Capitulo 4

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Miércoles 6:00 am (Quinta semana)

Nuevamente me desperté al escuchar mi alarma. Hice mi rutina mañanera con algo de pereza y nostalgia al no tener a un pelirrojo loco gritándome para que me diera prisa. Nuevamente recibí un mensaje de él la noche anterior pidiéndome disculpas por no poder venir ya qué debía hacerle un favor a una amiga. Y nuevamente lo dejé en visto. Me dolía en el alma que Dustin me haya hecho a un lado cuando Miranda llegó, y pensé que sería algo momentáneo. Pero no fue así. De tenerlo siempre a mi lado pasé a verlo siempre a su lado. De compartir las horas de la comida pasé a verlo compartirlas con ella. Pensé que se me pasaría con el tiempo. Pero aún no se pasa, y cada día el dolor aumenta. A tal grado que en las noches antes de dormir lloró un poco para dejar fluir todas las emociones que cargo conmigo en el día. Esto no es vida. No lo siento así.

Una vez lista bajó por el desayuno. Encuentro a mi madre colocando los platos y me dispongo a ayudarle.

—Buen día—Besa mi frente y toma asiento. Yo la imitó y me siento a su lado.—Me alegra que ya tu falta de responsabilidad y puntualidad se haya resuelto linda.

—Sí, es magnífico—Fingí emoción.

Ambas comimos en silenció. Hasta que ella rompió el hielo.

—Tu padre se comunicó—Deje caer la cuchara. Mis ojos la miraron trasmitiendo miles de preguntas a la vez. Se le veía incómoda.—Esta viviendo en Manhattan, quiere que vayas de visitas.

—¿Qué?—Logre articular. Estupefacta.—¿Llamó cómo si nada hubiese pasado?.

Mi madre bajó la cabeza.—Tiene un mes comunicándose, Delanie.—Mis ojos se abren más.—Estas últimas semanas quise decirte, pero te he notado callada. No sabía como lo tomarías. Lo siento—Sin más mi madre rompió en llanto. El tema de papá ha sido muy delicado para ambas. Siento un gran alivio al saber que está bien. Pero también me siento traicionada.

—Esta bien, mamá—Me levanto y la abrazo para tranquilizarla—Estaremos bien.

•••

Camino sin mucho ánimo a mi primera clase del día. Literatura, es mi clase favorita, pero hoy no estoy de humor. Esta es una de las pocas clases que no comparto con Clara. Así que de seguro la pasaré sola. Antes Dustin se sentaba conmigo, pero ya tiene varias semanas sin hacerlo.

Entró al aula y camino hasta mi asiento de siempre. En el fondo. Acomodo mis cosas en él y saco un cuaderno para empezar a garabatear hasta que la profesora llegué. Trazo líneas sin sentido en mi libreta que se van conectando junto a otras. Dejó que mi imaginación vuele y me centro en relajarme. Pero fallo cuando alguien se sienta a mi lado haciendo el mayor ruido posible con su silla. Alzo mi rostro dispuesta a comenzar una discusión con mi acompañante. Pero me congelo.

—¿Alguien te dijo lo mala que eres dibujando?.

—No—Respondí. Volviendo mi atención a mi cuaderno. Y maldiciendo en mi interior por las mariposas que cosquillean en mi estómago sólo por su presencia.

—Hemos estado algo alejados, Delanie—Lo escuchó suspirar. Pero aún así no lo veo. Sigo trazando garabatos sin sentido y como respuesta me encogí de hombros.—¿Cómo estás?

—Bien, supongo.

—Se supone que deberías preguntar como estoy yo—Agrega con obviedad.

—No, sé que estás bien. Se nota—Le miré, su ceño levemente fruncido. Y sus labios formando una fina línea.—No tienes que verte en el compromiso de venir aquí y hacerte del buen amigo, Dustin.

—¿De que hablas?—Preguntó, dándome una mirada curiosa—No me hago del buen amigo. Yo soy tu amigo—Auch.

—Claro—Me gire un poco en mi asiento para verlo mejor. Tragué algo de saliva—Hoy no es mi día ¿De acuerdo? Por eso estoy luchando demasiado para no abofetearte ahora mismo como lo mereces—Dustin parpadeó un par de veces para asegurarse de que lo que decía era verdad—Fuera Dustin, vete. No te quiero cerca de mí—Sí quiero, tan cerca como sea posible—Ni tampoco quiero que me hables.

Desperte queriendo soñarte ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora