Ayúdame mi angel

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A pasado ya una semana desde que estoy aquí y no e tenido ninguna noticia de Frédéric o Angel de Adrian será que me buscan o por lo menos se acuerdan de mi quisiera saberlo necesito salir rápido mis encuentros con el inpuro son casi iguales al anterior y si llego a reusarme temo que llegue mucho más halla.

Ser un ángel eso jamás lo pedí pero este es mi destino ser alguien de alma pura pensamientos inocentes y carácter sumiso quisiera sólo ser lo que creí desde un principio ser un humano no recordar y mucho menos saber que existen los ángeles caídos los demonios y mucho menos los ángeles.

Cada día para mi es un martirio vivir aquí encerrada como un ave al cual le arrancaron las alas y nunca más podrá volar a su libertad quisiera poder salir pero como hay sólo una llave la cual siempre tiene Adrian pero la simple idea de que me descubra me atemoriza el ahora es mucho más fuerte que yo pero si tan sólo mi parte angelical despierta quisiera saber si podría salir y acabar con su vida solo que no quiero que también ese poder acabe conmigo.

- Mi princesa como estas te traje la cena será que te gusta el filete y la ensalada espero te encante - abre la puerta y me aproximó a el.

- Será que podemos comer juntos - digo intentando hacer que tenga confianza en mi la suficiente para tener la suficiente libertad para salir o asesinarlo.

- Lo lamento mucho pero ya comi y no quisiera cenar en esta jaula mi princesa.

- Si soy tu princesa no deberías tratarme así no te parece.

- Tienes razón cariño más tarde cenaremos juntos y si te portas bien podrás vivir como cualquier otro caído y nuestro matrimonio unirá a los ángeles para siempre imagina las alas de nuestro hijo.

- Serían grises sierto las mías son blancas las tuyas negras y nuestro hijo que seria un puro o inpuro.

- Sería un neutro el primero de una nueva raza de angel el cual no será ni bueno ni malo sino ambos.

- Un neutro - la simple idea hace que mi cuerpo se estremezca por completo.

- Ahora come rápido y te veré más tarde halla arriba mis sirvientes te traerán algo para que te pongas y una habitación en la cual te vestirás para que te veas bien.

- Entendido estaré esperando con ansias.

- Bueno me tengo que ir ya que tengo una reunión con la familia Angelicus los conoces.

- Con mis padres.

- Si sospechan que te tengo cautiva a sierto ellos vienen acompañados de un  hijo de condes se llama Frédéric Jonier tu ex prometido.

- El hijo de los Jonier y mis padres vendrán quiero conocerlos.

- No creo mejor después de nuestra boda ellos harían cualquier cosa para tener de vuelta a su ángel.

- Ya ve no te entretengo tienes que llegar temprano halla.

- Sierto me voy mis empleados vendrán por ti rápido.

Se va y me deja sola mis padres están tan cerca de mi pero no los podré ver, los muros de piedra me separan de conocerlos alguna vez.

- Princesa Karoline Angelicus próxima reina de los puros y inpuros - me mira y hace una reverencia aquel desconocido con traje de pinguino.

- Que se le ofrece - digo desafiante.

- El príncipe de inpuros quiere que vaya a sus nuevos aposentos cuanto antes esta todo listo para su convivencia aquí en este palacio - abre la puerta y salgo a mi nueva habitación siendo transportada por mi guardespaldas.

Mi sirviente tiene la cabellera rojiza y ojos cafes su mirada fría y neutral careciente de todo sentimiento cuando llegamos a mi habitacion no entra y se queda en la puerta entró y veo mis alrededores la pared de un rosa pálido los pilares blancos todo es de colores suaves las ventanas son grandes y enormes cortinas tapan toda visión.

Me acerco al armario los atuendos son oscuros colores vivos escogo un vestido rojo y unos zapatillas negras el vestido es como los que usaban antiguamente los representantes de la realeza parecen una gran campana la parte de la falda tiene rojo y negro el descote es en forma de cuadrado y las mangas son sueltas y largas parte de ellas termina casi por mi mano y la otra continúa hasta el final del vestido dándole un aspecto elegante y cómodo.

- Ya está lista princesa.

- Aun no cállate y te aviso cuando haya acabado.

Voy a verme a un espejo el tiempo que estuve aquí mi cabello creció y mi aspecto es algo pálido por la falta de luz, peino mi larga cabellera la cual me llega un poco más abajo de la cadera me hago una trenza y colocó algunas rosas pequeñitas que combinen con mi atuendo y salgo hasta donde esta mi impasiente guardespaldas.

- Listo por sierto como te llamas.

- Yo me llamo Arturo Kirchner sirvo para la familia Renault desde hace cuatro mil años.

- Cuatro mil años - repito sorprendida.

- Si nosotros vivimos mucho también los puros tu piensas tener 15 años en realidad tienes 17 mil años el príncipe Adrian es mayor tiene 18 mil años.

- Entiendo ahora donde vamos.

- Vamos a ver a sus padres.

- Mis padres me quedo fría al escuchar eso los veré también a Frédéric alto si me ve que haría el.

Pasamos por muchos pasillos en total silencio viendo todo bien no parece como un castillo donde viven los caídos si no como humanos todos ellos, llegamos hasta una gran puerta de madera y cuando abren la puerta veo a lo lejos a mis padres , a Frédéric y a Adrian.

- Llegaste princesa.

- Que quieres ahora - digo mientras entró y me pongo al frente de el.

- Tus padres te querían ver - me volteo para ver a una pareja mi madre es casi como yo solo que sus ojos son grises tengo lo ojos de papa.

- Mis padres - digo acercándome a ellos.

- Karoline - dice mamá dándome un abrazo ambas lloramos.

- Liberala maldito inpuro no será tuya nunca - dice mi padre acercándose a nosotras y abrazandonos.

- Eso jamás ella y yo crearemos a una nueva raza seremos como los nuevos Adam y Eva de este siglo.

- Estas loco eso jamás sucederá - dice papá desafiante.

- Si talvez pero ahora su hija es mía y ustedes no pueden hacer nada solo ella su hija que es mas humana que una ángel.

- Tiene razón - dice mamá alejándose de mi y abrazando a papá.

- Karoline recuerda todo ya - dice Frédéric.

- Cómo dime como - le replico.

- El libro lo abriste en aquel objeto guardaste tu vida pasada todo sólo necesita abrirlo nuevamente y volverás a renacer en lo que siempre fuiste un ángel.

- Dudo que se logre nadie me quitará a mi princesa - dice Adrian y de nuevo aparece esa niebla espesa y oscura la cual me cubrió antes y aparecí aquí sólo que ahora en vez de la jaula estoy en mi cuarto ahora solo tienen que abrir el libro y volveré a ser quien era solo que no quiero dejar atrás a Angel nuevamente.

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