Mi Dulce Omega (Sungpil) ( Jaehyungparkian)

11. ¡Ya ni besarte puedo!

POV SUNGJIN

Justo ese día en la mañana esa chica se atrevió a besarme, se aprovechó porque me agarro desprevenido y las ganas de vomitar eran más fuertes que yo corrí al baño y percibí a alguien dando golpecitos en mi espalda, por su aroma sabía quién era perfectamente.

—Tu lobo odia a esa chica y por eso estas vomitando después te acostumbraras a lidiar con eso— el solo pensar en besarla de nuevo se me revolvía el estómago.

—Mark por mi culpa todos te odian —eso me hacía sentir culpable.

—Sé realmente quienes son mis amigos.

—¿Todos quieren a YoungHyun, no? —podía ver a mis antiguos amigos muy felices con ese intruso.

—No te mentiré es un buen tipo pero tú eres mi preferido.

—Me estoy muriendo—eso era lo que pensaba.

—SungJin no puedes morir —colocó su mano en mi hombro— .Debo irme —asentí y se fue.

Me quedé un momento más mientras tomaba fuerzas para levantarme y escuche algo que no me gusto.

—¿Pil quieres ir al cine hoy? —escuche mientras seguía en el baño.

—No creo.

—Acompáñame, Bonito —¿Bonito? él no puede tenerle apodos, Pil es mío.

—Young, no tengo ánimos —su voz era triste y yo era el causante de eso.

—No quiero ir solito —que lo acompañe su madre, mi lobo y yo estábamos muy de acuerdo con ello.

—Esta bien Young.K —él beso su mejilla y lo supe porque pude escuchar el sonoro beso y me moleste.

—Iré a despejar mi mente y nos vemos en la noche —era mi oportunidad.

—Voy a tu casa Bonito —odio con mi alma que le diga así.

Pasaron treinta minutos y subí lentamente a la terraza, mi olfato me decía que Pili estaba ahí solo, trataba de calmarme pero era muy difícil. Pude verlo y estaba sentado jugando con sus dedos, mis piernas fueron más rápidas y en menos de lo que pensé pude contemplarlo más cerca.

—Pili... —su mirada tenía mucha tristeza.

—SungJin...—nuestros ojos estaban llenos de lágrimas.

—Ex...extraño todo de ti, mi dulce omega —mi lobo me dominó y estaba besando a mi omega, no era un beso tierno era un beso necesitado, sostuve su cara para yo tener el control de la situación, mordí con ferocidad su labio inferior y cuando abrió un poco la boca introduje mi lengua en su cavidad bucal sin nada de delicadeza, baje la guardia y sus manos me apartaron para salir corriendo del lugar.

Lo perseguí por las escaleras y llegando a un pasillo, veo que unos brazos lo atraparon.

—¡Aléjate de él, maldito alfa! —era el idiota de Young, me dolió ver a Pil llorando mientras lo abrazaba.

—¡Es mi omega! —dije indignado.

—Te recuerdo que tienes una novia y nunca lo has marcado.

—...

—¿Por qué lo golpeaste? —eso creyó él cuando le vio el labio roto— Eres un maldito cobarde, deja a mi Bonito en paz o te va a ir muy mal.