Capítulo 12

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Luke llamó a Stephanie diciéndole que quería llevarla a un lugar secreto. Ella fue hasta la dirección que le había dicho, pero el lugar era extraño. Era como un pueblo vacío, sin gente. Ella caminó ligero y asustada, estaba demasiado oscuro para su gusto.

-¡Al fin llegas! -rió Luke- Pensé que te habías perdido...
-¿Dónde estamos? -preguntó ella mirando a su alrededor-. No recuerdo haber venido aquí alguna vez. Además, es extraño.
-Es un lugar secreto, ya te lo dije.
-¡No entiendo qué tiene de secreto!
-Aquí es donde yo nací, ¡mi pueblo natal!
-Pero... ¿está abandonado?
-Si, tuvimos que dejarlo cuando yo tenía 6 años...
-¿Por qué?
-Humanos...
-¿Eh?
-En un momento te explico, ahora ¡sígueme!

Caminaron de la mano hasta un edificio. Stephanie lo miró de arriba abajo y tragó saliva. El edificio parecía como si nunca nadie hubiese vuelto allí. Se veía deteriorado y como si alguien hubiese tratado de derribarlo. Luke tironeó de su brazo y la obligó a entrar. Subieron tres pisos y caminaron hasta uno de los departamentos. Él abrió la puerta con cuidado y entró. Stephanie lo siguió y miró curiosa a su alrededor. Los muebles estaban cubiertos con manteles blancos y lleno de telarañas, mientras que las ventanas tenían los vidrios rotos.

-No entiendo nada Luke...
-Esta es mi casa -dijo él tocando las paredes-. Aquí vivía hasta que nos tuvimos que ir. Mira, ¡esto lo hice yo! -señaló una pared

Stephanie se acercó y rió. Había un dibujo de dos lobos peleando. Uno decía "Luke" y el otro "Debrah". Ella frunció el ceño apenas leyó ese nombre.

-Esto lo hicimos unos días antes de irnos. Ella vino a casa a jugar y comenzamos a pintar las paredes. Debrah me dijo que debíamos dejar nuestra marca y esto fue lo único que se nos ocurrió ese día.
-Sa, que lindo -dijo de mala gana
-Ya sabes que es mi mejor amiga, y no ocupará tu lugar, tontita -golpeó su brazo

Stephanie caminó hasta entrar en una habitación. Parecía ser el cuarto de Luke. Ella comenzó a sacar los manteles de cada mueble para ver cómo era la misma antes. Era muy parecido al estilo que Luke tenía ahora. Abrió los cajones y encontró juguetes viejos, dibujos, tarjetas, una cajita de madera y ropa. Era como si nunca se hubiese llevado esas cosas a propósito, como si quisiese que fuera parte de la historia de los lobos. Lo que más le llamó la atención fue una de las paredes. Ésta tenía marcados rasguños de lobos por todos lados y agujeros. Se acercó a estos y abrió los ojos al notar que eran de balas. Luke se apoyó en el marco de la puerta y sonrió débilmente.

-Me encontraba jugando en mi habitación cuando ellos entraron.
-¿Ellos? ¿Quiénes? -dijo ella mientras tocaba los muebles
-Los humanos -ella giró a verlo-. Un hombre descubrió a un hombre lobo convirtiéndose y lo siguió hasta aquí. En este lugar vivíamos la mayoría de los hombres lobos que existen por la zona.
-¿Y qué pasó luego?
-Este hombre fue descubierto al entrar al pueblo, pero no tuvimos la oportunidad de callarlo. Inmediatamente llamó a las autoridades y vinieron hacia aquí militares armados. Escuché ruidos de balas y a mamá gritar. La puerta de casa fue derribada y escuché a papá gruñir, es decir, estaba convertido en lobo. Pronto entraron a mi habitación y yo no supe qué hacer. Estaba desesperado y escuchaba a mamá gritar y las demás personas en el pueblo. Automáticamente me convertí en lobo y comencé a atacarlos, pero no logré nada, sólo que me dejen inconsciente.
-Demonios -susurró Stephanie - ¡Qué espanto! ¿Qué pasó después? ¿Los rasguños son tuyos?
-Cuando abrí los ojos mamá me estaba abrochando el cinturón de seguridad del auto. Papá arrancó y miré hacia atrás. El pueblo estaba destruido y en llamas. También recuerdo ver a Debrah llorando mientras entraba a su auto -bajó la cabeza-. Nunca antes había visto la cara que ella puso ese día...
-Debe haber sido duro...
-No te das una idea. Veía a gente armada atacar a mi propio lugar. A partir de ese día supe que ningún humano podía descubrirnos. Más tarde me contaron lo que pasó. Papá entró a mi habitación y comenzó a pelear con los militares. De él son los rasguños. Mamá me sacó de allí y fue directamente al auto; no tuvimos tiempo de sacar nada.
-Por eso es que está todo guardado aquí, tal cual lo dejaron ese día -Luke asintió
-Mamá y papá lograron encontrar un pueblo en donde todo parecía tranquilo y buen lugar para vivir. Compraron el terreno y buscaron a los demás lobos. Todos estábamos cerca, lo cual fue un alivio. Al menos nadie de mis amigos había desaparecido o muerto, pero extrañaba mi casa.
-Supongo que tuviste que acostumbrarte a ser tan sólo un humano, ¿no?
-¡Con Debrah tuvimos que buscar un colegio nuevo ya que entrábamos a primer grado! Así fue que llegué a nuestro colegio y conocí a Todd. Él y Debrah fueron mis compañeros toda la primaria y secundaria, pero a ella y a mi nos costó mucho acostumbrarnos al lugar y no comportarnos como lobos. Solíamos ir a la plaza de noche para poder convertirnos y recordar viejos tiempos.
-¿Sueles venir aquí? -preguntó ella
-Si, pero sólo en ocasiones especiales -le dijo sonriendo-. Desde pequeño quise que mi novia conozca mi casa, y aquí estamos hoy.

Ella se acercó y lo abrazó dulcemente. Él era sincero y se notaba que el estar en ese lugar le traía malos recuerdos.

-Gracias -le susurró Stephanie al oído-. Aprecio mucho esto...
-Gracias a ti por estar aquí conmigo. Ahora, ¡ven a recorrer!

Luke llevó a Stephanie a todos sus lugares preferidos. Desde la plaza hasta los locales a los que solía ir. También la llevó al jardín al que él asistía. Ella miraba todo con mucha tristeza. No podía entender cómo alguien pudiese haber hecho que destruyan tan lindo lugar. Los edificios y los locales estaban destruidos a medias, los únicos que habían logrado sobrevivir eran los parques y bosques.

-¿Cuándo fue la primera vez que volviste aquí luego de mudarte? -dijo sentándose en el pasto
-Mmm... ¡Creo que fue a los diez años! -Luke hizo lo mismo
-¿Tardaste cuatro años en volver?
-Tenía miedo Steph -dijo él riendo-. No me fue nada fácil, al contrario, fui obligado a venir. Debrah volvió al año siguiente junto con otros amigos, pero yo no pude...
-¿Se puede saber por qué?
-Me traía malos recuerdos. No me sentía seguro ni confiado para entrar. Creía que si entraba los militares volverían - Stephanie rió-. Es una estupidez, lo sé. ¡Además mis amigos ya habían venido y nada había pasado!
-Está bien, tardaste en procesar todo...
-¡Exacto! Cuando entré a mi casa me puse a llorar. Mamá había dejado todo tal cual estaba cuando nos fuimos, sólo trajo las cosas necesarias o que eran reliquias de familia.
-Querían que todo siga siendo parte del pueblo, ¿no? -él asintió-. Creo que fue la mejor decisión.
-Pasado pisado -dijo él parándose-. Ahora vivo en otra casa, y eso es lo de menos. Sigo teniendo a mi familia y a mis amigos conmigo, y eso me basta y me sobra.

Luke paró a Stephanie de un tirón y la besó.

-Y ahora te tengo a ti -le corrió un mechón de la cara
-Gracias por el paseo -dijo ella sonriendo-. ¡Cuando quieras podemos volver!

Él sonrió y se fue con ella del lugar. Giró a verlo una vez más y siguió caminando.

Aaaaaaaaw :3 ¿No son lindos? ^^ Que tengan un lindo día, ¡y gracias por leer! ♥

Is he a wolf?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora