Introducción II: La presa de Vor

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        En un terreno pantanoso, una gigantesca nave se posó. Todo estaba lleno de enredaderas, troncos caídos y numerosos charcos de agua putrefacta. En ese planeta, que siglos atrás rebosaba la vida, ahora el dominio lo poseían enormes árboles que casi cubrían la luz del astro rey. En algunas hoquedades, animales parecidos a lobos tenían sus madrigueras, y de cuando en cuando salían a a cazar pequeños roedores, posiblemente para alimentar a sus hambrientas crías. En algunos pasos, tropas grineer montaban guardia estricta. Y no era para menos, pues su misión era vigilar la prisión de vigilancia máxima que se encontraba a pocos kilómetros de allí, uno de sus fuertes en el planeta azul. Los grupos más cercanas se vieron alertados por el descenso repentino de la nave, y se dirigieron al punto de aterrizaje. De dicha nave bajó de un salto Excálibur, desenvainando una vez en el suelo. Los grineer retrocedieron un poco, pero luego atacaron disparando con sus metralletas. El tenno desvió las balas con mínima dificultad, y cortó transversalmente a la primera patrulla. ''Tenno, no hay tiempo de divertirse. Sigue hacia la prisión, debes rescatar a ese corpus'', le advirtió Lotus, y obedeció. En un cuarto de hora alcanzó la cárcel. Era un edificio lúgubre, fabricado con materiales férricos ennegrecidos. ''Aparte de una cárcel de máxima seguridad, este edificio es un enorme suministro de energía para las bases grineer en la Tierra. Tiemblo al pensar cuantos grineer han perdido sus vidas encerrados aquí, cuántos más trabajando en la construcción de este bastión. Procede con precaución, tenno, no quiero perderte''. Parecía realmente preocupada.

- No hay problema, rescataré a ese tipo con los ojos cerrados, no te preocupes- respondió Excálibur, más que nada para que se callara de una vez, mientras corría evitando los diferentes grupos de grineer que vigilaban la cárcel.

        El camino fue muy fatigoso. Era un auténtico laberinto, en el sentido literal de la palabra, caminos bifurcados, pasarelas, caminos que no llegaban a ninguna parte, puertas completamente cerradas... Aquel lugar parecía no tener final. Las tropas de monstruos se sucedían, y el tenno perdía ya las fuerzas. ''¿No sabes dónde ir?'', preguntó Lotus, al sentir la desorientación del pobre tenno. Excálibur se encontraba en ese momento ante una oleada de grineer que le rodeaba, así que respondió asintiendo. '' Muy bien, añadiré un punto de ruta a tu mapa, allí debes ir''.

- ¡¿En serio?!- el tenno se lleno de energía azul y destrozó a sus asaltantes de un corte- ¡¿Has esperado hasta AHORA para añadir ese punto de ruta?! ¡¡¿Y que c*** es un punt...?!!

''Relájate, tenno. Mira en tu muñeca, y verás un mapa. El icono amarillo indica la posición de las celdas. También he marcado un computador, desde el cual puedes desactivar las alarmas''. El ordenador estaba unos metros más allá, y una vez inutilizó la alarma que sonaba estridente, los grineer cesaron de llegar. Así que esa era la clave: eran tan idiotas que solo atacaban si escuchaban aquel tiembre... vaya cosa, pensó. Luego se dirigió hacia el punto de ruta que le indicaba el mapa, pero llegó a otra puerta cerrada. ''Usa tu inteligencia, tenno, para algo te la dieron. Mira hacia arriba''. Excálibur vio un conducto de ventilación, y una vez subió, se encontró directamente en la sala de celdas. Abrió varias, pero estaban vacías. Forzó la última. En ella encontró lo que buscaba: un ser con aspecto humano, con vestimentas geométricas y futuristas, y con la faz más tersa que la de los grineer. Era el contrabandista, por supuesto. Se dirigió hacia él, que estaba encadenado. Lo soltó y le quitó la mordaza que le cubría la boca.

- ¡Gracias al cielo que has venido a rescatarme, tenno!- tenía un acento extraño, pero hablaba la lengua sorprendentemente fluida- ¡Siempre supe que simpatizar con vosotros sería un manantial de fortuna inagotable!

- Menos palabrería- le cortó Excálibur-, si te he rescatado es porque necesito algo a cambio, un segmento de construcción para mi nave.

- ¡Ikupupuyeh!- exclamó en su lengua- ¡Será un placer! Pero primero debemos salir de aquí con vida, y con los grineer rondando...

Warframe: Tenno's AwakeningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora