Pueblo chico, infierno grande

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Los chicos se quedaron confundidos y voltearon a ver a Diana quien tenía una mirada entre impresionada y asustada.
-les juro que todos estaban aquí… la la la pelea. Yo corrí…. No demore… yo
Anne se agarró la cabeza
-Cole ¿que tan mal crees que tomen tus padres esto?
-yo… yo no se, a las justas y los convencieron que regrese a estudiar, con esto seguro me encierran en la granja el resto de mi vida -se sentó en un tronco-
-no es por alarmar más pero ¿los Cuthberts  como se lo tomarán Anne? -Anne abrió mucho los ojos, se había concentrado tanto en Cole que no había pensado en su suerte, claro que los Cuthberts  eran más consentidores de lo que parecían, seguro la regañarían pero no creía fuera para tanto, al menos de Mathew estaba segura el la defendería de cualquier castigo  que Marilla pudiera proponer.
-no, no me preocupa demasiado, Cole lamento haberte metido en esto yo…
-yo elegí seguirte Anne, la culpa es de la insufrible de Josie Pye, demonios
Se quedaron una media hora sentados divagando pensando como asumir eso hasta que aceptaron que estaba fuera de sus manos, no podían más que posponer la solución ya que aún no sabían que pasaría, no podían planear una solución a algo que aún no sabían que alcance tendría, a lo mejor y nada pasaba, se convencieron de la boca para afuera que el chisme sería la pelea entre Blythe y Andrews, si seguramente sería ese el chisme del pueblo; cada uno tomó su camino esperando lo mejor.
Por otro lado Bash y Mary estaban esperando a Gilbert para almorzar cuando este abrió la puerta bruscamente.
-que bueno llegas temp… -Gilbert no dijo una palabra, ni saludo y fue directo a las escaleras para dirigirse a su cuarto el cual cerro de un portazo-
-oh… Bash ve a verlo ¿qué le habrá pasado? -dijo con suma preocupación-
Bash asintió, algo bastante importante debía de haber pasado ya que Bythe era  el chico más caballeroso y educado que el conocía, no entraría de esa forma sin una justificación válida, se acercó a la puerta pero cuando estuvo a punto de tocar escucho un sollozo y se quedó petrificado unos segundos y luego volvió sobre sus pasos, ¿qué debía hacer?
Volviendo a los 3 amigos el primero en sufrir el baldazo de realidad fue Cole cuando llegó  su padre y su madre estaban sentados mirando la puerta y cuando entró se pararon Cole tomó aire y se fijo en la mesa y ahí estaban las famosas galletas de jengibre de la señora Lynde, las cuales eran más famosas por su mal augurio que por su innegable exquisito sabor, Cole vio pasar su vida y sintió la resignación caer sobre el, no volvería a la escuela, no volvería siquiera a ver la luz del sol, no volvería a…
Y de pronto su padre avanzó hacia el, genial no solo pasaría lo ya mencionado si lo que además quedaría magullado pero cual sería su sorpresa cuando recibió una palmada en el hombro.
-quien diría, tan joven pero ya eres un hombre -su madre sonrio- debo admitir que no esperaba que fuera ella pero… tiene su gracia
-oh y la granja de los Cuthberts queda cerca será como una fusión de tierras, y si yo tampoco soy muy fan de esa niña pero supongo que es moderna y en fin hijo me alegro mucho -lo abrazo-
-mira si me molesta que no nos consultara antes de pedirla en matrimonio pero esta bien te lo paso por tu juventud, si no eres impetuoso en la juventud ¿cuándo entonces? Iremos mañana a hacer el compromiso formal.
-hay tanto de que hablar seguro Marilia también estará alterada, hijo vamos tenemos que ir a la ciudad -Cole no había dicho una palabra solo la miro- tenemos que comprarte un traje -dijo sonriente- mi hijo en un hombre -lo jalo y Cole no supo como pero ya estaba en la carreta rumbo a la ciudad-
Lo cierto es que cuando Rachel Lynde llegó con el chisme casi se desmaya la señora Mackenzi, su marido juró que mataría al chico pero luego de los primeros segundo ambos se miraron y Rachel se puso a hablar maravillas de Anne, la niña era muy inteligente, era una líder nata y si era algo imprudente pero se le quitaría con los años y realmente no escucharon más solo se miraron y tuvieron una especie de conversación psíquica. Lo cierto es que desde su adolescencia que por cierto aún no pasaba (tenía 17) Cole les había parecido raro, no era el chico que ellos habían esperado se convirtiera, era… raro, lo cierto es que incluso una noche habían conversado sobre algo que los inquietaba Cole no tenía gusto normales se dijeron, era una d las razones por las que siempre estaban molestos con el, cada cosa que hacía parecía confirmarle lo que ellos sospechaban, era una desgracia para ellos que su único hijo varón sea un … desviado ellos así lo consideraban así que cuando supieron de eso y cayeron en cuenta de que realmente eso no era tan malo… de hecho no había nada de malo, de hecho era maravilloso y sintieron como volvían a amar a su “muchacho" el cual era todo un hombre.
En otra casa del pueblo de Avonle, Diana llegó y sus padres la recibieron sonrientes.
-Diana querida hija, porque no nos contaste sobre Anne y Cole -Diana palidecio- oh cariño no te preocupes Rachel Lynde nos dijo que los Mackenzie están más que encantados
-¿sabes? Me alegra por Anne, hay muchos prejuicios por su origen ya sabes… es bueno que los Mackenzi  la reciban tan bien y tu Diana no pareces muy feliz
-oh cariño -la abrazo su madre- mi amor lo mejor a veces demora en salir, ya verás como te llueven propuestas -Diana solo la miro inexpresiva- además si hubieras leído el libro de etiqueta que te di, muy probablemente ya tendrías propuestas de matrimonio, en fin debes alegrarte por tu amiga querida, no es de una dama sentir envidia
-no, claro que no
-deja en paz a Diana, ella lo que está es sorprendida seguro Anne y Cole lo mantuvieron en secreto por temor a la reacción de sus padres ¿cierto? -Diana solo asintio- bueno pues están felices y me alegro por ella, cariño me siento tan contento por esa pequeña que es más puedes decirle que la boda puede realizarse en nuestros jardines -su madre la abrazó y Diana sonrió como pudo-
-yo… iré a mi cuarto… es que la verdad estoy impresionada y… feliz… si feliz de que las cosas salieran bien… yo… iré a escribirle a mi tía Jo para que preparen los 6 peniques de oro par Anne
-oh si cariño, seguro la tía Jo también será feliz a ella le cae muy bien Anne.
Diana subió a su cuarto y se pellizco hasta poner rojo su brazo… esto era real.
Quien diría que Josie Pye pudiera hacer tanto mal.

¿compromiso? (Anne x Gilbert) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora