descanso, pero no aquí, vete, que te necesitaré al rato al cien. No quiero una demanda por abuso de poder o por falta de eficiencia de parte de mi personal.

Alcé un poco mi rostro siguiéndole el juego.

-¿Acaso me estás corriendo?

-Si, ¿no es muy obvio?

-Okay eso no me lo esperaba. ¿Hablas enserio?- quiero asegurarme, por eso pregunto.

-¿Qué no escuchaste? Sí, ya vete, estás demasiado ebrio, te veo al rato. Y ten cuidado, no quiero que pase lo de la otra vez. Si necesitas algo me llamas.

Tuve que obedecer a regañadientes, creo que si va enserio, no quiero que se enfade conmigo y me arrebate el trabajo, por más amigo que sea, tiene que hacer lo correcto, es el jefe, hay que respetar sus órdenes. Lo menos que necesito en estos momentos es no tener empleo.

DIVINE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora