Capitulo 3

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A veces la vida nos lleva por rutas complicadas, haciéndonos pensar que tal vez no podremos salir de ellas. Pero lo cierto es, que la vida y el destino son uno mismo, ellos se conocen y nos conocen, saben que saldremos adelante, y que sí no lo logramos solos, saben que habrá alguien que nos tienda la mano. Nos ayude a cruzar y nos lleve a los verdes prados para disfrutar un poco de la paz y la belleza. Para estar en calma. Y sobretodo saben qué esa persona se volverá nuestra paz y nuestra calma.

Desde que Dustin me apoyó hace unos días no me he podido sacar de la mente algo que se ha vuelto tedioso para mí. Él se ha portado de mil maravillas conmigo y eso sólo me empeora. Nunca tuve a alguien que viera a través de mí, que conectará con la verdadera Delanie. Clara lo ha intentado, siempre me ha apoyado a su manera. Pero con Dustin fue diferente, fue como si me enseñará a ver al mundo y a las personas desde otro ángulo. Y eso me llevo al borde de un abismo. Uno del cual estoy segura que saltaré en cualquier instante.

-¿Y...?-Inquiere el pelirrojo. Estamos en la cafetería del instituto celebrando que por fin llevo tres días llegando a la hora correcta.

-Creo que estudiaré diseño de modas-Susurro. Emocionada. Como si fuera un secreto. La verdad lo es, Dustin es la primera persona a la que se lo cuento. Mi madre sé que me apoyara, pero también sé que le tomara tiempo aceptarlo. Ella quería que estudiara derecho o medicina.

-¡Bien!-Chocamos los cinco, y el simple contacto palma con palma me transmite un hormigueo que recorre mi espalda-Me agrada, podrías montar una enorme tienda, así cuando yo necesite ropa sabré a dónde ir-Dustin me guiña el ojo. Cómplice. Y ajeno a lo que su gesto produce en mí.

Ay mierda ya parezco una adolescente hormonal de catorce... ¡Pu*$!

-¿Y tú, que estudiarás?-Cuestiono. Interesada. Últimamente nuestras platicas se han vuelto triviales y muy aleatorias. Podemos pasar horas hablando de idioteces sin necesidad de aburrirnos.

-Aun no lo sé, pero lo que la vida decida eso estará bien-Informa. Relajado. Como siempre suele serlo.-Me gusta que las cosas sean tranquilas, que las sorpresas buenas o malas sigan siendo eso. Sorpresas. Me gusta que todo fluya en un orden precisó pero que a la vez pueda ser un desorden.

Dustin toma un sorbo de su batido. Parece que estuviera concentrado pensando.

-Por eso me gustas.

Que se pare el mundo. ¿Que dijo?.

Me atraganto con una papa frita, comienzo a toser como si no hubiera un mañana.

-¿Que... Di...?-Trato de hablar pero me es imposible. Bebo un poco de mí agua saborizada y lo miro. Incrédula-¿Que?.

-Eso-Susurró. Sonriendo-Me gusta tu forma de ser Dela, eres rígida, pero también divertida. Eres como el equilibrio de la paz y el desmadre. Y eso es perfecto.-El café de sus ojos se conecta con el verde de los míos. Me llamó perfecta. Indirectamente claro, pero lo hizo. ¡Lo hizo!.

¿Donde esta la cámara escondida?.

Este es el momento, debo decírselo. Dustin tiene que saber lo que me he venido guardando durante una semana entera. Y que cada vez me está volviendo más y más loca. Pero, ¿Y si arruino nuestra amistad?. No quiero eso, aunque él no lo sabe se ha vuelto alguien muy importante en mi vida. Y todo paso en un lapso corto de tiempo. Eso me gusta de él, Dustin sabe como ganarse a las personas con el simple hecho de ser él y solamente él.

¡Que se jodan todos, lo diré!.

-Dustin tú...-Comencé, con una sonrisa tímida en mis labios. Él notó mis dudas y alzó una ceja. Disfrutando de verme hacer el ridículo, como siempre.

-¿Dustin Murray?-Una tercera voz irrumpió en nuestra plática. Una chica. Dustin al verla no ocultó su emoción.

-Miranda Ferroy-El pelirrojo se levantó y abrazó a la morena. Se veían cómodos uno con el otro. Y de pronto entablaron una conversación donde yo no estaba invitada.

Algo molesta por el gesto tan descortés de Dustin guarde mis cosas en mi mochila. Me levanté y me dirigí a un bote donde eché la bandeja de comida que apenas había tocado. Gire sobre mis talones y me dispuse a irme. Ya casi a unos cuentos pasos de la salida escuché a Dustin llamarme. ¿Que hice? Lo que una chica madura como yo haría. Ignorarlo.

•••

Me encontraba en la casa de Clara, tirada boca arriba en su cama. Mis manos estaban entrelazadas sobre mi abdomen mientras pensaba en lo sucedido esta mañana. Mi sangre hervía de sólo recordar como Dustin me echó a un lado al ver a la chica. Quería golpear algo para desquitarme... No, mejor aún. Quería golpearlo. Sí, eso.

-¿Cómo dices que se llama?-Interrogó Clara desde su escritorio.

-Miranda Ferroy-Escupí entre dientes. Clara tecleó en su computadora y en unos segundos me llamó a su lado.

-Es hermosa-Afirmó mi amiga, mientras revisaba el perfil de Facebook de la chica.

-¿Eres mi amiga o no?-La miré, algo enojada. Sí es bonita... Carajo parece top model.

-Por supuesto, pero no se le puede negar lo agraciada que es-Señaló la foto de la morena.

Tenía el cabello rizado y unos ojos color miel. Y todo en ella encajaba a la perfección, se veía increíble. Como si la hubiesen traído de una pasarela de Victoria Secret.

Me tiré de nuevo a la cama, algo deprimida, Miranda es ese tipo de chicas que te bajan la autoestima con sólo tenerla a tu lado. Y mi autoestima no era muy fuerte. Además ella y Dustin se veían muy cercanos.

-Aja, Dime-Ordenó Clara. La miré alzando mi ceja derecha. Nunca logré alzar la izquierda.

-¿Que se supone que debo decir?

-Hace unas semanas me dijiste que odiabas a Dustin y que lo querías matar-Repite lo que exactamente dije.-Ahora te la pasas más con él que conmigo.

-¿Celosa?-Piqué en broma.

-Por supuesto que no, te conozco y sé que no me cambiarias por Dustin. Pero de la noche a la mañana estás muy rara Delanie. Y ahora llega señorita hermosura-Señaló de nuevo la pantalla de su laptop donde aún se podía ver la foto de Miranda y mi sonrisa se esfumó. Dando paso a un ceño fruncido y una mueca de disgusto-Y tú te pones así-Me señala-Pareciera que estuvieras...

-No-Negué antes de que pudiera completar su frase. Pero ya saben como son las amigas. Te conocen tan bien que incluso si mientes acerca de la marca de tu tinte ellas sabrán la verdad.

-¡Te gusta!-Chilló Clara, saltando por toda la habitación. Hasta que se tiró a mi lado. Me abrazó con fuerza haciendome reír.

-No me gusta-Trato de controlar la sonrisa que quiere aparecer en mi rostro. Tarea fallida.

-Sí, claro. Y a mí no me gusta el helado-Bufó-Sólo mírate, estás más colorada que una caricatura. ¡Oh por Dios!.

Mordí mi labio inferior tratando de controlarme.-Estuve a punto de decírselo-Confesé y Clara abrió sus ojos de una forma que pensé que se le saldrían-Y entonces llegó Miranda-No puedo evitar decir su nombre con recelo.-Y el idiota se le fue encima como el metal a un imán.

-Dustin no lo sabe Delanie, él piensa que lo ves como a un simple amigo-Explica la castaña-Pero eso no cambia el hecho de que hizo mal al dejarte a un lado. Fue un acto de mala educación.

-Lo sé. Y estoy enfadada por eso. No quiero ni verlo.-Miento, sí quiero verlo.

-Entonces no lo hagas, o por lo menos no hasta que te sientas capaz de confesarle tus emociones.-El consejo de Clara tiene mucha razón. Debo llenarme de valor para poder decirle a Dustin lo que siento por él. Pero necesito tiempo para encontrar el valor.

*****

¿Soy la única que ha pasado por una situación similar?

Me refiero a que un amigo cercano te deje de lado de un momento a otro. Es de las cosas más dolorosas emocionalmente que puedan pasar. O por lo menos a mí me resulta así.

Espero te guste el capítulo.

Abby C.

Desperte queriendo soñarte ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora