Intentando escapar

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Ayer cuando vi a mis padres no crei que pasaria eso y Frédéric por lo menos me dijo como poder ser yo otra vez sólo que el libro lo vi por última vez en manos de el y la llave igual necesito al mis recuerdos nuevamente, ahora voy entendiendo todo las insignias que tenia el libro era mi nombre K.A " Karoline Angelicus " sólo abrirlo es mi meta ahora solo que primero lo debo encontrar y huir de aqui.

Me levanto de la cama y voy a la ducha, me quito el vestido que tenia puesto y entro allí el agua fría sobre mi rostro me calma y deja que piense con más claridad salgo de la ducha con una toalla envuelta y veo a Adrian sentado en una esquina de mi cama.

Apenas me ve se aproxima yo retrocedo hasta que una pared me lo impide Adrian pone un brazo a lado de mi intentando evitar que escape con su mano me toca la mejilla y me mira con deseo al tenerme casi desnuda y mojada.

- Te vez encantadora - toca mi rostro con delicadeza y la pasa por mi cuello hasta que la posa en mi hombro.

- No debes entrar sin pedir permiso sabias.

- Lose pero tu eres mi prometida y puedo hacer lo que quiera incluso esto - baja un poco más su mano y desace el agarre de la toalla que traía haciendola caer y dejarme totalmente descubierta.

- Que diablos haces - intento taparme como puedo pero me lo impide cogiendome de las manos y las eleva un poco más arriba de mi cabeza sujetándolas fuertemente con su mano inmovilizandolas.

- Hago lo que me plazca eres mía - empieza hacercar su rostro para oler mi aroma hasta la parte del cuello ocasionando que me den náuseas tenerlo cerca de mi.

- Eso jamás - se enfurece y con su otra mano agarra mi cuello baja su rostro hasta mi abdomen subiendolo poco a poco hasta que llega a mis labios y me besa.

- Eso ya veremos - deja de ahorcarme y me toca la cadera - pero hoy no te haré nada tampoco aunque tu quieras mi princesa bueno me voy mi muñequita - me suelta y caigo al suelo cogo la toalla rápido y me cubro.

- Fuera de aqui ya - abre la puerta me queda viendo un rato mas suelta una pequeña risita antes de salir de mi habitacion las lágrimas invaden mis mejillas.

Necesito a Angel a mi lado otra vez lo necesito no aguanto esto mas odio mis encuentros con Adrian odio este lugar y odio tenerlo cerca es un pervertido un abusivo odio todo de el pero no puedo escapar estoy rodeada por miles de inpuros que talvez sean igual a el o todavía peor.

- Princesa esta bien - mi guardespaldas se aproxima y cuando ve como estaba voltea sonrojado - me avisa cuando se halla puesto algo más decente con su permiso.

- Ok fuera de aqui - sale y me levanto del lugar que me encontraba voy al armario y busco entre todo eso hasta que veo un vestido gris con negro casi igual al que me había puesto ayer sólo que no tenia la falda tipo campana sino era suelto totalmente normal con unas zapatillas negras.

Voy a verme al espejo y comienzo a peinar un poco mi cabello y le digo a mi guardespaldas que entre.

- Señorita Karoline disculpe por mi descortesía al haber entrado aquí sin autorización sólo que como había entrado el príncipe temía que le hubiera hecho daño.

- Ya estoy bien no te preocupes - digo mientras oculto las lágrimas.

- A mi no me engaña princesa se como es el señor Adrian y de que sería capaz de hacer no quiero que la lastime.

- Por qué tanta preocupación en mi persona Arturo tu eres un inpuro.

- No por serlo signifique que soy igual a ellos yo le ayudare en cualquier cosa señorita Angelicus.

- Ayúdame a escapar es lo único que pido.

- Eso jamás señorita Karoline no traicionaria a los míos.

- Eso es lo único que te pido nada mas porfavor no aguanto más este martirio.

- No le ayudare en eso señorita aún así le ayudare con el señor.

- Porque tanto afán en ayudarme con tu amo cuando vuelva hacer yo misma lo asesinare  y disfrutaré hacerlo.

- Si hace eso yo nunca la detendré el príncipe a hecho esto antes con la princesa Kasandra Lusbel ella era poderosa ambiciosa y muy lujuriosa el príncipe tuvo siempre lo que quería por eso deciso aquel casamiento que era para unir a los ángeles caídos y demonios.

- La princesa de los demonios y el príncipe de los ángeles caídos, pero porque hizo eso.

- Porque le gustan las cosas difíciles y que mas difícil que la princesa de los ángeles puros.

- Y que paso con ella.

- Es vengativa ella también busca asesinarlo junto con toda su familia si consigue a un nuevo pretendiente de seguro les perdonará esa ofensa.

- Espero lo asesine.

- Sabes también te asesinaria a ti ya que por ti la dejo.

- Más problemas aún sierto.

- No se preocupe señorita Karoline yo la protegere siempre de ella y de el casi siempre ya que no quiero que me maten.

- Pues gracias de todas maneras.

- Ok mi princesa.

- Me puedes hacer un favor.

- Si claro princesa dígame de que se trata.

- Cómo es Kasandra.

- Donde tu la vez parece inocente delicada y como si ningún rayo solar la haya tocado nunca, su cabello castaño y ojos del mismo color la hacen una chica preciosa sus alas oscuras la hacen parecer un ángel pero así son los demonios las mismas alas y viste como una reyna egipcia.

- Si no fuera una princesa creería que te gusta - sonrió.

- Su encanto y todo lo demás talvez harían que me guste pero su alma esta manchada mucho más que de un inpuro pero tu eres diferente.

- A que te refieres Arturo.

- Que son chicas como tu me gustan - se levanta y se va de mi cuarto sin dejarme decir nada más.

Kasandra princesa de demonios nunca vi uno bueno eso creo quisiera que todos viviéramos en paz sólo que en este mundo pequeño las guerras celestiales son muchas y estoy segura de que yo ocasione una por mi ofensa a los de mi especie si tan sólo fuera fuerte para defender a todos los que quiero incluso a Angel desearía no haber abierto el libro allí empezó todo.

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