28. ¡La cita!

131 9 0
                                    


Caminaba de un lado a otro estaba que moría de los malditos nervios, Young.K había invitado a Jae para hacerme compañía y ayudarme a elegir mi atuendo, pero los malditos nervios me dejaran sin uñas, un labio maltratado y con un maldito vacío en mi estómago. ¡Diablos!, el más emocionado era mi lobo, estaba que brincaba de la felicidad por qué se reuniría con su alfa. Suspiré derrotado no podía más, vería frente a frente a Sungjin después de tanto, sin golpes, insultos, ni nada y la verdad no quería bajar la guardia; el temor porque haga lo de hace años aún carcome mi interior, me hace estremecer de miedo. No quiero volver a ser débil, no quiero volver a llorar por qué mi corazón se siente incompleto, quería ser yo, estaba ansiando porque esta vez si fuese feliz.

La carta decía que él me esperaría y que respetaría mi decisión, quería meterme en mi cama y aferrarme a ella para no salir de mi zona de confort, quería que esto fuese una mentira, que nada de esto estuviera pasando, pero al verme al espejo con un pantalón color azul, una camisa blanca y un saco del mismo color de mi pantalón me decía que esto era mi realidad, hoy enfrentaría a mi mayor reto luego de tanto, le daría frente a lo que realmente me atormentó por años, el saber que tanto amaba a ese alfa.


―Relájate todo irá bien ―. Dijo Jae con una sonrisa y la verdad yo no supe si reí o hice una mueca, estaba inmerso en mis nervios; parecía al chico de hace años cuando Sungjin me invitó a salir luego de cumplir quince años. ¡Maldita sea esto es mucho para mí!

―Pil ― hablo Young.k. Alce mi mirada algo perdida. ― Has llegado lejos amigo, no es hora de que te muéstrate débil, eres un omega fuerte, demuéstrale que tiene mucho que hacer aún para que esté a tu lado ―. Eso era lo que necesitaba mi polo a tierra, mi mejor amigo diciéndome que no estoy perdido.

―Young gracias ―. Lo abracé fuerte y me llené de su olor para calmarme un poco. ―Sé que puedo ―. Él asintió sonriéndome.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Quería literalmente devolverme, estaba al frente de aquel teatro mirando como todos entran sonrientes con sus acompañantes, mientras yo estaba solo con una entrada en mi mano y con mis piernas temblorosas. Esto no estaba bien en ninguno de los sentidos y la verdad prefería llorar a mares solo. Gire, sabía que me arrepentiría, pero es... no podía creerlo, esto es... Él estaba detrás de mí con una sonrisita ladina, mirándose malditamente encantador.

―No es un sueño, viniste ―. Dijo como niño. ¿Porqué me hace esto? ―Gracias ―. Agregó para tomar mi mano y colocarla en su brazo. ―Solo acompáñame, no te hablaré si eso te hace sentir mejor, solo quiero que disfrutes del musical ―. No dije nada solo asentí y me dejé guiar por él. El lugar estaba especialmente iluminado, con decoración hermosas, nuestros asientos estaban muy bien ubicados, y yo era un idiota mirando de reojo al alfa a mi lado.

Él no mintió el musical fue toda una belleza, hasta llore con el canto de una de las chicas y sin pensarlo tomé su mano apretándola fuerte cuando mis emociones afloraron con la música, como él dijo permaneció callado, lo pillé una que otra vez mirándome y me hizo sonrojar; parecía adolescente en su primera cita. ¡Dios , hace cuánto soñé con esto!


El musical culminó y el me acompañó hasta mi auto, aún sin decir nada, eso incrementó mis nervios, quería que dijera alguna de sus estupideces para poder sacar esto que tengo atorado en mi interior, pero estaba actuando como siempre fue, mi alfa respetuoso, considerado, ese chico que años atrás conocí, era como si el tiempo no hubiese pasado. Sin querer mis ojos se aguaron al recordar los días felices, sus besos, sus palabras, las promesas, todo aún estaba vivo en mí y sin más ya estaba llorando.

― ¡No por Dios no llores! ―. Tomo mis manos y la verdad yo quería llorar en su pecho. ―Nunca me gustó verte así, por favor no llores ―. Alce mi mirada y esos ojos solo mostraron dolor, al igual que aquella vez que llore porque me dejaría. ― Aún, a pesar de todo, yo te amo ―. ¡Maldito por qué decías eso! Me lancé a sus brazos y sin más lloré como hace años no lo hacía, lo tenía conmigo, me estaba reconfortando, si esto era lo que necesitaba, lo que mi lobo y yo queríamos.

Me arrullo un rato entre sus brazos, hasta que sintió que estaba completamente calmado. ― ¿Te sientes mejor? ―. Yo asentí. ― ¿Quieres que te lleve? ―. Si quería, pero...

―Creo que puedo conducir a casa ―. Hablé con mi voz ronca por mi llanto anterior.

―Bien ―. Fue lo único que dijo agachando su mirada.

―Gracias por la invitación el musical me gustó mucho ―. Lo vi sonreír sin verme. ―Creo que es hora de irme.

― ¿Puedo darte un último abrazo? ―. ¡Sungjin no me hagas esto! ―Por favor ―. Parecía un niño. ¡Diablos!

―Está bien ―. Su sonrisa incrementó y me tomó entre sus brazos abrigándome con ellos.

― ¿No sabes cuántos años anhele estar así contigo? ―. Oculto su rostro en mi cuello. ―Sentir tu olor, ese que tanto me gusta ―. Se separó un poco para acariciar una de mis mejillas. ―Cada día que pasa te haces más hermoso, eres el omega más lindo que mis ojos han visto ―. No sigas, no sigas. ―Eres el único que descontrola mi interior, haciendo que mi corazón corra como loco ―. Colocó una de mis manos en su pecho. ―Pil, mi Wonpil, mi lindo y dulce omega, yo solo te he amado a ti, a nadie más.

Y fue ahí que me di cuenta que no era ni la mitad de fuerte de lo querría ser, que yo también lo amaba, que por más que entrenará, dejará de temer a la voz de mando de un alfa, que golpeará como uno, él, mi alfa hacía estragos en mi con sólo decir que me amaba. Tome su rostro entre mis manos, ya no era el de ese chico adolescente, ahora era un hombre muy apuesto, con parsimonia acaricie su rostro con mis pulgares, él cerró sus ojos, viéndose tan vulnerable. Al fin lo tenía a mi lado como debió ser siempre, lo detalle un rato más y acorte esa pequeña distancia que nos separaba; sentí una explosión en mi interior cuando toque sus labios con los míos, esos labios que siempre me pertenecieron, solo fue un roce al principio, para luego moverlos lentamente, él se aferró a mi cintura y yo aún sostenía su rostro. Sentí que el tiempo se detuvo, que nada a nuestro alrededor existía, en ese instante éramos él y yo.

Nos separamos luego de un rato, respirando profundo, sintiendo un mundo de sentimientos retenidos florecer, el mundo volvió a girar y sentí como la realidad me golpeaba. Lo había besado, yo había empezado todo, y sentí que me había perdido. ¿Pero es lógico sentirse vivo, cuando dejaste tus principios de lado? No lo creo, creo que me arriesgue y quería ganar todo por primera vez en mi vida. ―Yo también te amo mi alfa.






Gracias por darle amor a este fic <3

Mi Dulce Omega (Sungpil) ( Jaehyungparkian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora