Día 6.

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[Day 6]:
Hurt | Future

-Yuno... D-Duele un poco...

El nombrado detuvo el movimientos de sus dedos, para así mirar con cierta preocupación al chico en frente suyo.

-¿Quieres dejarlo hasta aquí, mejor?

-¡No! Solo... Ve más tranquilo...

Asintió, y le dio un beso en la frente. Volvió a mover sus dedos, buscando dilatar la entrada de Asta para poder llegar al siguiente nivel. El chico debajo suyo soltó un fuerte suspiro cerrando sus ojos con fuerza.

Mierda, sí dolía, dolía mucho.

¡Pero no se iba a dar por vencido! Asta era un chico valiente. ¡No se iba a echar para atrás solo por tener unos cuantos dedos dentro de sí! ¡No señor, claro que no! En especial si esto era junto a su rival, su querido Yuno.

Y sí, justo en esos momentos, se estaban preparando para tener su primera vez.

Con solo pensarlo, el cuerpo de Asta se estremecía. Y Yuno tampoco era indiferente, también se encontraba sumamente ansioso.

Todo empezó cuando Asta llegó de imprevisto a la guarida del escuadrón de Yuno cuando ya estaba anocheciendo, según porque el capitán Yami le había mandado un recado. Sin embargo, su visita se alargó un poco porque, después de haberle entregado unos papeles a William, se dirigió a la habitación del pelinegro, a pasar un rato con él. Obviamente sin tener idea de todo lo que iba a pasar después.

Era de conocimiento público que ambos chicos estaban en una muy adorable relación, y el que dijese algo negativo al respecto se llevaba la furia de los dos escuadrones más fuerte del Reino Clover.

Casi siempre se les podía ver juntos, ya sea en una cita o en un simple paseo. Por lo cual, algunos compañeros de Yuno, al ver que el enano entraba a su habitación, les fue inevitable soltar unas risas traviesas.

A lo que íbamos. Como saludo se dieron un cálido beso mientras se daban un fuerte abrazo; habían pasado casi tres semanas de que no se veían, claro que se extrañaban. Al separarse, empezó una tranquila conversación para ponerse al día mientras se iban a sentar en la cama. Todo absolutamente normal.

-Y ya ves, Yuno. Junto a Luck estoy entrenando un nuevo ataque y es increíble. Algún día te lo mostraré -comentaba Asta con una sonrisa-. ¡Oh, cierto! Ayer pasó algo gracioso. Mientras cenábamos, Magna-senpai sin querer tropezó sobre el capitán Yami, y se molestó mucho y quería matarlo. Y mientras lo empezaba a perseguir Charmy-senpai se comió lo de ellos y... Ah, ¿pasa algo?

Asta detuvo su relato al darse cuenta que el contrario estaba mirándolo muy fijamente. El pelinegro le regaló una de esas pequeñas sonrisas que siempre le robaban el corazón, y le dijo:

-Nada, solo te miraba. Me gusta verte emocionado, eres igual que un niño.

Asta lo miró con los ojos entrecerrados, haciendo un gracioso puchero.

-¿Qué con eso, niño bonito? No sabes para nada dar un cumplido.

Sin haberlo previsto una almohada fue tirada hacia su rostro, y en cuanto esta cayó hacia un lado logró ver a un Yuno que parecía molesto.

-¿Y quién dijo que te quería dar algún cumplido? Se te sube a la cabeza eso de que me gustas.

-¿¿Aah?? ¿A qué viene eso ahora? -Asta le devolvió la almohada, pero fue fácilmente esquivada-. ¡Es a ti a quien se le debería subir a la cabeza! Serás esposo del futuro Rey Mago, ¿qué mejor?

YunoAsu stuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora