C R A C O V I A [Profesor]

XI

✨ CAPÍTULO 11. De cuando los hermanos Berrotte se reencuentran ✨

Se quedó parada en la entrada de la cámara, observando la escena que tenía frente a ella. Andrés abrazaba a Sergio con fuerza, ante la atenta mirada de Nairobi, cuyos ojos brillaban al pensar que las cosas no iban a salir tan mal de todos modos. Habían conseguido acabar el túnel. Iban a salir de allí.

El corazón de la morena se aceleró al sentir como los ojos de Sergio se clavaban ella. Tragó saliva con cierta dificultad. Parte del enfado que sentía se desvaneció al verle, pero algo en su interior seguía estando recelosa. No se movió del sitio, y se limitó a seguir mirándolo en silencio.

Antes de que Sergio hiciera ademán de avanzar en su dirección, Denver apareció corriendo y estrechó al Profesor entre sus brazos, con fuerza, levantándolo levemente del suelo. Sofía sonrió y sacudió la cabeza.

Sergio correspondió al abrazo de su compañero, pero no tardó en apartarle para situarse frente a la morena.

- Profesor – Cracovia inclinó levemente la cabeza en señal de saludo.

- Sofía – él la había abrazado con fuerza, y había susurrado su nombre en su oído, provocándole un leve estremecimiento.

Sus brazos la envolvieron con fuerza, y ella no tardó en corresponderle, dejándose llevar por la emoción del momento. En los brazos de Sergio se sintió relajada. Aspiró su aroma, tratando de mantener su recuerdo. Se alejaron levemente para mirarse a los ojos antes de juntar sus labios en un beso rápido, pero necesario.

- Sofía yo... - Sergio trató de hablar, pero la joven alzó una mano para impedírselo.

- Ahora no, Sergio – se limitó a decir mientras se alejaba de él. No quería recibir sus explicaciones en ese momento. La alegría de verle se desvaneció cuando a su mente acudieron las imágenes de él con la inspectora. Sonrió con tristeza y fue Nairobi quien se acercó al Profesor para abrazarlo.

La pelinegra le lanzó a su amiga una mirada pícara, al observar el beso que se había dado esta con el profesor. Sofía se limitó a sacudir la cabeza mientras les daba la espalda para terminar de arreglar las cosas.

Sergio observó como Sofía se iba, y su corazón se encogió ligeramente. Podía sentir que, pese a todo, algo entre ellos había cambiado. Se atormentaba a sí mismo por no haberle contado a la morena alguna de las cosas que habían sucedido en el exterior y, sin embargo, presentía que ella ya era consciente de ellas.

Se sentía mal consigo mismo por haber pasado tiempo con la inspectora, pese a que lo suyo no había ido a más. Sólo habían hablado y, sin embargo, sentía que estaba traicionando la confianza de la argentina.

- ¿Qué has hecho, hermanito?

La voz de Andrés justo a sus espaldas le sobresaltó.

- No he hecho nada, Andrés – se limitó a responder.